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ɪʙɪᴀᴛᴄʟ (2) ✎ ᴊᴀᴇʏᴏɴɢ


Capítulos

Capítulos 1-8:


9

PASO 9: MÉTETE EN UNA SITUACIÓN QUE OBLIGUE AL CHICO Y A TI A TENER UN MOMENTO ÍNTIMO DE CONEXIÓN.

Me gusta pensar que tuve una reacción muy sensata.

―¡¿Qué estás haciendo?! ―chillé.

JaeHyun se sobresaltó, haciendo una mancha enorme en la pared con su pintura enlatada.

―¡Mierda!―maldijo, girando para mirarme.

Abrí la boca para seguir chillando, pero él dio dos pasos rápidos como zancadas y puso una mano envuelta en un guante quirúrgico sobre mi boca.

Acercó su boca cubierta con una máscara a mi oído.

―¿Puedes por favor callarte por un segundo?

Respondí mordiendo su mano enguantada. Sentí el sabor de la goma. Él pegó un aullido y me soltó, arrancándose la máscara.

―¿Qué pasa contigo? ―Hizo puchero y se sacó el guante para inspeccionar su mano. Sentí un peso en el pecho mientras me alejaba un poco, dolida por su reacción.

―¿Qué pasa conmigo? ¿Acaso soy yo el que está arruinando propiedad pública en este mismo momento? ¿En una tienda de víveres familiar? ―Las preguntas salieron como golpes y formé puños con las manos mientras seguía gritándole―¿Y qué pasa contigo? ¿Acaso esto te excita o algo?

Él sacudió la cabeza.

―Si puedes callarte por, no lo sé, un minuto, lo entenderás.

Abrí la boca, pero él me dio una mirada de advertencia, sus gruesas cejas saltaron hacia su cabello, forzando la mandíbula. Cerré la boca y traté de calmar mi agitado corazón. Así que JaeHyun solo era un chico aburrido de los suburbios pintando cosas para hacerse el rebelde. El arresto había perdido el misterio, y mi decepción era enorme.

Él se acercó nuevamente a la pared, que ya tenía un dibujo en él. En realidad, al inspeccionarla mejor se veía un que era un grafiti muy elaborado, con muchas curvadas letras cursivas en un arco iris de colores que se fundían en degradados fluidos, pero unas viñas y espinas dibujadas a su alrededor con algo que parecía un marcador negro hacía imposible leer lo que decía.

―¿Trajiste todo esto a la fiesta? ―pregunté mientras pateaba una de la las latas de pintura en spray. JaeHyun se puso el guante de nuevo y se agacho para tomar una del suelo. Puso un dedo en sus labios para hacerme callar y me susurro: ―Vine antes y las escondí, ¿Esta bien, Nancy Drew?

―¿Por qué? ¿Sabías que te darían ganas de hacer algún grafiti durante la fiesta? ―le susurré muy fuerte.

Sacudió la lata hasta que la pequeña bola de metal hizo ruido adentro.

―He estado aquí antes y hace un tiempo que vi este grafiti. Así que escondí estas cosas antes de tiempo.

Entonces empezó a pintar directamente sobre el grafiti, meticulosamente, alrededor del grafiti, sin tocarlo, sino extendiéndolo. Al principio, unas líneas color índigo suaves como el aire que salían de las letras. Entonces, mientras se acercaba a la pared, las líneas se hacían más oscuras, más sólidas, con los extremos rizados, como caligrafía.

Se volteó hacia mí y se hecho hacia atrás. Alzó una ceja y tomo otra lata de spray. La sacudió, y luego roció pequeños puntos dorados sobre algunas de las líneas color índigo. Miré en silencio como las letras sin sentido con viñas se convertían en pequeñas piezas de un mural.

Una maravillosa obra de arte gráfico.

Terminó luego de lo que parecieron años. Y era hermoso. Brillante, con muchas capas, e intenso y brillante en partes iguales.

JaeHyun dio un paso hacia atrás y tomó una foto con su teléfono. Luego metió las latas, los guantes y su máscara en una bolsa de basura, y tiró todo en un basurero grande junto a un café en la calle. Se apoyó contra la pared y me observó. Su mirada desafiadora me enervó. ¿En que estaba pensando?

―No se… ¿no sé cómo quieres que reaccione? ―pregunté, con voz calmada, con los brazos cruzados sobre mi pecho, a la defensiva. Él se encogió de hombros.

―No estoy esperando nada. Especialmente de alguien cuya idea de lo que es arte y lo que no es tan superficial―La cabeza me palpitó. ¿Por qué es que me gustaba este chico?

―Pues, que mal. Porque me gusta mucho lo que acabas de hacer―Continué, a pesar de que estaba hablando con una vacilación que odiaba―Y, quiero decir, creo que es hermoso.

Inclinó la cabeza y siguió observándome, sin desafío esta vez, pero si tenía esa expresión familiar que no podía leer bien. Como si estuviera tratando de detectar una emoción que el mismo no podía entender. Y cuando las mariposas me golpearon de nuevo, me fue fácil recordar porque me gustaba.

Mientras estaba ahí de pie ardiendo, muriendo, bajo su mirada, sus ojos pasaron de golpe de mis ojos a algo detrás de mí y él se enderezó y soltó una maldición.

Me di vuelta para ver a dos guardias de seguridad salir de entre los arboles detrás nuestro. Eran del tipo que patrullaba vecindarios elegantes como este que les encantaría tener cualquier excusa para molestarnos, para matar el aburrimiento. La sangre se me congelo cuando vi que uno peligrosamente cerca del grafiti, con la pintura todavía fresca. Pero antes de que pudiese reaccionar, JaeHyun tomó mi mano y me susurro:

―¡Corre!

Vacilé por un segundo antes de salir corriendo calle abajo con él.

✎ ✎ ✎

―No puede ser.

Frente a mí tenía el pequeño yate al que JaeHyun trataba de convencerme de subir.

―Si no te mueves ahora, me iré solo; esos guardias de seguridad no están muy lejos ―dijo JaeHyun, soltando mi mano abruptamente y subiendo de un salto al bote, algo torpemente.

Estaba tan agotada que ni siquiera pude apreciar el hecho de que estábamos tomados de las manos mientras escapábamos de los guardias.

―¡No podemos escondernos ahí! ¿Qué haremos si los dueños…?

―Este bote le pertenece a mi padre. Solo súbete.

No me sorprendió. Le lancé una mirada al nombre pintado en uno de los lados. Carpe Diem. ¿Es en serio?

JaeHyun tenía una pierna apoyada en uno de los bordes, sosteniéndose con una mano de la barandilla, y la otra mano estirada para ayudarme a subir. Sus manos eran cálidas y fuertes cuando las tomé y subí al bote. Este se movió un poco y perdí mi equilibrio inmediatamente, y caí sobre él. Sus brazos me rodearon para evitar que cayéramos los dos al suelo y mi rostro terminó presionado contra sus hombros.

Nos quedamos así por un segundo, con el viento revolviéndome el pelo y la piel de gallina. Estaba aterrado de mirar hacia arriba y verlo, y arruinar este pequeño momento perfecto.

―Eh… deberíamos entrar así no pueden vernos―Se aclaró la garganta y me soltó con cuidado, dirigiéndose a la entrada en medio del bote―No nos quedaremos por mucho tiempo, solo hasta que esos tipos hayan seguido de largo.

Espera un momento. Tengo que maximizar esta situación. Pero, ¿cómo?

Segundos después, había encontrado la respuesta. Mientras JaeHyun se dirigía a la parte de abajo, yo vi algo con el rabillo del ojo; dos sogas en un lado del bote atados tensos al muelle. Eran lo único que parecía anclar el bote mientras este se movía con suavidad con el movimiento del agua. Solo dos miserables sogas.

Sabía que me estaba metiendo en el territorio de la locura. Estaba pensando en Nae-il de la serie Tomorrow’s Catabile, y en como ella estaba tan determinada a ganar al muchacho que hasta empezó a mudar objetos aleatorios que le pertenecían a la casa de él, lentamente y con el tiempo, que ella eventualmente se encontró viviendo con él.

Era una locura, pero logró el objetivo de ser algo “intimo”.

Miré nuevamente las sogas. El barco podría flotar solo, alejándose del muelle, otorgándome algo de tiempo antes de que JaeHyun notase que estaba sucediendo algo y nos llevara de nuevo. Tan rápido como pude, me puse de pie en la barandilla, desaté los nudos de las sogas (¡gracias, chicas exploradoras!), y las dejé caer sobre el borde del bote.

Oh vaya. Antes de que fuese capaz de registrar la locura de lo que acaba de hacer, JaeHyun asomó la cabeza por el agujero de la puerta.

―¿Taeyong? ―me llamó. Me precipité hacia él.

―¡Estoy aquí! Lo siento―Mientras bajaba las escaleras, sentí que el bote se movió un poco. El corazón me rugió en los oídos.

Él encendió unas luces y enseguida las bajo a lo más tenue posible para que la cabina apenas estuviese iluminada, y luego cerró las cortinas.

―Así los guardias no pueden ver la luz, si todavía nos están buscando ―explicó.

Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz miré a mí alrededor.

Todo era de cuero blanco o de una madera oscura reluciente; había un sofá, un pequeño rincón de comedor, un bar, y un par de puertas que daban a otras habitaciones. Lo que se encuentra en un típico yate elegante como los que se ven en los programas de televisión sobre gente adinerada.

JaeHyun se asomó un poco entre las cortinas cerradas.

―No debería tomar mucho para que los perdamos.

―Aja… ―dije, con la voz apenas chirriando un poco. Fue entonces cuando noté que me palpitaban los pies. Me senté en el sofá y me quité las botitas para poder ver mis pies ampollados.

―Qué asco.

Toqué con el dedo una de las ampollas con curiosidad. JaeHyun volvió su mirada hacia mí.

―¿Qué pasa?

―Tengo unas ampollas horribles… no estoy acostumbrado a usar botines, ni hablar de usarlos para correr.

Con una expresión imperturbable, no me respondió, pero abrió una puerta que daba a un baño y revolvió alrededor. Luego de unos segundos salió con unas banditas en la mano.

―Toma―Las sostuvo frente a mí, y no pude descifrar si estaba molesto conmigo o si se sentía culpable.

―Gracias ―murmuré mientras rompía el envoltorio de una de ellas. No era exactamente el tipo de situación en la que él envuelve mi tobillo con una venda, pero esto también servía.

Él me observó entrecerrando los ojos.

―¿También te lastimaste cuando caíste por esas escaleras? ―Negué con la cabeza.

―No, Lucas nos detuvo, por suerte.

―Ajá.

―Él es, muy atlético, gracias a Dios, o hubiese terminado en desastre―Tuve que aguantarme una contracción de dolor, porque sabía que hablar de que tan atleta era Lucas era como destacar que tan poco lo era JaeHyun, de una manera muy grosera además. JaeHyun me dio una mirada extraña.

―Así que, ¿Lucas era tu cita o algo esta noche?

Incliné la cabeza, pretendiendo estar preocupado por la bandita mientras sonreía tras mi cortina de pelo. Je je je.

―Sí.

―¿No va a empezar a preguntarse dónde estás? ―la irritación rodeaba sus palabras.

Tomo todo el poder de voluntad que poseo para esconder mi sonrisa. Además, ya tenía una excusa preparada.

―Oh, le dije que necesitaba un poco de aire y que estaba tomando un paseo por el muelle―Estaba saboreando esta demostración de celos obvia. Terminé de ponerme la bandita y miré alrededor del bote de nuevo―¿Así que este bote es de tu padre? ¿El Carpe Diem?

JaeHyun entro de un saltito al mostrador del bar.

―Si, como, ¡O’ Capitán! ¡Mi Capitán! ―dijo con burla―A él le encantaría saber que estoy escondido aquí. Si me encuentran esos guardias va a, eh, manchar todavía más su reputación con la respetada comunidad de Monte Porquería―El bote se movió de golpe y JaeHyun miró a su alrededor con algo de ligera preocupación, agarrándose del borde de la barra.

Nop, él todavía no puede saber que estamos flotando.

―Monte Porquería, ja ja. Te gusta inventar palabras―digo riéndome con fuerza, tratando de distraerlo―Entonces, ¿por qué está tu padre tan preocupado por su reputación? ¿A qué se dedica?

Eso pareció funcionar. JaeHyun se inclinó hacia adelante, colocando los codos en las rodillas.

―Inventó unas máquinas que ayudan a hacer algo en las ambulancias. Todavía se utilizan en todas las ambulancias del país.

―¿Qué, es enserio? ¡Qué cool! ―Hice un recuento mental de todos los procedimientos de emergencia que utilizan los paramédicos.

―Espera, ¿Es el auto-resucitador interno? ¿O es el dispositivo de RCP? Oh, vaya, no puede ser que sea el…

Me detuve cuando noté que JaeHyun se había quedado con la boca abierta. Sacudió la cabeza rápidamente como un cachorro pequeño.

―¿Cómo es que...?

―Quiero ser doctora algún día ―respondí, claro. Su expresión cambio a desconcierto.

―Muchas personas quieren ser doctores. No todos ellos se saben los nombres de cada parte del equipamiento médico.

Me sonrojé. ¿Por qué no podía mantener mi boca sabelotodo cerrada? JaeHyun sacudió la cabeza.

―No importa. Mi principal objetivo en la vida es jamás prestar atención a nada que tenga que ver con mi padre. Ya es bastante malo que tenga que vivir con él en ese lugar horrible suyo ―me tiró una mirada―Sin ofender.

Puse los ojos en blanco. Él siguió.

―De todas formas, él no invento esa cosa por, digamos, la bondad de su corazón y su deseo de salvar vidas―sus pies patearon el suelo debajo de él―Lo hizo porque sabía que ganaría mucho dinero. Y a pesar de ser un ser humano horrible, podría vivir el resto de su vida haciendo creer al mundo que es una especie de Santo intelectual. Y siendo asquerosamente rico al mismo tiempo.

Guau. Problemas con papi. Elegí con cuidado mis siguientes palabras.

―Así que… ¿Él no es muy fan de tu, eh, arte subversivo?

―Sí, es una forma de decirlo ―dijo, su voz por fin perdiendo un poco esa compostura cool, dejando algo de lugar al humor. Y cuando lo hizo, me sorprendió lo mucho que me relajó oírlo, tener al JaeHyun que me gustaba de nuevo. Incluso si ese JaeHyun era un sabelotodo insufrible cuando quería serlo.

Entonces me acordé que ese día en el club de arte, cuando él sugirió que él tenía un proyecto secreto para el show de la galería.

―Espera. ¿Esto es tu proyecto para el show?

―Sip. Me estaba interesando mucho esta idea de colaboración no deseada ―respondió, con más ánimo―Básicamente, encuentro grafitis de otras personas que me parezcan interesantes, como el de la tienda, y trato de imaginar que empezaron algo que yo estaba destinado a terminar. Pero claro, el artista no estaba buscando eso. Así que es no deseada, como una violación, ¿entiendes? Ellos violan los edificios, y yo violo su arte.

Las palabras le salían de la boca a una velocidad récord. Estaba energizado en una forma que nunca le había visto antes. Me recordó a… a mí. Cuando estaba en modo escolar, postulándome para presidente de la clase, o explicando una reacción química muy interesante a mi padre para ayudarlo a diagnosticar los problemas de un auto.

―¿Pero cómo? Quiero decir, no puedes mostrarlo en una galería…―La voz se me desvaneció débilmente. Ahí iba de nuevo, pensando literalmente como una persona sin un minino de creatividad. Él alzó su teléfono.

―Fotos. De todos modos, era lo que estaba haciendo la semana pasada, en este grafiti súper raro que encontré en una de esas jaulas en el zoológico. Volví esa noche y me metí para terminarlo. Pero me encontraron unos guardias de seguridad ya que obviamente es lo único interesante pasando en esta ciudad. Pero no me arrestaron como todo el mundo piensa. El guardia de seguridad solo llamo a mi padre, que movió sus contactos para sacarme de mis líos.

―¿Esa fue la primera vez que te descubrieron? ―pregunté, recordando el comentario de Yuta.

Esa no era su primera vez. Él hizo una pausa, tomado por sorpresa por un momento.

―No, ya me habían arrestado una vez en Ojai ―un suspiro profundo―Por eso tuve que mudarme aquí con mi padre. Para mantenerme alejado de los problemas, ya que mi madre hippie era claramente incapaz de disciplinar a su, y cito, “hijo artista salvaje”. Como si yo no fuese también hijo de él.

―Y entonces, ¿qué hiciste para que te arrestaran? ¿Más graff… eh, experimentos artísticos?

―Algo así. Sacudió la cabeza.

―Eh, si esta tan preocupado en tu forma de ser, ¿por qué estabas en una fiesta?

Él me lanzo una sonrisa. Zap.

―Me castigó por una semana, así que deber cumplido.

―¡¿Una semana?! ¡¿Eso fue todo?!

Él se encogió de hombros.

―No fue divertido estar atascado en una casa con él, no te preocupes. Fui castigado justamente.

Eso me arrancó una sonrisa.

―¿Puedo ver las fotos?

Él se bajó de la barra y se me acercaba para mostrarme cuando el bote se tambaleó de nuevo, haciendo que JaeHyun cayera sobre mí.

Ja, okey. Desparramado en el sofá, estaba apretujado debajo de JaeHyun, que estaba estirado a cuerpo entero sobre mí. Se enderezó sobre sus codos y me miró.

―Vaya, lo siento.

Sus piernas se movieron y una se deslizó entre las mías. Mi boca se movió, pero no salieron palabras. Esto era… podía sentir que se venía El Beso. Estaba adelantándome en el itinerario de K- drama, pero ¡¿a quién le importa eso?! Sus ojos buscaban los míos, una pequeña línea formándose en sus cejas. Entonces el bote se volvió a mover y él se alejó de un movimiento, abriendo las cortinas.

―¿Qué demo… dónde estamos?

¡Madre! Me senté y miré por la ventana. Las luces del muelle estaban ahora en la distancia.

―¿Qué demonios? ¿Cómo sucedió esto? ―gritó, subiendo las escaleras. Oí sus pasos pesados sobre mí―¡Mierda!

Tomé mis zapatos del suelo y subí a la cubierta. Vi a JaeHyun de pie sin moverse en la punta de las escaleras. Y, claro, estábamos en el medio del mar… o algo así. El muelle en realidad no estaba muy lejos. Frente nuestro estaba el mar negro que se unía a un cielo azul como la tinta salpicado con estrellas. Detrás nuestro en la distancia brillaban las lucecitas parpadeantes de la mansión de Osaki Shotaro.

Un perfecto momento romántico se había creado, de ser eso posible.

―No lo puedo creer ―soltó JaeHyun.

―¿Sabes cómo manejar esto, verdad? ―pregunté.

JaeHyun sacudió la cabeza, haciendo que su gorro se cayera hasta sus ojos.

―Oh, no, odio este estúpido bote.

Oh, bien. Okey, no hay que entrar en pánico.

―¿Bajemos a ver si lo podemos averiguar? ―pregunté con esperanza.

Luego de unos segundos de acomodarse el gorrito, JaeHyun se lo quitó de los ojos.

―No ―dijo, sacando su teléfono―voy a pedir ayuda.

Oh, mierda. Solo pude quedarme allí de pie mientras él llamaba a vaya-uno-a-saber-quien y empezaba a entrar en pánico. Mi padre no podía descubrir esto.

Cuando JaeHyun colgó el teléfono le pregunté tartamudeando.

―¿A q-quién lla-llamaste? ―Mi voz sonaba rotosa y me miro con preocupación.

―A la guardia costera ―me respondió.

Una imagen de vehículos de emergencia y camionetas de los noticiarios locales me hizo estremecerme.

―¿De veras? ¿Crees que eso será necesario?

Él me miro incrédulo.

―¿Estas bromeando? Estamos perdidos en medio del mar, maldita sea.

―¡¿Perdidos en el medio del mar?! Estamos a menos de un metro de la civilización―Señalé al muelle―¿Crees que llamaran a nuestros padres?

Crucé los brazos con fuerza.

―¿Supongo? ―Me observó con cuidado mientras empezaba a exprimir mis manos―¿Te encuentras bien? ¿Tienes padres súper estrictos o algo?

Me pasé una mano por el pelo.

―No, es solo que… No puedo permitir que mi padre reciba una llama perturbadora-en-medio-de- la-noche. Lo preocuparía demasiado.

JaeHyun observó su reloj.

―Pero si apenas son las diez treinta.

Apenas lo escuche. En su lugar, me sentía de golpe como si tuviera siete años, negándome a comer las pequeñas anchoas marinadas salteadas que mi padre me estaba obligando a comer.

―¡No me gusta el crujido! ―le gritaba.

Mi padre tiraba su silla para alejarla de nuestra mesa mientras se ponía de pie.

―Taeyong, al menos debes intentarlo. Si no te gusta, entonces no tienes que comerlo. Te voy a traer algo de agua, pero Appa sabrá si no te lo comiste porque memorice cuantas hay en el plato.

Me había maravillado la habilidad de mi padre para hacer eso y estaba mirando fijamente el bowl con docenas de pequeños pescaditos cuando el teléfono sonó. Nuestra línea de casa, a la que nadie llamaba, excepto por esos de marketing por teléfono. Él miró el número en la identificación.

―¿El hospital de tu madre?

Él atendió con un alegre “¿hola?”. Yo estaba clavando mis palillos de madera verde menta en el bowl cuando oí un sollozo ahogado viniendo de mi padre. Dejé caer los palillos para verlo agarrando con fuerza el mostrador de la cocina, con el teléfono aun contra su oído.

―¿Taeyong?

Y entonces ya no estaba en la cocina. Estaba en el bote con JaeHyun.

―No te preocupes, no dejaré que llamen a tu padre, ¿está bien? ―dijo, con una mano en mi hombro, con la cabeza inclinada para poder mirarme a los ojos. Parpadeé y traté de sonreír.

―Está bien, gracias. Quiero decir, no te tienes que preocupar por eso, yo me aseguraré de que no lo hagan.

Con un movimiento algo espasmódico, y no muy fluido, sacó su mano de mi hombro y lo puso en su bolsillo.

―Em, está bien ―dijo.

Antes de que pudiese responder, unas luces aparecieron y nos rodearon unas sirenas.

✎ ✎ ✎

JaeHyun y yo nos sentamos en el bote en silencio, lado a lado, con mantas envolviéndonos. Nos estaban llevando al muelle, envueltos en el aroma del océano y el sonido del agua lapeando.

Y claro la tripulación de la guardia costera de emergencia. Los convencí de dejarme llamar a mi padre yo mismo, así que fingí marcar su número desde mi teléfono silenciado y di una actuación muy convincente de estar siendo castigado por mi padre coreano muy estricto. Satisfechos, la tripulación nos dejó solos por el resto del viaje de vuelta.

JaeHyun rompió el silencio aclarándose la garganta.

―Así que, eh, ¿cuál es la historia con Lucas?

¿De nuevo? ¿En qué podía estar pensando? La tensión desapareció cuando me empecé a reír.

―¿Qué? ―pregunto a la defensiva. No lo podía creer. Toda esta locura, y si, el paso del triángulo amoroso sí que había funcionado. Tomé un respiro.

―Todavía no se bien cuál es nuestra historia. Hace mucho que somos amigos. ¿Por qué?

Los hombros de JaeHyun se endurecieron visiblemente.

―¿Sueles llevar amigos a fiestas de sexo?

Je je je.

Tomé con fuerza la manta alrededor de mis hombros.

―Dios, no era una fiesta de sexo, Y si, él era mi cita esta noche, pero… no lo sé. Solo somos amigos por ahora―Por ahora. Dejé eso flotar en el aire por un momento―¿Y tú? ¿Tienes una relación?

Él no respondió enseguida y me di cuenta de golpe de lo ridícula que era esta conversación, como todo estaba envuelto en tanto subtexto innecesario. ¿Por qué no podíamos decir simplemente lo que sentíamos?

Entrecerré los ojos mientras esperaba su respuesta, conteniendo las ganas de saltar del bote al agua con cada segundo que pasaba.

―No, ya no ―dijo, con la vista clavada en el agua oscura.

―Oh, okey.

¿Ya no? Él bajo la mirada.

―No me interesa mucho todo eso de salir.

El corazón se me desinflo con un chirrido suave. Traté de salir del tema con un chiste.

―Ya veo, ¿Te estas guardando para el matrimonio?

Tiró la cabeza hacia atrás y soltó esa risa tonta suya. No pude evitar sonreír. Cuando se calmó me tiró una mirada, la distancia entre nosotros era de unos pocos centímetros. Nuestras manos casi se rozaban al borde del banquillo.

―¿Tu padre te matará por esto? ―pregunté, tratando de mantener mi voz casual para tapar la culpa que sentía desde que había llegado la guardia costera. Él se encogió de hombros.

―Tal vez. No me podría interesar menos.

Por suerte el momento incómodo fue interrumpido por un viento fuerte que hizo un escándalo a nuestro alrededor y me froté los brazos.

―¿Tienes frio? ―me preguntó. Noté que me estaba agarrando con fuerza a la fina manta. Qué pena que JaeHyun no estuviera llevando un traje con chaqueta para que pudiese quitársela y ponerla sobre mis hombros mientras se quejaba llamándome un tonto por no haberme preparado para una noche fría. Un momento muy de K-drama desperdiciado.

―Un poco, sí. Estoy usando un traje delgado de encaje en el océano. De noche. Como un genio.

JaeHyun sonrió y sus ojos barrieron todo mi cuerpo, muy rápido, fue un momento de parpadeas y te lo pierdes.

―Te ves bien.

No tenía ningún comentario sarcástico preparado para responder este cumplido genuino. Solté un simple:

―Eh, gracias.

JaeHyun estaba haciendo un muy buen trabajo como el tipo ardiente de K-drama que da señales mixtas. Mire al muelle con ansiedad, preguntándome si mis amigos ya estarían allí. Les envié un mensaje cuando la guarda costera llegó.

Necesitaba distraerme mucho esta noche con Yuta y Lucas. De repente, sentí que JaeHyun ponía algo en mi cabeza.

―¿Qué haces? ―sacudí la cabeza y me cuenta de que era su gorrito.

―Para mantenerte caliente ―dijo casualmente, con las manos metidas de nuevo bajo la manta. Lo ajusté para que no me tapara los ojos, la lana todavía estaba cálida de la cabeza de JaeHyun.

―¿Gracias?

Él negó con la cabeza.

―¿No eres un nerd de la ciencia? Todos saben que, si mantienes la cabeza cálida, mantienes cálido el resto de tu cuerpo.

Yo me burlé.

―Okey, eso sería si, si también llevara un suéter. El calor no viaja tan rápido de tu cabeza a tu cuerpo si la diferencia de temperatura es tan drástica.

Él sacudió la cabeza.

―De verdad, ¿cómo es en tu planeta Vulcano? ¡Solo ponte el gorro, por dios!

¡Ja! Cerré la boca y dejé que el gorrito hiciera su magia. Y no podía saber si era el gorrito o la idea de estar usando el gorro de JaeHyun que me mantuvo caliente el camino de vuelta entero.

Cuando llegamos a tierra firme, busque a Lucas con la mirada, esperando que no me hubiese abandonado por otra chica, que no sería fuera de lo ordinario con Lucas.

―¡Taeyong! ―Yuta caminaba hacia mí con WinWin detrás suyo―¿Qué paso? Lucas se está volviendo loco… ―se detuvo cuando notó a JaeHyun.

―Oh, ¿qué tal? JaeHyun, ¿verdad? ―preguntó. Muy sutil. Esa sonrisa de golpe en la cara apareció en su rostro.

―Sí, y ¿tú eres…?

Me puse de pie entre ellos.

―Estos son Yuta y su novio, WinWin―Puedes llámame Sutil Junior. Entonces vi a Lucas, llevando mi chaqueta.

―¡Lucas! ―lo llamé. Su expresión cambio de preocupado a molesto, pero entonces vio a JaeHyun junto a mí, y sonrió. Casi podía oír su voz diciendo “que bien”.

―Debes de haber estado súper preocupado ―dije, tirando mis brazos alrededor de su cuello―Sígueme la corriente o muérete.

Él me rodeo con sus brazos también, casi aplastándome.

―Estaba tan preocupado, cariño ―sentí el vómito subirme la garanta. Cuando nos separamos, JaeHyun nos estaba mirando sin mucha sutileza.

Antes de poder planear mi siguiente movimiento, unas personas de la guardia costera se acercaron a JaeHyun.

―Tenemos unas preguntas para ti, hijo. Tu padre llegará enseguida.

―Como sea ―dijo entre dientes. Parecía tan abatido que me alejé rápidamente de Lucas y me le acerqué.

―Oye, ¿quieres que te haga compañía?

―¡Taeyong, tu padre dijo que a media noche! ―gritó Lucas. Diablos. JaeHyun miró a Lucas y sus labios formaron una línea recta.

―No, está bien―Forzó una sonrisa―Gracias de todos modos. Y hey, te veo luego de las vacaciones.

Oh no, había olvidado que no lo vería por dos semanas por las fiestas. Eso quería decir nada de JaeHyun, y nada de tiempo para mis pasos de k drama.

Traté de no parecer muy abatido.

―Oh, sí. Eh, tú también. ¡Adiós! ―dije muy débilmente, sintiendo como me desinflaba al final anticlimático de la noche. Levanté mi mano para saludarlo, pero JaeHyun la tomó en medio del aire. Se acercó de un paso. Mi respiración se detuvo a mitad de mi garganta. Bajó nuestras manos, y luego soltó la mía.

―Perdón, solo quiero decir algo ―dijo suavemente.

―Eh, ¿quieres que te devuelva tu gorro? ―me las arreglé para soltar, tratando de tomarlo.

Él sacudió la cabeza y frunció de nuevo las cejas, haciendo que estas casi tocaran sus pestañas.

―Solo… ten cuidado. Ese tipo Lucas parece un tipo un poco raro.

Atractivo y perceptivo. Jong Suk estaba demostrando que merecía su nombre clave.

10

PASO 10: DESCUBRE EL SECRETO MEJOR GUARDADO DEL CHICO, PREFERENTEMENTE POR MEDIO DE VERGONZOSOS RECUERDOS RECURRENTES Y REPETITIVOS.

A pesar de odiar todos los días que pasaron sin ver a JaeHyun (y preocuparme por si su padre realmente lo mató por el incidente del bote) y dejar mis pasos de K-drama en espera, las vacaciones pasaron rápidamente en una combinación de terminar mis solicitudes universitarias, un par de viajes de snowboard con Yuta y Lucas, y K-dramas con mi papá.

La noche antes de que la escuela comenzara de nuevo, estaba viendo otro drama con mi papá en la sala de estar. Uno de temática fiscal que era básicamente una versión de Dramaland de Legalmente rubia llamada Princesa Fiscal.

—¿A mamá también le gustaban los Dramas?

Mi papá, Johnny, se dejó caer desde la barra para ejercitarse de la puerta del comedor. Su sudadera Anaheim Ducks estaba empapada y su cabello se apartaba de su rostro por una banda para el sudor que probablemente era más vieja que yo.

—¿Tu mamá?

Asentí desde mi posición en el sofá, el drama se detuvo en la televisión.

—Sí. ¿A ella le gustaban tanto como a ti?

Johnny estaba parado con sus manos en sus caderas.

—Nooooo, ja ja. Tu madre, ella era... una esnob—dijo esnob lentamente, como si probara la palabra en su boca—Sí, esnob. Esnob cuando se trataba de televisión. Ella solo veía las noticias o el canal de animales. Siempre se burlan de mí y los dramas coreanos. Igual que tú. Pero ahora los amas como Appa.

Pero algo que mi padre acababa de decir me hizo preguntar:

—Me parezco mucho a mamá, ¿no?

Mi papá saltó de nuevo y agarró la barra de ejercicio. Se levantó sobre la barra con un gruñido. En su camino hacia abajo, exhaló y dijo:

—Sí, en todos los sentidos. Estudias mucho, como mamá—Se levantó de nuevo y, mientras su barbilla estaba sobre la barra, dijo: —Siempre tienes que ser el mejor, como mamá —otro levantamiento, luego: — Impaciente, como mamá.

Él se dejó caer de nuevo, inclinándose para recuperar el aliento.

—No romántico, como mamá.

—¡Qué! ¿Qué quieres decir?

Tomó un trago de agua y se sentó en la alfombra a mis pies. Puse mi pie en su espalda para que su sudadera no tocara el sofá. Levantó todo su peso contra mi dedo gordo y finalmente me rendí y lo dejé caer sobre el sofá.

—Lo que quiero decir es que no te gustan las relaciones porque estas demasiado ocupado estudiando. Bueno. Pero eso no fue bueno para Appa cuando iba a la escuela con mamá— Mis padres habían sido novios en el instituto en Corea: mi madre era la mejor de su clase, mi padre el punk duro con un corazón de oro. Él la siguió a los EE. UU. Cuando ingresó en la escuela de medicina en Stanford. Se casaron poco después y se mudaron a Orange County cuando mi madre comenzó su residencia en Irvine.

Fue un verdadero romance de una vez en la vida. La chica buena se enamora del chico malo. Se mantuvieron juntos contra todo pronóstico. Fue solo cuando crecí y escuché a mi papá hablar de ella que me di cuenta de que tenían algo único, lo de los K-dramas está constantemente construyendo como el romance ideal. Y ese tipo de cosas no desaparecen simplemente porque uno de los dos muere.

—Appa, no es que no sea romántico. Solo estoy... enfocado en otras cosas— mentí a través de mis dientes.

Él golpeó mi pie.

—Ya, señorito concentración, ¿qué estás haciendo viendo esto? Mañana tienes escuela, ve a dormir.

—¡Bien, pero no mires más a la Princesa Fiscal sin mí! —entré de mala gana en mi habitación y miré alrededor. Mi cama estaba impecablemente hecha: suave funda de edredón de lino gris acentuada por almohadas lavanda. Una colcha de crema suave y esponjosa se dobla cuidadosamente al pie de la cama. Los estantes del piso al techo construidos por mi papá estaban llenos de libros, trofeos, fotos y premios. Todo acomodado por color, tamaño y tema. Mi escritorio de laca blanca estaba debajo de una ventana, completamente despejado, excepto por una taza llena de lápices de puntilla, marcadores y plumas rojas.

Todo a la perfección. Aun así. Saqué la lista de mi billetera y miré el paso 10: Descubrir el secreto mejor guardado del chico, preferentemente por medio de vergonzosos recuerdos recurrentes y repetitivos. Sabía que era un artista y me había contado sobre su arresto. Lo que todavía no podía entender era por qué no quería salir con nadie. Me dejé caer en mi cama y cuidadosamente escribí estas notas en el cuaderno.

Luego abrí mi laptop para hacer un buen acecho a la antigua. Aunque ya lo había hecho varias veces durante las vacaciones, escribí: noviazgos de Jung JaeHyun. Pero, aun así, nada. Sé que tiene que haber más en su historia.

Fui a su página de Facebook. Una página en la que había estado mil millones de veces antes. Pero esta vez me desplace a través de todas las fotos en las que fue etiquetado, para encontrar cualquier signo de un noviazgo. Hice clic en tantas fotos. Tantas. Hasta el punto en que me sentí un poco mal por la cantidad de tiempo que pasaba, por no mencionar mi horror por la idea de que él supiera de alguna manera que estaba haciendo esto, que el pequeño espía que vivía en mi computadora estaba informando a JaeHyun de todo esto en este mismo momento.

Y entonces. Allí estaba. Una foto de dos años escondida en lo más recóndito de su álbum de fotos. En la foto está él y un chico enredados en el regazo de cada uno, sentados en una manta de un parque o en algún otro lugar con mucha hierba. La cara de JaeHyun estaba absolutamente radiante, y no llevaba puesto un gorro.

Y el chico... bueno, el chico parecía alguien que debería ser el novio de JaeHyun. Alguien que es el novio soñado de todos los chicos. Hermoso sin esfuerzo: piel marrón clara brillante, estructura ósea única, boca ancha, risueño, y cejas arqueadas combinadas con enormes ojos verdes. Llevaba jeans cortados que mostraban suficiente músculo para que mis piernas se sintieran como palos delgados de paleta. Una playera blanca holgada sin mangas que muestran cero líneas de bronceado en sus hombros esculpidos, pero delicados. Una obscena cantidad de espeso y ondulado cabello azul decolorado separado hacia un lado, peinado allí de manera tan casual, tan genial. Lucía como lo haría California: una mezcla soleada de tantas cosas hermosas diferentes.

Mi estómago se contrajo. Estas eran los chicos que tenían novios. No chicos con queratosis en la parte superior de los muslos, ni el mal aliento matutino, o que se pasaban muchas noches viendo K- dramas con sus papás, o... chicos que a la edad de diecisiete años todavía no han tenido novio.

Hice clic en el nombre marcado en la foto: Mark Lee. Ese nombre, irreal. Me llevo a su perfil, un verdadero tesoro del acoso puesto a mi alcance. Pero antes de que pudiera hacer clic en sus fotos, noté su último post.

Último respiro de aire en Ojai antes de dirigirme al sur para atar algunos cabos sueltos... paz & amor.

¡¿Hacia el sur?! Como, ¿Condado de Orange al sur? Además, ¿no tenía él escuela mañana?

¿Las escuelas de Ojai tuvieron un descanso más largo que nosotros? Bajé por su página de perfil para ver sus publicaciones, tenía muchas cosas abstractas con formas y colores y frases inspiradoras o crípticas garabateadas sobre ellas. Otro artista, al parecer. Solté una carcajada.

—Bien por ti, Picasso.

También parecía publicar muchas letras de canciones o citas de libros de viejos o muertos hombres blancos. Estoy seguro de que amas a Bukowski y Leonard Cohen. Estoy seguro de que pueden hablar contigo totalmente.

Volé a través de su perfil. No hay muchas fotos de él, solo unas cuantas con amigos. Ninguno de JaeHyun excepto esa. Entonces apareció mi alarma en la pantalla: ¡¡la aplicación de Stanford se cierra en una hora!!

Ya había presentado mi solicitud en línea hace días, pero el recordatorio oficial de la fecha límite significaba que ya eran las once y tenía entrenamiento de fútbol por la mañana. Le di un golpecito a la foto de JaeHyun y Mark con mi dedo antes de cerrar mi computadora portátil.

Está bien, el acoso puede seguir mañana. Abrí el cuaderno y escribí el plan para el paso 10, el cual comenzaba con una llamada a Lucas antes de acostarme.

✎ ✎ ✎

Mi teléfono estaba zumbando toda la mañana. Había activado las notificaciones de todas mis actualizaciones de redes sociales para poder detectar a Mark. Porque ahora lo estaba siguiendo bajo cuentas anónimas.

Sí, lo sé. En mi defensa… Necesitaba seguir el paso 10.

Mientras metía mi cereal cubierto de azúcar en mi boca esa mañana, vi que él había subido en Instagram una foto de su desayuno de batido de dátiles. (Vaya, ¿podrías ser más de Ojai?) Durante la segunda hora, una foto del océano mientras conducía por Santa Bárbara. Luego, una foto del tráfico en Los Ángeles con un emoji de pulgar hacia abajo.

Y ahora, mientras estaba sentada en clase de francés, el teléfono zumbó con otra actualización.

Facebook esta vez:

¡Yum! muy contento de obtener mi hamburguesa de In-N-Out sin carne en el CO.

Con una foto de él a punto de morder una hamburguesa. ¿Qué clase de monstruo obtiene una hamburguesa sin carne de In-N-Out?

Además: El CO (Condado de Orange). Él está aquí. ¡Lo sabía! Sabía que de eso trataba su enigmática publicación de Facebook de la noche anterior. Su meta final tenía que ser JaeHyun. Si él veía a JaeHyun antes que yo... no lo sabía. Me preocupaba. ¿Volverían a estar juntos? ¿Y si ya regresaron durante las vacaciones o algo así?

Y no tenía idea de si vería a JaeHyun hoy. Ya habían pasado tres períodos del primer día de regreso de vacaciones y estaba más que impaciente por verlo. ¡Habían pasado dos semanas! Eso es años en el tiempo de Lee Taeyong.

Así que cuando sonó la campana, que indicaba el final del francés y el comienzo del período de almuerzo, salí corriendo de allí y corrí hacia el centro del patio, esperando encontrar a JaeHyun. Si lo veo primero, entonces tal vez podría recordarle las chispas que tuvimos en el barco. Es decir, si no las hubiera imaginado.

De repente hubo otro zumbido en mi teléfono. Una selfie de Mark fingiendo lamer una estatua vikinga. Arrugué la nariz hasta que me di cuenta de que era la estatua vikinga de la secundaria de NCT. Él está aquí. MALDICIÓN. Escaneé todo el campus con una velocidad que casi me rompe el cuello. ¿Dónde estaba JaeHyun? Normalmente se sentaba con los chicos de artes durante el almuerzo, pero no estaba en su lugar habitual.

Espera un segundo. Tal vez él estaba en el estudio de arte. Sabía que muchos de los chicos del Club de artes estaban almorzando y trabajando en sus piezas para el espectáculo. Le envié un mensaje de texto a Yuta:

Hoy me saltaré el almuerzo, estoy tenido algunos asuntos con Jong Suk.

Una respuesta inmediata:

No hagan demasiados bebés.

Intenté parecer casual caminando hacia el estudio de arte. La gente me saludó y yo les devolví el saludo alegremente. ¡No hay nada que ver aquí, solo un poco de acoso casual, amigos!

Y luego me detuve, porque lo vi. Con JaeHyun. Mi corazón se tambaleó al verlos juntos, incluso si estaban caminando bastante lejos uno del otro.

¿Hacía lo correcto y los dejaba solos o… debería ser silenciosa y entrometida? Mi cabeza giró con recuerdos de todas las heroínas de K-Dramas hasta que se detuvo en Bong-Sun de Oh My Ghost espiando al chef sexy mientras hablaba con una amiga borracha de la universidad. Siempre sé silenciosa.

¿Pero cómo? No podía oírlos desde esta distancia. Me lancé detrás de una hilera de (preciosos) árboles de seda en flor, acercándome un poco y me esforcé por escucharlos. Todavía nada. Entonces vi que se dirigían al estudio de arte.

Corrí hacia el salón de clases delante de ellos, corrí dentro del armario de suministros prácticamente conteniendo la respiración y me encontré con alguien. Mi corazón saltó a mi garganta.

Disculpa—Dijo la voz más desagradable del mundo.

Y allí estaba Ten, a mi lado, alcanzando un frasco de pinceles muy por encima de mi cabeza, como si frotara su altura. ¡Ugh! ¿Por qué estaba él aquí? De todas las malditas personas...

Me aparté para evitar que él chocara conmigo.

—Shh— siseé.

Me di cuenta de que estaba a punto de derramar su mal genio sobre mí, pero fue interrumpido por el sonido de pasos que se dirigen hacia el armario.

Ambos miramos alrededor de los estantes y nos encontramos mirando directamente a JaeHyun y Mark.

Inmediatamente nos agachamos y nos escondimos fuera de la vista.

Mark. Él tiene rasgos atractivos, cabello brutal y pantalones cortos que inducen la muerte. Y él estaba muy cerca de JaeHyun.

—¿Por qué me arrastraste a este rinconcito oscuro?—bromeó, su voz baja y un poco ronca, como una versión joven de Lauren Bacall.

JaeHyun cerró la cortina detrás de ellos.

—En caso de que alguien entre en el estudio. No quiero ventilar nuestros trapos sucios por ahí—susurró—Entonces, ¿por qué estás aquí después de meses de silencio y de actuar como...?

—¿Cómo qué? —dijo él con una pequeña inclinación de cabeza.

Hizo un ruido de disgusto.

—¡Como si no me hubieras jodido por completo! Dejando que me arresten por tus pintadas.

¡Santo cielo!

Mark lo envolvió con sus brazos, y él lo dejó. ¡OMG!

Él frotó su mejilla en su hombro y dijo, muy silenciosamente:

—Tengo dieciocho. Si me arrestaran se quedaría en mi registro permanente. Tú aún eres menor de edad. ¡No es la gran cosa!

JaeHyun se retiró tan bruscamente que casi tropezó.

—¿No es una gran cosa?—gritó—¿Tienes alguna idea de lo que pasé? ¿Por lo que todavía estoy pasando? Mi madre tuvo que arrastrar a mi padre para que pagara un abogado. Y debido a eso, tuve que mudarme aquí para estar con él. Ha estado observando cada uno de mis movimientos desde que he estado aquí, por cierto. Me metí en un gran problema recientemente por este asunto del barco... De todos modos, debido al arresto, estoy en libertad condicional durante los próximos tres años.

Sus hombros cayeron un poco.

—Lo sé, Jae. Y lo siento. Nunca llegué a decirte cuánto lo siento y cuánto aprecio que te hayas echado la culpa. Sabes que mis padres me hicieron romper contigo por tu arresto. Amenazaron con quitarme el auto. ¡Incluso cambiaron mi teléfono y controlaron mis mails y redes sociales!

JaeHyun mantuvo sus brazos cruzados frente a él.

—¿Es por eso que no me hablabas? ¿Ni siquiera en la escuela?

—Tenía que hacerlo ver realista para quitarlos de mi espalda —dio un paso hacia él.

—No te creo, Mark.

—Vamos, conduje todo el camino desde Ojai y falté a la escuela hoy para hacer las cosas bien. Yo todavía siento lo mismo por ti—Sus ojos nunca abandonaron los de él—Además, con la carta de aceptación temprana de RISD, puedes relajarte ahora.

Levanté mis cejas a Ten. Él asintió en confirmación. Volví a mirar a JaeHyun, quien parecía desprevenido.

—¿Cómo supiste que entré?

Mark puso los ojos en blanco.

—Por supuesto que entraste. ¿Qué escuela de arte en su sano juicio te rechazaría?

Él resopló.

—No lo sé, Markie, tuve que ser honesto y poner el arresto en la solicitud. ¡Hubo una buena posibilidad de que me rechazaran por lo que hice! Por ti.

Mark comenzó a peinar su cabello azul, el dobladillo de su camisa blanca de encaje se levantó para revelar el conjunto de abdominales más plano que había visto nunca.

—Por favor. Te arrestaron por grafiti y estabas aplicando en una escuela de arte. Ellos aman esas cosas.

Algo de tensión pareció aliviarse de la cara de JaeHyun.

—En realidad, pude darle un enfoque como una declaración política en mi ensayo.

Mark se echó a reír y lo abrazó.

—¡Estoy muy feliz por ti, Jae! Sabía que podrías hacerlo.

Él no se apartó. En cambio, sonrió un poco y sus ojos se suavizaron cuando lo miraron.

—Gracias. ¿Cuándo tienes noticias de la Escuela de Artes Visuales? Esa sigue siendo tu primera opción, ¿verdad?

Él asintió.

—No me voy a enterar hasta abril.

Y entonces. Oh Señor. Él inclinó su cabeza hacia él de la misma forma que antes otra vez y juro que su rostro imploraba que lo besado. Y él lo hizo. Él lo besó.

Ay, Dios. De repente me di cuenta de lo malo que era ser testigo de esto. Y por la expresión de Ten, él también lo hizo. Pero estábamos atrapados ahora. Solo podíamos mirarnos con los ojos muy abiertos.

Se separaron y él sonrió.

—Lo nuestro tiene sentido, Jae. ¿Pero tú en el maldito condado de Orange? No tiene sentido.

JaeHyun se rio al instante, con ronquido y todo. Mi corazón se tambaleó.

—Lo sé, ¿verdad? Este lugar.

Él hurgó en su bolsillo y sacó su teléfono.

—¡Vamos a hacernos un selfie para conmemorar que volvemos a estar juntos!

JaeHyun hizo una mueca.

—¿Qué? ¿De verdad? No.

En serio, ¿qué cosa más rara se puede hacer cuando te reúnes con tu ex novio?

—¡Tenemos que hacerlo! —Él ya estaba empezando a posar, colocando su brazo alrededor de sus hombros.

Él suspiró.

— Está bien, pero no lo publiques en todas partes. Es raro.

Inclinando la cabeza, él sonrió y habló con los dientes apretados.

—Solo lo voy a publicar en Instagram; Tengo una cuenta nueva que mis padres no conocen. Todos los demás tienen que saber que estamos de vuelta juntos.

Él lo miró.

—¿Por qué?

Él ya estaba editando la foto, deslizándose como si estuviera en piloto automático. Sus ojos no se movieron de la pantalla.

—Porque somos la pareja más sexy.

Las manos de Ten volaron a su boca para sofocar una risa y contuve las ganas de hacer lo mismo.

—¿No podemos simplemente disfrutar esto por, como, un segundo antes de compartirlo con todos?—preguntó él, mirándolo.

—¿Hm? —Los dedos de Mark estaban escribiendo furiosamente— Lo sabía. Ya tengo siete "me gusta".

JaeHyun se quedó inmóvil por un minuto antes de suspirar profundamente.

— ¿Qué hay de conmemorar solos? ¿Ya que se trata de nosotros?

—¿Solos?—Él finalmente levantó la vista de su ataque de redes sociales. El silencio crujió y contuve la respiración.

—¿Sabes qué? No importa.

JaeHyun se apartó de él. La sonrisa de Mark vaciló.

—¿Qué quieres decir?

—Solo me acabas de recordar que nunca se trataba de mí, o de cómo te sientes por mí. Que todo se resume a manipular tu imagen. Que nunca puedo distinguir lo que es real—Manipulación. Me sentí un poco mal.

La sonrisa se borró completamente de su rostro, Mark entrecerró los ojos y bajó el teléfono.

—¿Qué? No actúes como un santo. Siempre ha sido sobre la imagen contigo, también. No me digas que no te gustó salir con el chico más sexy de la escuela.

OH POR DIOS.

JaeHyun volvió a reírse, pero no su carcajada genuina, sino una dura, amarga.

—Wow, ¿te escuchas a ti mismo? No me arrepiento de nada. Me alegro de haber sido arrestado. No solo reveló tus verdaderos colores, sino que probablemente me ayudará a obtener mi beca.

—¿De qué estás hablando?—Su irritación se hacía más evidente—¿Por qué demonios necesitarías una beca? Tu papá podría comprar RISD.

JaeHyun negó con la cabeza, como si fuera un idiota.

—¿Alguna vez escuchaste algo de lo que dije sobre él? Mi padre solo pagará la universidad si estudio algo más que arte. Y sabes que mi madre no puede permitírselo.

Ten y yo nos miramos de nuevo, sintiéndonos totalmente culpables y terribles por toda esta terrible experiencia.

JaeHyun, por otro lado, estaba más relajado cada segundo, sus manos metidas en las bolsas de su chaleco.

—De todos modos, la ayuda financiera que obtuve con mi aceptación no fue suficiente. Entonces solicité la beca de arte más grande del país con un proyecto que lo va a ganar. Y tu pequeña fase Banksy la inspiró. Así que gracias.

El grafiti.

Mark se trono el cuello, de repente todo gangsta.

—Bueno, pensé que debería darle a esto un intento, pero no necesito esta mierda. Qué desperdicio de faltar a la escuela—Realmente lo odiaba. Él le dio a JaeHyun una palmadita condescendiente en el brazo antes de pasar a su lado—Buena suerte con esa beca, Jae.

Él corrió las cortinas con determinación. JaeHyun se quedó allí por un segundo, con las manos en las caderas. Luego derribó un montón de lienzos, el sonido de ellos golpeando en el suelo resonó en la habitación.

Contuve la respiración, tratando de no echar un vistazo. Claramente, su comportamiento fresco con Mark había sido sólo un acto.

Se quedó mirando el desorden que había hecho, respirando pesadamente. Luego, después de unos segundos, se arrodilló para recogerlo todo, resignado y lento en sus movimientos. Tomó cada parte de mi fuerza de voluntad no correr y ayudarlo.

Cuando finalmente salió de la habitación, se podía oír caer un alfiler. Me sentí mareado por la avalancha de conocimiento que me había inundado en los últimos cinco minutos.

—Oh. Por. Dios.

Me sobresalté, habiendo olvidado que Ten estaba parado junto a mí. Él estaba sacudiendo la cabeza.

—¿Qué demonios fue eso? ¡Me sentí como si estuviéramos en una maldita telenovela!

Sin pensarlo, respondí:

—Lo sé, ¿verdad? Qué perra.

Ten levantó las manos con una expresión de horror.

—Él necesita jugeo—Me reí por su uso de la palabra mal pronunciada en coreano morir. Él continuó—¿Supongo que eso explica todo lo de no querer tener citas? ¿Dejó que lo arrestaran por su mierda? ¡Y luego Mark rompió con él!

Eso era cierto. Eso fue todo. Por eso JaeHyun era tan evasivo. Su gran secreto acerca de no tener citas. Estoy seguro de que ni la desilusión podría siquiera describir la postura de JaeHyun sobre las relaciones.

—Maldita sea —murmuré en voz baja.

Ten me miró y su expresión se enfrió, como si de repente se diera cuenta de que no éramos amigos.

—Bueno, supongo que no hay moros en la costa, ¿eh? Ahora puedes demostrar que eres el chico bueno—La amargura era palpable.

—Um, yo no...— me detuve. Él suspiró.

—Es obvio que por alguna razón él siente algo por ti.

¡¿De Verdad?!

—Confía en mí, estoy tan confundido como tú. Pero en realidad, después de ver este dramático desastre, puedo ver por qué el querría a alguien un poco más…tranquilo— Me miró de arriba abajo con aire de desaprobación.

Yo fruncí el ceño.

—¿Se supone que debo agradecerte o algo? Has sido tan...

—¿Perra? ¿Y qué? Nos gusta el mismo tipo, y tú me fastidias mucho. Punto—Él comenzó a alejarse.

Esto no estaba bien.

—¡Oye! ¡Ten!

Se detuvo y se dio la vuelta, soplando su cabello con irritación.

— ¿Qué?

Tomé una respiración profunda.

—No sé lo que hice para hacerte enojar tanto. Realmente... no lo sé, apesta que alguien sienta eso por ti sin ninguna razón, ¿sabes?

—Wow, estás tan lleno de ti mismo. ¿No tienes idea de por qué me molestas?

—No.

—Bueno, en primer lugar, nos conocemos desde que éramos pequeños.

Mi boca se abrió.

—¿Qué?

Se movió de modo que estaba parado directamente frente a mí, con los brazos cruzados.

—Solíamos ser amigos en la escuela coreana. Pero en aquel entonces nos llamábamos por nuestros nombres coreanos; El mío era Young Heum.

¿Escuela coreana? No había ido a la escuela coreana desde que tenía siete años; apenas recordaba todas las tardes de sábado que pasé en una iglesia aprendiendo el alfabeto coreano y demás.

Espere. Oh Dios. Young Heum. De repente me acordé de él. Él había sido flaquito y tímido. Y le gustaba dibujar. Mucho. Siempre dibujaba princesas de Disney y personajes de Sanrio para mí.

Él debe haber visto el reconocimiento cruzar mi cara.

—¿Sí? Bueno, eras mi único amigo en ese lugar en ese entonces, y de repente decidiste abandonarlo. Sin rastro. Y así, imagina mi sorpresa cuando te vi por primera vez, aquí, el primer año. Fue como, ¡Yay! Es Taeyong. Pero no me recordabas y estabas tan involucrado en toda esta mierda popular de la escuela, que nunca hablarías con los fanáticos del arte que fumaban marihuana. En realidad, traté de ser tu amigo, ¿te acuerdas?

Me mordí el labio, tratando realmente de ubicar esta versión de Ten, pero no pude.

—No lo sé. Realmente no recuerdo...

Ten me fulminó con la mirada.

—¿Te das cuenta de cuan peor es eso? ¿Que estabas tan envuelta en tu propia mierda que ni siquiera recuerdas a alguien tratando de ser tu amigo? Tan grosero. Pero ahora, de repente, ¿te gusta el arte debido a un tipo? Es patético.

Eso picó. Porque era cierto.

—Lo siento, Ten. No pretendía ser un imbécil o un esnob, solo... —Muchas cosas pasaban por mi mente. Pero algo que había dicho antes se atascó. Y mi timidez dio paso a la ira. Yo también crucé mis brazos, tratando de mantenerme fresco—Por cierto, dejé de ir a la escuela coreana porque mi madre murió y ya no podíamos costearlo.

Ten parpadeó un par de veces, y vi que la arrogancia lo abandonaba, y sus brazos se posaron a los lados. Él se mordió el labio.

—Oh. No… Dios, lo siento—Lo había apodado la “Bomba-M”, cada vez que le contaba a alguien sobre la muerte de mi madre por primera vez.

Suspiré.

—Está bien, fue hace mucho tiempo. Pero sí, tal vez eso explica las cosas. Y tal vez podrías superarlo ahora—Lo rocé saliendo del salón y dando un paso afuera.

El sol me cegó y me tomé un momento para recuperar la vista, aturdido por la rareza de los últimos minutos. Y cuando miré hacia arriba, vi a JaeHyun. Y nuestros ojos se encontraron.

11

PASO 11: DEMUESTRA QUE ERES DIFERENTE A TODOS LOS OTRAS PERSONAS “EN EL MUNDO ENTERO”.

Hay 2 opciones: Lo sabe o no lo sabe.

Que astuta hipótesis, Tae. No hay más que pura ciencia brillante en tu cerebro.

Miré hacia otro lado, mi corazón latía con fuerza. Y luego oí que la puerta del estudio detrás de mí se abrió y vi a Ten agacharse. Él me miró brevemente antes de notar a JaeHyun. Se quedó boquiabierto, su expresión cada vez más incrédulo. Oh, oh. Necesitaba explicarme, urgentemente. Había empezado a caminar hacia él cuando él se dio la vuelta y corrió. Huyo de mí.

La desesperación se cernía sobre mí cuando me quedé mirando hacia donde había ido. ¿Ahora qué? ¿Lo había arruinado para siempre esta vez?

Pero ya sabía la respuesta. Ninguna cantidad de falta de comunicación terminó con una relación en los K-dramas. De hecho, fue como si un químico fortaleció la relación al final. Lo mutó y lo fortificó.

Saqué mi cartera de la mochila y desdoblé mi lista desgastada. Ya que cometí un error, ahora tengo una oportunidad perfecta para compensarlo empleando el paso 11: Demuestra que eres diferente a todas las otras personas EN EL MUNDO ENTERO.

Y sabía exactamente cómo hacerlo.

✎ ✎ ✎

Unos días más tarde, Yuta y yo íbamos a un estacionamiento cubierto de maleza. Él se llevó a Rapunzel a un lugar.

—¿Estás listo?

Tomé una respiración profunda.

—Supongo. De alguna manera he logrado no ver a Jong Suk (alias JaeHyun) durante cuatro días. Creo que me ha estado evitando. No se presentó al Club de Arte y no sé si vendrá hoy, así que... ¿tan lista como lo estaré alguna vez?

Estábamos en un centro juvenil en la siguiente ciudad, básicamente "al otro lado de las vías", donde las personas no eran todas homogéneas desde el punto de vista racial y socioeconómico. Yuta había sido voluntario aquí desde el primer año y yo sugerí planear un taller del Club de Arte con él, con una donación de suministros de arte de una tienda local. En los K-drama siempre fue la bondad pura de la heroína la que realmente atravesó el cinismo al estilo Rochester del chico sobre el amor. Tenía la esperanza de que viéndome interactuar con amor con los niños apelaría a algún instinto biológico de hombre heterosexual. Para que llegara a la conclusión de que no era en realidad un caprichoso entrometido, sino una persona maternal, angelical, a quien los niños acudían en masa. Clásica heroína del k-drama. Y todo lo contrario de Mark.

Así que era hora de ser ese héroe.

Después de lograr que un Yuta, no muy convencido, me ayudara, también logré convencer al Sr. Renjun de que nuestro Club de Arte pasara un viernes por la tarde en el centro para jóvenes y les enseñara algo de arte.

Yuta y yo entramos en la gran sala de juegos en el centro de recreación y comenzamos a organizar mesas y sillas en grupos para que los niños trabajen juntos. Habíamos llegado antes que todos los demás; el resto de los chicos del Art Club tomaron un autobús de la escuela. En el momento en que aparecieron, la habitación era prácticamente un caos a nivel del Señor de las Moscas y Yuta y yo estábamos tratando de poner las cosas bajo control. Vi a Ten entrar, e inmediatamente se dirigió hacia Jungwoo después de mirarme rápidamente. Mmm. No podía decir si su odio por mí se había calmado un poco desde que se había lanzado la bomba-M o si todavía estaba avergonzado por toda la ardua experiencia en el salón de arte.

Y por millonésima vez en mi vida, estaba buscando a JaeHyun cuando el Sr. Renjun se me acercó, con el sombrero de paja posado alegremente en su cabeza.

—¿Qué tienes preparado, Taeyong?

Le lancé una mirada de súplica a Yuta. Él dijo:

—No te preocupes, puedo con esto.

Luego él silbó tan fuerte que algunos niños cayeron al suelo de rodillas y se taparon las orejas.

—Siéntense. AHORA—Su gruñido literalmente retumbó a través de la habitación. Los treinta y tantos niños se apresuraron a encontrar asientos en las sillas de plástico naranja brillante dispuestas alrededor de las mesas.

Y luego ahí estaba él.

Palpitaciones. Pum-pum, Pum-pum.

Estaba en la entrada, mirando la habitación con frialdad.

Tratando de no desanimarme, asigné a los estudiantes del Club de Arte a cada grupo, dos de nosotros a una mesa. Se suponía que íbamos a hacer que los niños comenzaran con algunos bocetos y finalmente hubiéramos terminado el trabajo al final del taller. Cuando fue mi turno de elegir el grupo de JaeHyun, traté de llamar su atención, pero mantuvo sus ojos en su teléfono.

—Y, umm, JaeHyun, tú y yo podemos trabajar con este grupo—Su cabeza se alzó y nosotros hicimos un breve contacto visual antes de que él se dirigirse hacia el grupo y se dejó caer en una silla. Está bien. ¿Así es como quieres jugar? ¡Tengo todo el día para esto, amigo!

Nuestro grupo estaba formado por dos niños, llamados Taehyun y Jungkook, y dos niñas, llamadas Wendy y Seulgi. Tenían entre seis y nueve años y estaban muy entusiasmados. Normalmente solo jugaban afuera o tenían que hacer la tarea, así que este era un día especial para ellos.

JaeHyun se echó hacia atrás, todavía mirando su teléfono. Fruncí el ceño y aplaudí mis manos.

— De acuerdo, muchachos, ¡hoy vamos a trabajar en un arte divertido! ¡Vamos a empezar con algunos bocetos! ¿Saben lo que es un boceto?

Los cuatro niños me miraron fijamente. Taehyun eructó.

—Hm, está bien. Los bocetos son dibujos que haces para calentar antes de comenzar la pieza terminada que quieres hacer.

JaeHyun se aclaró la garganta ruidosamente. Lo fulminé con la mirada.

— ¿Tienes algo que decir o simplemente estás triunfando en Candy Crush en este momento?

Él no levantó la vista de su pantalla.

—Los bocetos no tienen que estar sin terminar, también pueden ser sus propias piezas terminadas.

Jungkook agitó su mano en el aire.

—¿Así que los bocetos también son arte?

Antes de que pudiera responder, JaeHyun respondió:

—Sí, el arte es lo que quieras que sea— Me miró— No dejes que las personas de mente estrecha traten de definirlo por ti.

Poniéndolo en difícil, JaeHyun. Le sonreí directamente.

—Gracias por eso. No me sorprende que alguien cuya primera palabra fue impresionismo tenga un conocimiento tan profundo del arte.

JaeHyun inclinó la cabeza y me miró con una sonrisa.

—¿Estás acosando mis páginas de fans?

Seulgi levantó sus pequeños brazos.

—¡Esto es aburrido!

Me centré de nuevo en los niños.

—Está bien, perdón. Todos agarren un poco de papel.

Había imaginado una tarde pacífica en la que guiaba a los niños para que vieran la belleza del mundo a través del arte. Comenzó bien: los niños se sentaron en silencio y dibujaron en su mayor parte. Caminé alrededor, tratando de ser útil y sugerir ideas. JaeHyun incluso se enderezó y comenzó a conversar con Jungkook sobre su boceto de Bob Esponja.

Pero tan pronto como Taehyun descubrió los marcadores y se hizo un tatuaje en sí mismo, se fue cuesta abajo.

—¡Mira, un tatuaje! —dijo Taehyun, levantando orgullosamente su brazo, que ahora tenía un gato gigante dibujado.

—Eso es un tatuaje estúpido—Seulgi resopló, pero de inmediato alcanzó a través de la mesa y tomó un puñado de marcadores de la caja de suministros. Jungkook y Wendy la siguieron de inmediato, y todos comenzaron a garabatear sobre sí mismos.

—¡Chicos! —grité—¡Paren! ¡Ahora mismo! ¡Se supone que estamos trabajando en nuestros bocetos!

Los marcadores eran claramente una mala idea y me apresuré a intentar recuperarlos, pero terminé jugando tira y afloja con Seulgi.

—Seulgi, ya no estamos usando esto —dije con severidad. Ella tiró de mi mano.

—¡No es justo, quiero usarlos! —Estábamos de pie ahora, agarrando el paquete de marcadores con ambas manos.

—Que pena—dije con los dientes apretados mientras mantenía mi agarre firme en los marcadores. Sus ojos verdes de repente se llenaron de lágrimas. Uh. Oh no.

Un tercer par de manos cerró las mías, cálidas y firmes.

—Está bien, ¿por qué no hacemos un acuerdo? — Miré a JaeHyun de pie sobre nosotros, un halo literal de luz del sol iluminándolo desde atrás—Seulgi, si prometes usar solo los marcadores en el papel, te dibujaré a Elsa de Frozen— dijo con un pequeño guiño.

Sus lágrimas parecían retroceder en sus ojos.

—Bueno.

Él levantó sus cejas hacia mí. Puse los ojos en blanco y solté los marcadores, desenredándome a regañadientes de las manos de JaeHyun.

JaeHyun se volvió hacia Seulgi y le tendió la mano para chocar los cinco. Ella, tímidamente, lo hizo y luego volvió a la mesa riéndose. Nadie era inmune a los encantos de JaeHyun.

—Lo mismo va para el resto de ustedes, ¿de acuerdo? ¡Dibujen en el papel o son carne muerta! — JaeHyun señaló a cada uno de ellos para acentuar el punto. Todos se rieron e inmediatamente volvieron a trabajar en el papel.

—Eres bueno con los niños.

Se encogió de hombros.

—Solía cuidar niños, mucho.

—¿Lo hacías?

La incredulidad apareció antes de que pudiera evitarlo.

—Sí. ¿Por qué? ¿Es tan difícil de creer?

—¿Un poco?—sonreí—Me imagino que fue difícil acoplarte al trabajo de niñero siendo un genio del arte.

Apretó los labios, pero de todos modos se escapó una risa.

—Está bien, entonces has hecho una búsqueda exhaustiva en Google acerca de mí.

¿Cuál era el punto de pretender que no lo había hecho? Era mi turno de encogerme de hombros.

—Más o menos.

Nuestros ojos se encontraron y, aunque era un poco incómodo, sentí que algo de la rareza entre nosotros se derretía.

Tragué nerviosamente.

—JaeHyun, yo…

—¡Maestro, maestro! ¡No sé cómo dibujar una medusa peluda! —gritó Taehyun.

—Esa es mi señal —dijo JaeHyun, girándose sobre sus talones para sentarse junto a Taehyun. ¡Taehyun, tú, pequeño. . .!

Las siguientes dos horas pasaron volando, y apenas tuve tiempo de hablar con JaeHyun mientras trataba de ayudar a Wendy a pintar un unicornio de siete cuernos, y luego adornar el muy detallado retrato de Stephie con brillos. Pero de vez en cuando le echaba un vistazo a JaeHyun con los otros niños mientras les mostraba pacientemente cómo dibujar perspectivas o mezclar colores de pintura para crear otros colores. Pero fue su facilidad con ellos, su absoluta fe en su creatividad lo que me hizo querer trepar por la mesa y plantar un beso en su boca. Estaba en su ambiente, y los niños lo adoraban.

Y luego, de repente, eran las cinco y los padres comenzaron a recoger a sus hijos. Se llevaron sus obras de arte y se las mostraron orgullosamente a sus padres. Fue muy dulce y me conmovió mucho todo, incluso si la buena obra se había inspirado en la lista de k-drama, fue agradable haber pasado una tarde haciendo felices a estos niños. Los miembros del Club de Arte parecían sentir lo mismo, y todos estaban sonriendo mientras limpian y decían adiós a los niños.

Cuando los últimos se fueron, me dejé caer en una pequeña silla.

—Hombre, tienen tanta energía — le dije a Yuta. Él recogió algunos trozos de papel del suelo.

—Lo sé, ¿verdad? Fue agradable tener a otras personas que ayuden hoy.

—Avísame cuando lo necesites de nuevo. Creo que todos lo disfrutaron.

Yuta se rio.

—¿Y agregar otro extracurricular a tu vida?

Antes de que pudiera responder, vi a JaeHyun caminando hacia la puerta. Y mientras las cosas se habían descongelado ligeramente entre nosotros hoy, difícilmente llamaría a mis intentos de ser alguien maternal un éxito. No solo quería disculparme por el incidente del armario, sino que tampoco tenía idea si algo de esto había funcionado.

—¡JaeHyun! —lo llamé. Se dio la vuelta y me acerqué a él mientras Yuta, tan sutilmente, atravesaba la habitación para limpiar otra mesa.

Me miró expectante. Sólo hazlo, Tae.

—Oye... entonces, eh, quería decirte antes que lo siento mucho por el otro día—Me moría con cada palabra—No me di cuenta de que iba a escuchar esa conversación. Y tampoco Ten—añadí, mirando hacia la parte trasera de la habitación donde Ten estaba recogiendo sus cosas— Simplemente nos quedamos atrapados allí—Esto era cierto para Ten. Solo una pequeña mentira blanca de mi parte.

JaeHyun pareció mortificado por un segundo, también, y nos quedamos allí, dos estatuas torpes.

Finalmente rompió el silencio.

—Está bien.

—También, perdóname si te metiste en problemas por el incidente del barco.

Me lanzó una mirada inquisitiva.

—¿Por qué? No fue tu culpa.

Ataque de remordimiento.

—Oh, pero aun así... ¿no te castigaron de nuevo o algo así?

—El castigo fue pasar las vacaciones con él. Y ahora estoy a su entera disposición para las tareas domésticas.

Sonreí.

—¡Oh! ¡Eso no suena tan mal!

—Además, tengo que pasear a los tontos perros de mi padrastro todos los días—Hizo un puchero.

—Eso suena horrible. ¿También tuviste que renunciar a tu asignación semanal? —pregunté con la cara seria. Él se rio, no su gran típica risa con hermosos hoyuelos, pero aún era un poco de risa.

Y entonces de repente me acordé.

—¡Oye! ¡Y felicidades por tu aceptación pronta a RISD! Eso es genial.

Miró un momento sus zapatos y mi corazón comenzó a hundirse más abajo en mi estómago.

¿Acabo de recordarle el incidente del armario otra vez? Luego levantó la vista con una pequeña sonrisa.

—Gracias, pero todavía no puedo ir hasta que averigüe el tema de la beca.

Asentí.

—Cierto. Bueno, con suerte...

El Sr. Renjun gritó:

—¡De acuerdo, todos en el autobús! Gracias por planear esto, Taeyong y Yuta. ¡Fue genial, tendremos que hacerlo de nuevo!

JaeHyun tiró de su gorro y se alejó diciendo:

—Nos vemos.

Y eso fue eso. Mi cara se sonrojó cuando rápidamente ayudé a Yuta a limpiar. Luché contra las lágrimas para que Yuta no pudiera ver mi decepción.

Y ahí fue cuando vi un montón de dibujos de JaeHyun.

Me detuve para hojearlos. Uno de ellos fue un excelente Bob Esponja. Otro, un par de zapatos que recordaba que llevaba Taehyun. Un gato robot. Una princesa ninja. Hojeé varios dibujos divertidos hasta que encontré uno que me hizo congelar.

Era un dibujo de mí, sentado en una mesa con la cabeza ligeramente inclinada, apoyado en mi mano. Quién sabe cuándo atrapó ese momento. Pero no fue solo el hecho de que me dibujo lo que me hizo detenerme. Fue el cómo me había dibujado. Las líneas cuidadas y sensibles, el momento tranquilo capturado.

Era tan íntimo, tan estudiado. Tan... conocido. Una pequeña sonrisa se convirtió en una gran sonrisa.

Saqué la lista de K-drama y la observé con amor. Yuta se me acercó y me miró por encima del hombro.

—¿Todo salió bien hoy?

Besé la lista fuertemente.

—Crisis evitada. La lista me salvó una vez más.

12

PASO 12: DESCUBRAN QUÉ TAN REAL ES SU AMOR POR MEDIO DE UN SUCESO QUE ATENTE CONTRA SU VIDA.

—No puedo creer que realmente estemos haciendo esto ahora mismo.

Creo era la primera vez en mi vida que veía a Yuta sudar. El esfuerzo físico y él no eran los mejores amigos. Estábamos caminando en medio de Stony Point Drive, con el sol golpeando sobre nosotros, a una milla de distancia de mi casa, mientras Lucas estaba colocando conos y cintas amarillas en cada extremo de la calle.

Fue una semana después de la visita del Club de Arte al centro juvenil. Después de ver el dibujo que JaeHyun había hecho, sabiendo que él sentía algo por mí, quisiera o no admitirlo, estaba impaciente por ponerme en marcha. Deseaba poder simplemente saltar a nuestro primer beso, pero sabía que todavía tenía trabajo por delante. Así que todo el fin de semana tuve una lluvia de ideas para descubrir el paso 12: descubran qué tan real es su amor por medio de un suceso que atente contra su vida. Había visto algunos dramas con mi papá y finalmente había ideado un plan.

Dispersé un puñado de clavos en la calle mientras Yuta soltó uno. No se ve un alma en esta tranquila calle lateral de uno de los barrios vacíos y misteriosos de Monte Vista. Para una ciudad con un clima casi perfecto durante todo el año, la gente casi nunca salía de sus casas con aire acondicionado.

Tirando de su cabello en una coleta alta, Yuta me miró intensamente.

—Tae, ¿cómo exactamente vas a lograr esto de nuevo?

Intenté ser paciente mientras le explicaba el plan.

—Tendremos una rueda pinchada, golpearemos la banqueta y fingiré que me golpee la cabeza. Luego puedo entrar en ese modo de damisela en apuros y Jong Suk (JaeHyun) será superado con su preocupación por mí. Así dándose cuenta de que me ama.

Esos grandes ojos ámbar me atravesaron.

—Guau. Eso son algunas grandes esperanzas. Además, ¿qué pasa si alguien se lastima? De todos los pasos, este parece el más extremo.

Había un pequeño tirón de culpa que había sido cada vez más persistente últimamente.

—Sí, lo sé, este es exagerado. Pero solo son unos pequeños clavos, lo peor que puede pasar es que tengamos una llanta desinflada. Que es con lo que estoy contando. Y hombre, estoy tan cerca. Puedo sentirlo. Ese dibujo que hizo de mí. . . creo que este será el factor decisivo. Además, ¿no sabes que el estrés hace que el cuerpo emita ciertas endorfinas que pueden crear un vínculo intenso con quien más lo atraviesas?

Caminó por delante, arrojando unos clavos descuidadamente al viento.

—Sí. Yo también miré Speed.

Miré nuestra obra, las manos en mis caderas.

—Es realmente loco. En realidad, podría graduarme de la escuela secundaria con un novio.

Yuta se dio la vuelta y me lanzó una mirada nivelada.

—Taeyong. Eres alguien que va a ir a Stanford para convertirse en médico. Tener un novio en la escuela preparatoria no se compara. Los novios están sobrevalorados— Hizo una pausa y señaló a Lucas—Y lo mismo con las novias, si vamos al caso.

—Es fácil para ti decirlo —dije con risa, mirando mi teléfono—Está bien, estamos bien, regresemos.

Yuta lanzó una última mirada inquieta detrás de nosotros cuando dijo:

—Okaaay. Entonces, ¿realmente no te preocupa que alguien más pueda conducir sobre esto?

—¡Yu! Te lo dije, la gente en Monte Vista obedecerá los conos.

Enlacé mi brazo con el de Yuta, aunque sabía que este tipo de comportamiento de BFF de niña lo volvía loco.

—¿Y qué hay de nuevo contigo?

Él hizo una mueca.

—¿Por qué?

—¿Qué quieres decir? ¡Te estoy preguntando cómo te va!

—¿Es esto un truco para que te ayude con más cosas raras?—preguntó él, deteniéndose bruscamente para mirarme.

Mi corazón se hundió un poco. La vida había sido pasos K-dramáticos 24/7, y me di cuenta de que esta era la primera vez en pocas semanas que le preguntaba a Yuta sobre lo que estaba pasando con él. Apreté su brazo extra fuerte.

—No, no es una estrategia. Y lamento que todo haya sido todo sobre Jong Suk.

Él se encogió de hombros.

—Lo entiendo. Cosas de primer novio. Te perdono—Pero él me dio un apretón en el brazo, y supe que no obstante lo apreciaba.

—Entonces, ¿cómo van las cosas con WinWin? —pregunté mientras caminábamos por la mitad de la calle vacía hacia Lucas y su auto.

Yuta hizo un ruido de pedo.

—Él se está poniendo tan pegajoso. Que lo supere.

—¡Yu! —Lo amonesté—Eres la peor pesailla de todos los chicos, ¿lo sabías?

—Creo que quisiste decir el sueño—dijo él de manera sensual, inclinando su cabeza hacia la mía. Lo aparté con un fuerte empujón en su sien.

—¡Estoy siendo serio! Mi peor pesadilla es que JaeHyun piense de esa manera sobre mí.

Los láseres de los ojos de Yuta me atravesaron.

—Hay cosas peores que fracasar en una relación, ya sabes. Y hablando de. . . si hay algo que he aprendido con todos mis novios, es que eventualmente tienes que dejar de jugar. ¿Cuánto tiempo más vas a seguir con esto?

¿Por qué estaba siendo aguafiestas sobre esto? Desenlacé mi brazo del de él.

—Cuando este hecho.

Avancé por delante de él, molesto. ¿No podía ver lo cerca que estaba? No había ninguna forma de parar ahora.

✎ ✎ ✎

Lucas se quedó atrás para proteger los conos y Yuta me llevó de regreso a la escuela donde espió a JaeHyun mientras yo ayudaba al comité estudiantil a organizar un mitin. A las 5:02 él me envió un mensaje de texto desde su escondite diciendo que JaeHyun estaba saliendo del estudio de arte y se dirigía hacia el estacionamiento. Respiré hondo y agitado. Como si mi cuerpo temblara interiormente. Aquí voy.

Mis pisadas pesadas ocultaron el temor que estaba burbujeando dentro de mí mientras caminaba rápidamente por el estacionamiento en mis Vans.

—¡JaeHyun!

Se quedó inmóvil en medio de un estiramiento de brazos de chico cool, sus brazos quedaron por encima de la cabeza, de modo que su camisa se levantó ligeramente para revelar una pizca de su abdomen lechoso.

—¿Qué?

Me distraje momentáneamente por esa pulgada de piel.

Pervertido.

—¿Hm? Oh. Por casualidad, ¿puedes llevarme? Se suponía que Yuta me iba a llevar a casa, pero tenía que irse. Algo sobre su gato—La familia de Yuta tenía un gato de veinte años llamado Chubbins, que estaba casi siempre al borde de la muerte. Así que mi mentira no era tan difícil.

JaeHyun parecía un animal acorralado por un segundo. Caray. Lograr que se relajara conmigo no sería una tarea fácil.

Se aclaró la garganta.

—Uh, bueno, no sé si vivimos cerca uno del otro.

—¡Qué! Ambos vivimos en Monte Vista, ¿qué tan lejos podría estar de tu casa? —Mi acto de indiferencia se evaporó cuando frunció el ceño.

Por la forma en que arrastró sus pies, pensarías que le había pedido que hiciera una cita para una colonoscopia.

—Bien. Lo que sea. Mi carro está por allí.

Caminamos hacia un viejo Honda Civic azul maltratado. Pasé mi mano por la capucha abollada.

—Lindo carro.

Me lanzó una mirada arrogante.

—Ustedes, gente de OC (Condado de Orange) y su devoción por lo nuevo.

Oh, señor. No tenía idea de lo que acababa de desatar.

—En realidad, no estaba siendo sarcástico. El Civic es la joya de la corona de Civics, al menos aquí en EE.UU. Transmisión de cinco velocidades, suspensión ajustada con barras estabilizadoras más rígidas e incluso una barra de refuerzo—Caminé alrededor de él, examinando la pequeña obra maestra—El capo más bajo y la configuración más amplia de las ruedas y los neumáticos hacen que este sea estupendo para el manejo diario con gran aspecto y sensación, pero también una plataforma increíble para un aficionado a los accesorios—le dije mientras lo miraba.

Yo estaba en mi zona y practiqué.

—Quiero decir, que un auto que gane alrededor de treinta millas por galón con este tipo de rendimiento en el ’99 era realmente impresionante. Supongo que esa es la belleza de VTEC, ¿eh?

Fue entonces cuando me di cuenta de que JaeHyun me estaba mirando. Oh mierda. Había desatado otra capa de nerd en JaeHyun. Me sonrojé, pero luego recordé a Hae-Soo de It´s Okay That´s Love, y cómo ella siempre fue tan ruda cuando callaba a la gente con su conocimiento médico. Para atraer la atención de tu crush, se muy, muy capaz o informa sobre algo inesperado para sorprender y asombrar a quienes te rodean de una manera muy natural.

Reuní una sonrisa, como si estuviera súper orgulloso de la conversación sobre el automóvil.

Confianza, Tae. Transmite quién quieres ser.

—¿Por qué sabes todo esto?—JaeHyun preguntó, tirando de la puerta del lado del pasajero para mí. Ese pequeño gesto no pasó desapercibido, y mentalmente le agradecí a su mamá hippie por criarlo bien. Continuó sus preguntas—¿También lees el libro azul de mecánica automotriz en tu tiempo libre cuando no estás construyendo robots en tu sótano?—La incredulidad hizo que su voz fuera un poco ronca, como su risa.

Me deslicé en el asiento y esperé hasta que él subiera al auto antes de responder.

—Mi papá es mecánico. Duh—Aunque hubo un verano en la escuela secundaria cuando leí un manual de mecánica automotriz por curiosidad.

JaeHyun hizo esa cosa de respaldo del auto donde giras todo tu cuerpo hacia la derecha y colocas tu brazo en la parte posterior del asiento del pasajero. Donde estaba sentado. Su mano rozó ligeramente mi cabello y percibí una bocanada de sudor y mentas. De alguna manera un cóctel intoxicante pero asqueroso.

—Un mecánico. Eso es genial.

—Creo que sí.

—No es un trabajo que muchos de los padres de las personas en esta escuela tienen.

Me encogí de hombros.

—No, pero no es como si a alguien realmente le importara. Creo que la parte más redentora de California es que aquí hay un espíritu de verdadera meritocracia que está ausente en las partes más antiguas del país.

JaeHyun volvió a reír, su mano maniobrando hábilmente el volante y sus ojos moviéndose rápidamente entre los espejos y el parabrisas. Oh, él era un conductor muy meticuloso. Por qué lo encontré tan sexy, no lo sé. Hijo de una rareza mecánica.

Me miró brevemente.

—Tienes esta forma de hablar. . .

—Sí, sí, como un vulcano.

Él rio.

—Exactamente.

—Gira a la izquierda —le dije con una sonrisa. De repente me di cuenta de que los dos estábamos juntos en un auto pequeño. Solos. Y se sintió realmente, muy íntimo. ¿Podría él oler mi aliento? Respiré sutilmente en mi palma.

Un par de vueltas después y estábamos casi en la calle donde Yuta y yo habíamos dejado caer los clavos. Oh, hombre, estaba a punto de suceder.

—Tengo que decirle a mi papá que recoja un poco de leche—dije mientras sacaba mi teléfono y comencé a enviar mensajes de texto con furia a Lucas, que estaba esperando saber de mí:

Empieza la operación Linda Vista. Estaremos allí en menos de 1 min.

Esa fue su señal para mover la cinta de tráfico y los conos. Recibí un mensaje de texto inmediato:

Hecho.

Y luego le indiqué a JaeHyun que girara a la izquierda en Stony Point Drive. Jugué nerviosamente con mi teléfono. Estábamos a punto de conducir sobre los clavos…

Viento en popa.

¿Qué diablos? Estiré el cuello para mirar por la ventana la calle. Los clavos estaban allí, incluso eran visibles cuando pasábamos por encima de ellos, brillando bajo la luz del sol. Miré a JaeHyun, pero él no pareció notar nada.

Bien. De acuerdo, hagámoslo de nuevo.

—¡Oh mierda! Me acabo de dar cuenta de que dejé algo en la escuela—Tae, pensandor con velocidad de un rayo—Mi libro de cálculo, que necesito para hacer mi tarea esta noche. ¿Podemos por favor volver a la escuela? Lo siento.

JaeHyun no parecía perturbado.

—Oh, está bien, claro—Como esperaba, él rápidamente dio una vuelta en U y cuando habíamos retrocedido lo suficiente, me golpeé la frente con la palma de la mano.

—¡Oh, soy tan idiota! De hecho, olvidé que lo dejé en casa, así que estamos bien.

—¿Estás seguro?—JaeHyun me miró, y casi pude sentir su fe en mí escapándose de él.

—Sí, ¡estoy seguro! Lo siento.

Así que volvimos a dar la vuelta.

Contuve la respiración. Estaríamos sobre esos alfileres justo ahora…

Y luego escuché un estallido explosivo, el inconfundible sonido de un neumático que se desinfla.

¡Mierda, eso fue mucho más intenso de lo que pensé que iba a ser! Pero antes de que pudiera siquiera darme cuenta de eso, el auto se deslizó a la derecha inmediatamente, y JaeHyun apretó el volante con un "¡Oh, mierda!". Pero él no pudo controlar el auto lo suficientemente rápido y nos topamos violentamente contra la curva, un fuerte crujido que perforaba el aire cuando algo debajo del auto raspaba contra la banqueta.

—¡Cuidado! —grité, instintivamente cubriendo mis ojos con mis manos.

Entonces sentí que algo pesado se estrellaba contra mi torso, algo pesado pero suave. Abrí los ojos para ver el brazo derecho de JaeHyun estirado sobre mí, usándolo como cinturón de seguridad. Antes de que pudiera registrar lo adorable que era, me enderecé de vuelta a mi asiento. Y luego un boom gigante cuando las bolsas de aire se dispararon en un abrir y cerrar de ojos, aplastándome la frente.

Hubo unos segundos de silencio cuando las bolsas de aire comenzaron a desinflarse inmediatamente. Entonces sentí que el brazo de JaeHyun se movía, sobre mi regazo donde había aterrizado. Tocó alrededor, su mano agarrando mi muslo antes de detenerse bruscamente.

—¿Estás bien?—Escuché su voz apagada. Seguía mirando hacia el frente, intentando registrar lo que había sucedido.

Asentí, aturdido, pero sintiéndome bien.

—¿Taeyong? —Escuché un ligero pánico en su voz y me giré para mirarlo, su cabeza también apoyada contra su asiento, pero girada hacia la mía. Ojos oscuros preocupados, su gorro desarreglado.

Parpadeé un par de veces, viendo estrellas.

—Si estoy bien. ¿Estás bien? —pregunté. Él también asintió, luciendo tan aturdido como yo.

—Sí, pero creo. . . —Tocó debajo de su ojo izquierdo donde se estaba formando un moretón. Hice una mueca por él, sintiéndome muy mal por causarlo. Por alguna razón, en todas mis maquinaciones, un accidente automovilístico menor nunca involucró lesiones reales.

Buscó a tientas el retroviso, lao bajó y se miró en el espejo.

—¿Voy a tener un ojo morado? —gritó mientras comenzaba a inspeccionar su rostro. Dejó escapar un gemido cuando tocó el lugar donde estaba tierno. Estaba a punto de burlarme, excepto que su herida parecía realmente dolorosa.

Salimos del coche y lo rodeamos. Aparte del neumático reventado, parecía que su transmisión había sido desalojada después de que el automóvil saltara por la acera. Mierda, mucho más daño de lo que había previsto.

Me sentí realmente una mierda.

—¿Estás seguro de que estás bien? ¿Deberíamos ir al hospital? —me preocupé mientras miraba a JaeHyun de nuevo.

—Creo que está bien. . .Sin embargo, voy a llamar a un remolque. No creo que podamos conducir esta cosa. ¿Puedes ir a hablar con esas personas que están saliendo de sus casas y decirles que estamos bien? —preguntó, ya en su teléfono. Miré a mi alrededor y vi a algunas personas que venían para ver qué estaba pasando. Ugh.

Después de que les aseguré a todos que estábamos bien y que pedí ayuda, de repente escuché un sonido muy familiar. Dos staccatos cortos seguidos de un largo estruendo.

Me di la vuelta lentamente para ver a mi papá en su camión de remolque de su taller, Camión Remolcador, como había sido bautizado. ¡Nooooooooo!

—Uh, ¿a quién llamaste para un remolque? —Le pregunté, mi voz aguda.

—Johnny, el taller de autos de papá, ¿por qué?

Señor. Cerré mis ojos. ¿Cómo, en nombre de Dios, eligió el taller de automóviles de mi padre de todas los talleres de automóviles en Monte Vista, en todo el mundo?

—Um, es sólo que. . .

—¡¿Taeyong ?! —gritó mi papá por la ventana. Oh no. Me sentí mareado cuando lo vi estacionar el camión salvajemente. Mierda, mierda, mierda. Saludé con la mano y sonreí, para que supiera inmediatamente que estaba bien.

—¡Hola! —grité. JaeHyun me miró y luego a mi papá. Mi corazón latía como loco y estaba sudando.

—¿Estás bien? —JaeHyun preguntó, ese pequeño surco apareciendo entre sus ojos. Negué con la cabeza.

—No, ese es mi papá. ¡Y probablemente se está volviendo loco!

Parecía confundido.

—Pero fue solo un pequeño accidente.

—Sí, y mi madre solo murió de una embolia pulmonar, eso es todo —le espeté. Sus ojos se agrandaron, pero parecía confundido.

—¿Qué tiene eso que ver con…?

Antes de que pudiera decir algo más, mi papá ya estaba saltando de la camioneta y corriendo hacia mí. Su rostro estaba blanco de miedo.

—¡Taeyong! ¿Tuviste un accidente? ¿Estás bien? ¿Qué sucedió? —Su frenética línea de preguntas hizo que mi corazón diera un vuelco y mantuve mi sonrisa pegada en mi cara.

—Estoy bien, Appa. Sólo un mal manejo de la curva. Todo el mundo está bien.

La preocupación desapareció de su frente, y sentí que me relajaba un poco también. Él comenzó a inspeccionar mi cabeza, sin notar a JaeHyun todavía.

—Um, Appa, esta es mi amigo JaeHyun.

Mi papá me lanzó una breve mirada antes de volverse para saludar a JaeHyun.

—Hola, amigo de Taeyong. Soy su papá. John Seo.

JaeHyun extendió su mano.

—Encantado de conocerlo—Luego añadió rápidamente—: Lamento mucho el accidente.

Mi papá tomó la mano de JaeHyun.

—No hay necesidad de disculparse, los accidentes se llaman accidentes porque no son a propósito, ¿verdad? —Entonces, de repente, tiró de JaeHyun para acercarse—¿Qué le pasó a tu ojo? ¿Te lastimaste?

JaeHyun se tocó el ojo, y supe que quería hacer una mueca de dolor, pero mantuvo su expresión fresca.

—Oh no, solo un pequeño moretón.

Mi papá entrecerró los ojos por un segundo, luego le dio una palmada en el brazo a JaeHyun con entusiasmo.

—¡Está bien, chico duro! —Luego se acercó al coche—Okidoki, entonces, ¿qué pachó aquí?—Comenzó a agacharse mientras arrastraba los pies alrededor del auto, mirando debajo de el con cuidado. Noté que el alivio pareció inundar a JaeHyun, y su conciencia culpable (innecesaria) me conmovió.

—Parece que pasaste por encima de unos clavos en la carretera —dijo mi padre, levantando una pareja en su mano. Oh no—¿Qué diablos están haciendo aquí? Parece de caricatura—dijo, levantándonos la vista y sonriéndonos ampliamente. Me reí débilmente.

JaeHyun se agachó a su lado para mirar las llantas.

—Raro —murmuró. Luego se enderezó, recordando de repente—Oh, también se pudo haberse enganchado el mofle— Muy orgulloso de sí mismo. Ay.

—Transmisión—corregí. Mi papá me miró con aprobación.

Mientras ellos inspeccionaban el auto (JaeHyun lo estaba haciendo por cortesía, al parecer, el moretón disminuía un poco cada vez que tocaba su rostro suavemente, creo), vi a Rapunzel deteniéndose al final de la calle, con Yuta y Lucas dentro. Estaban muy lejos, pero pude ver sus expresiones confusas. Yuta asomó la cabeza por la ventana con un gesto interrogativo. Sacudí la cabeza y lo despedí hasta que finalmente se alejaron. Tendría que dar muchas explicaciones más adelante.

Mi padre silbó, un sonido de dos notas que había usado para llamarme toda mi vida. Me acerqué a él y él se limpió las manos ya grasosas con un paño que guardaba en el bolsillo delantero del pantalón.

—Taeyong, voy a sacar estos clavos, luego remolcaré el auto y llevaré a JaeHyun a su casa. Puedes caminar a casa, ¿verdad?

—Claro —le contesté, mi corazón se hundía en una piscina de agua tibia. No solo había herido a JaeHyun como un villano implacable, sino que ahora todo fue un fracaso.

Pero esperen, no podía rendirme. El movimiento de damisela en apuros no se había iniciado todavía.

Caminé hacia JaeHyun, donde mi papá no podía escucharme.

—Oye, no quiero preocupar a mi papá, pero mi cabeza me está matando y me siento mareado. ¿Te importaría acompañarme a casa? Él puede llevarte de regreso cuando regrese— Contuve el aliento, deseando que mordiera el anzuelo.

Se metió las manos en los bolsillos del chaleco.

—Si seguro. Lo siento por todo esto—Golpe de culpa de nuevo. Agité mi mano con desdén—No te preocupes, creo que solo necesito acostarme.

Me acerqué a mi papá y le di un abrazo.

—JaeHyun me va a llevar a casa. ¿Podemos llevarlo más tarde?

Me apretó muy fuerte antes de dejarme ir.

—Está bien, ve a descansar.

Cuando nos alejamos del accidente, pude relajarme por primera vez desde que mi padre llegó a la escena. Se evitó la crisis Appa y el paso 12 sigue vigente.

Caminamos una cuadra en silencio. Vi a JaeHyun mirar hacia atrás rápidamente, donde mi papá ya estaba barriendo los clavos. Me mordí el labio, no me gusta dejar un lío para que mi papá limpie.

JaeHyun se aclaró la garganta.

—¿Así que tu mamá murió?

—Um, sí—Me maldije por dejar caer la bomba M en el accidente.

Pero. Para ser realmente un K-drama, necesitaba sacarle jugo a la bomba M. Esta fue mi tragedia, así fue como JaeHyun me vería de manera diferente: la compasión por mis duros golpes en la vida. Para admirarme por mi valentía ante la tragedia.

Sí, damas y caballeros: tuve que explotar la muerte de mi madre para tener un chico. Esperé a que un rayo me golpeara los ojos, uno para cada ojo.

Mamá, no tengo idea si hubieras sido el tipo de madre que me golpearía la cabeza por hacer esto, o alguien que hubiera estado tan decepcionada que llorarías sola en tu habitación por el monstruo que habías criado. Pero tengo que hacer esto. Lo siento.

JaeHyun me estaba mirando expectante y mientras caminábamos bajo la sombra de los eucaliptos fragantes, elegí mis palabras con cuidado.

—Es por eso que vivimos aquí. Ella era neurocirujana en la Universidad de California, Irvine. Ella murió cuando yo era pequeña. Y fue tan repentino e inesperado, hace que mi padre se preocupe por mí, tal vez más que otros padres. Como si algo podría pasarme a mí.

Me miró de frente con una sonrisa triste.

—Lo siento—dijo simplemente. Y su dulzura me golpeó como una tonelada de ladrillos.

—Está bien, no te preocupes. Solo tenía siete años cuando sucedió, así que ...—Me detuve, mi frase familiar quedo colgando en el aire.

Él frunció el ceño.

—Siete. Eso no es tan pequeña. Todavía eras, quiero decir, no quiero asumir algo, pero todavía tenías la edad suficiente para estar traumatizado.

Había tanto que podía decir a eso. Cómo todos asumieron que yo era esta persona frágil y dañada cuando perdí a uno de mis padres. Cómo ese nunca fue el caso conmigo, cómo mi padre fue la mejor madre y el mejor padre que podría haber tenido.

Llegamos a mi calle y exhalé un suspiro de alivio. Con tragedia o no, necesitaba acelerar la estadística del romance.

JaeHyun se aclaró la garganta.

—Así que eres como un imán de desastre.

—¿Qué quieres decir? —Traté de mantener mi voz fresca como una lechuga. Una lechuga mentirosa.

—Hasta ahora, en las pocas veces que hemos estado juntos, nos hemos perdido en el mar y luego en un accidente automovilístico. La aventura parece seguirte dondequiera que vayas.

Me reí nerviosamente.

—Qué puedo decir, soy un Paul Bunyan regular.

—¿Qué?

—¿Sabes, Paul Bunyan, el leñador gigante del folklore estadounidense que tuvo todo tipo de aventuras?

—Sí, ya sé quién es Paul Bunyan. . . aw, no importa —dijo con una risita derrotada—De todos modos, tu padre es genial.

—Sí, él es el mejor.

La extraña expresión en el rostro de JaeHyun me puso a la defensiva.

—¿Qué?

Otra sonrisa inescrutable. Él respondió:

—Nada. Es solo que ... bueno. Que eres tan amable con tu papá. No tengo idea de lo que se siente querer a tu propio padre—Un silencio incómodo se apoderó de nosotros. No estaba seguro de cómo responder y me mordí la lengua antes de decir algo raro.

—Aquí está mi casa—Hice un abrupto giro de la acera para caminar por mi césped.

Mi casa era un estuco crema de dos pisos como todos los demás, con persianas de color azul claro, un garaje adjunto y un amplio camino de entrada. Pero a diferencia del resto de las casas en nuestra calle, nuestro patio delantero no solo era exuberante y verde (no es que todo el estado estuviera en medio de una sequía o algo así), también contenía varias camas elevadas de huertos. Y unos cuantos neumáticos al azar por ahí. Y había un sentimiento general de “hombre sin esposa cuida esta casa”.

JaeHyun se paró torpemente en la acera cuando comencé a caminar por el camino hacia la puerta principal. Me di vuelta y lo miré interrogante.

Metiéndose las manos en los bolsillos, dijo: —Puedo llamar a un taxi para que me lleve a casa.

¡No!

—¿Oh, enserio? Um, no lo sé, todavía me siento un poco mal. ¿Podrías… te gustaría entrar un rato?

La pregunta quedó en el aire entre nosotros como la táctica de seducción más obvia de la historia. Después de un momento de aplastante silencio, JaeHyun se sacó las manos de los bolsillos y se dirigió hacia mí.

—Por supuesto.

Abrí la puerta y la sostuve mientras él entraba hacia la casa.

Oh, mierda. JaeHyun está en mi casa. Ahora hagamos que se dé cuenta de que le gusto.

13

PASO 13: REVELAR TUS DEBILIDADES DE UNA FORMA DESGARRADORA.

Instantáneamente noté todas las embarazosas cosas que notas de tu propia casa cuando miras a través de los ojos de un visitante primerizo.

Las paredes de un verde azulado novedosas en su momento, pero ahora algo anticuadas. El andrajoso sillón reclinable, obviamente usado en exceso. Esa única ventana que nunca tuvo cortinas apropiadas, sino un extraño papel apoyado sobre él, con un popular dibujo animado coreano de oso.

Un acto de poder, Tae. Un acto de poder.

—Quítate los zapatos, por favor—Ordené despreocupadamente cuando dejé caer mi mochila sobre el piso de baldosa fría de la entrada y me quité mis Vans. Pero JaeHyun ya había comenzado a desatar sus tenis, encorvado con una mano balanceándose a sí mismo contra la pared. Hm, por alguna razón, su conocimiento de casa asiática me atrajo.

—Puedes ir a sentarte a la sala—Y entonces mi voz vaciló—Huh. . . me siento. . . mareado—Tropecé sobre el sofá, donde había dejado una bonita manta gris de rayas y una agradable almohada mullida esa mañana. Resistí el impulso de llevar mi palma a mi frente. Eso podría ser tomado como damisela en apuros, cosa un poco muy lejos. Tal vez.

Me asomé para ver a JaeHyun caminando hacia mí, pero él estaba claramente distraído, recogiendo una copia de “Ciencia Popular” en el camino.

—¿Golpeaste tu cabeza en algo? —preguntó mientras él distraídamente hojeaba la revista. Un disparo de molestia me atravesó cuando él era el que hirió su propia cara.

—No lo sé —respondí débilmente—¿puedes tal vez traerme un paño húmedo? —Había dejado uno, oportunamente, sobre el fregadero al lado de un pequeño cubo de plástico rosa (clásico en cada casa coreana)— La cocina esta por ese camino—apunté.

—Claro —lo escuché rebuscando ahí alrededor.

Me reajuste en el sofá de tal forma de que él pudiera, ya sea sentarse junto a mi o arrodillarse a mi lado. Arreglé el dobladillo de mi chaleco para que así cubriera todos los gorditos de mi abdomen, luego moví mi pelo de mi frente así JaeHyun podría poner el paño húmedo ahí gentil y cariñosamente.

—¡Atrápalo!

Mire arriba para ver un paquete congelado de chicharos estrellarse en mi cara. Mis manos subieron para atraparlo instintivamente.

—Eso es más efectivo que un paño húmedo —dijo con un presumido “no hay de qué” en su voz.

—Ehh. . . gracias —Lo puse cuidadosamente en mi cabeza—Hm, entonces. . . sí, quizá necesite un pequeño descanso.

JaeHyun ya estaba caminando lejos de mí. ¿Qué infiernos, de donde vino esa energía?

—Entonces, ¿qué hay arriba? —preguntó a los pies de las escaleras.

—Uh, solo las habitaciones, ¿sabes? Como en una casa —contesté, irritado de que él no estuviera atendiéndome en mi estado actual de angustia.

—¿Tu habitación?—Él se volteo con una ceja arqueada.

—¿Sí?

Él comenzó a subir las escaleras.

—Genial, vamos a verla.

Me senté rápido y corrí hacia él.

—Espera, ¿Qué? No, ¡no vayas ahí! —Mi habitación no era parte del plan. De ninguna forma lo quería allí dentro. Vería mi perfil de Ñoño sobresaliente en todo su esplendor, especialmente cuando él viera…

Cuando caminé dentro de mi habitación, él ya se había dejado caer en mi cama, mirando las paredes de estanterías a su izquierda.

—¿Qué es eso?

Estaba momentáneamente distraído porque ¡¡¡¡¡¡JaeHyun estaba sentado en mi cama!!!!! CHILLIDO. Reuní mi ingenio y repliqué.

—Muy bien, señor, estos rectangulares recipientes de papel son llamados libros—Barrí mi brazo al estilo de Vanna White por la habitación—De cualquier forma, vamos. . .

—Veo los libros, tú sabes de lo que estoy hablando. Todo eso—Levantó su mentón hacia el estante.

Ugh. Muy tarde. Estaba lleno con premios, certificados, viejos inventos de feria de ciencia, esculturas que hice para mi papa cuando era niño. La prueba viviente de mi ADN tipo A. y normalmente estaría orgulloso de mi estantería de Nerd sobresaliente. Pero en frente de JaeHyun, estaba mortificado. Dudo que Mark tuviera una estantería como esta. A no ser que fuera una estantería llena con poesía Beat y pipas de agua.

—Son cosas. Bien, ahora vamos—Fui interrumpido por un movimiento rápido de bailarín de JaeHyun saltando para tomar una mirada más cerca del estante. La más atlética cosa que nunca hizo.

Él silbó.

—¿Asistencia perfecta siete veces? Mejor escritura, primer lugar en la feria de ciencia, primer lugar en la feria de ciencia, primer lugar en la feria de ciencia, primer lugar en la feria de ciencia, primer lugar…sí, sí. Mejor Vendedor de Galletas de los Chicos Exploradores. Premio de la Sociedad del Árbol por Mayor Cantidad de Árboles Plantados. Cristo… espera, ¿qué es este? –Él sostuvo una estatua de la bandera coreana de oro con escritura coreana grabada en la placa delantera.

La agarré frente a él y la metí detrás del estante.

—Es…esa cosa—Él esperó pacientemente para que siguiera—Um, el diario local coreano americano lo da a los estudiantes que obtienen puntaje perfecto en la Prueba de Aptitud Académica—Me apresuré.

JaeHyun asintió con su cabeza lentamente.

—Sip. Bien, esos fueron unos muy reveladores cinco minutos.

Exactamente. Demasiado revelador, incluso, a pesar de haber visto mi locura en la luz del día, JaeHyun parecía encontrarlo divertido, no repulsivo. La sonrisa nunca dejo su cara mientras recogía objeto tras objeto. Lo miré mientras me maravillaba en como logré vivir sin siquiera intentarlo con mi lista de pasos. Este potencialmente embarazoso momento fue totalmente el paso 13, Revelar tus debilidades de una forma desgarradora. Eso si mis ñoños logros podían ser considerados debilidades.

—Hm—Lo escuché murmurar mientras miraba con atención una foto enmarcada. Era una de Yuta, Lucas y yo disfrazados para Halloween del año pasado. (Piedra, Papel y Tijeras. Estábamos súper orgullosos de esa idea). JaeHyun picó su dedo en Lucas, quien era las Tijeras—Parece que ustedes tienen historia.

Cada parte de mi quería gritar, nunca podría ni en un millón de años. Pero mantuve mi boca cerrada. No hay daño en alargar el triángulo amoroso. Inmediatamente agarré el brazo de JaeHyun para moverlo, manteniendo mi otra mano apretada alrededor del estúpido paquete de guisantes en mi cabeza.

—Espera, ¿qué es eso?

Quería llorar. ¡Maldito bicho raro curioso! Él estaba encorvado en mi escritorio, mirando a otra foto enmarcada.

—Esta foto es… genial —dijo, inclinado y apuntando. El retrato familiar.

Tenía un vago recuerdo de cuando esa foto fue tomada, en el paseo en auto al estudio, mi papá había estado insistiendo en usar una gorra de vendedor de periódicos y mi mamá lo amenazaba con divorciarse por eso. Como con todas sus peleas, terminaban con risas y alguien cayéndose. Mi mamá, en esa ocasión.

En el retrato, posábamos en una clásica triangular pose familiar. Mi papa parado junto a mi madre, quien estaba sentada, sosteniéndome en su regazo. Johnny vestía un chaleco borgoña oscuro y esa gorra de vendedor de periódicos, un grueso mechón de pelo se muestra a través de él. Sus manos reposaban embarazosamente en los hombros de mi mama y su sonrisa era una de dolor más que de diversión, una mueca dentuda. Tenía cuatro y vestía una playera impresa con gatos con mi pelo rizado y gorrito de un brillante amarillo, ojos bien cerrados y boca abierta en medio de algún grito silencioso de película de horror.

Un verdadero paraíso de dolor hasta que veías a mi madre. En el medio de todo lo incómodo y malo de la foto, el caos se detenía y se congelaba alrededor de su delicada estructura. Su largo, suave pelo construía una cara chispeante, ojos divertidos y una sonrisa amplia mostraba un conjunto de dientes que nunca tuvieron que ver los frenillos. Inteligencia y buen humor irradiaban de ella.

—Veo que sacaste los encantos de tu padre John—dijo JaeHyun seco. Lo golpeé. Dio un paso atrás y mire la foto por un largo rato. Me echó un vistazo y sonrió tímidamente, el primer modo tímido, algo que alguna vez vi en él—Ell era realmente linda.

Ella era linda. Sentí un encogimiento en mi pecho y un familiar roer. No necesariamente porque perdí a mi mama. Lo hice, pero solo un poco. Mis recuerdos eran realmente confusos. Más bien, era algo que sentía por mi papá, por la pérdida que nuestra pequeña familia sufrió hace mucho tiempo.

—Sí, lo era —dije con naturalidad. JaeHyun sonrió.

—¿Cómo terminó tu papá conquistándola?

Lo empujé por el codo y me enderecé, moviéndome lejos de mi escritorio.

—¡Qué estás diciendo! Mi papá es un gran partido.

—No me tomes a mal, tu papá es genial. Pero tu mamá era un bombóm. Dr. Bombón—agitó sus cejas.

Me siento en la orilla de mi cama.

—Sí, bien, mi papá era un bombón también, en su época. Su historia de amor es ridícula.

Se sentó a mi lado.

—Ah, ¿sí? Cuéntame.

Estábamos sentados cerca y sentía cada pelo de mi cuerpo levantarse. Mi mano derecha estaba entumecida por sostener los chicharos en mi cabeza.

—Bien, ellos se conocieron en la secundaria y ella era la más popular e inteligente chica de la clase. Y mi papá era un punk total.

—Guau, ¿amores de secundaria?

—Sip. Ellos se enamoraron, y por su puesto los padres distinguidos de mi madre, no lo aprobaban, entonces fue toda esa cosa de los desventurados amantes durante toda la secundaria e incluso cuando ella fue a la universidad. Ellos la enviaron a Estados Unidos a la escuela de Medicina, esperando poder terminar las cosas.

JaeHyun estaba absorto.

—Wow, que extremo.

—Total comportamiento dramático de los padres. Pero no funcionó porque mi papá solo ahorro dinero trabajando y la siguió. Aquí, a California. Cuando sus padres los encontraron ellos estaban viviendo juntos, ellos la abandonaron y mi papá trabajó como mecánico para pagar por su titulación. Y cuando se casaron, la familia de mis abuelos finalmente se rindió y la aceptaron de vuelta.

Siempre mantuve aquellos años de abandono sobre mis abuelos. Los había visto un par de veces, pero tenía el claro sentimiento de que solo les traía recuerdos dolorosos. Ellos me envían lujosos productos de belleza cada cumpleaños y un cheque, y esa era prácticamente mi única interacción con ellos.

—La historia de tus padres esta sacada de una película —dijo JaeHyun—Creo que mis padres se conocieron en una cita a ciegas.

Finalmente dejé caer los chicharos de mi cabeza; mi brazo se estaba cansando.

—Si. Mi papá nunca ha considerado tener citas desde que ella murió.

—¿De verdad? Wow, debe haber tenido el corazón roto completamente—dijo JaeHyun con una pequeña sonrisa.

Me estremecí.

—Él no necesita salir con nadie, creo. ¡Me tiene a mí! —Reí. JaeHyun me dio una seria ojeada.

Y entonces sentí el espectro fallido de mi coqueteo.

—Somos como dos guisantes en un cuenco. Felices como almejas—Por favor, no digas más analogías de comida, Tae—No necesitamos a nadie más—Aquellas palabras aterrizaron en la habitación con un ruido sordo. ¿Qué es más sexy que escuchar a un chico hablar sobre como todo lo que necesita es a su padre y a nadie más?

Cuando finalmente reuní el valor para mirar a JaeHyun, su extraña expresión lo decía todo. Y entonces la luz del sol del final de la tarde creo un destello de la ventana y podía prácticamente escuchar nuestra balada coreana de amor explotando en el inquietante fondo.

—¿Estás bien? —preguntó de repente, sus oscuros ojos preocupados, su boca frunciéndose. Upps, supongo que acababa de mirarlo. Asentí.

—Sip, de maravilla. Puf, ¿por qué?

—¡Okidoki entonces!

Él rio con su ronca carcajada, y su rostro se transformó en una amplia sonrisa de hoyuelos. Muy buena imitación de mi papá. Entonces sus ojos se oscurecieron.

—Lo siento, debería haber conducido con más cuidado.

Mi corazón se derritió en una piscina de culpa.

—No podrías haber visto aquellos clavos. No lo lamentes —dije en voz baja.

¿Fue eso sexy?

¿Demasiado sexy? ¡Ah! ¿Cómo puede la gente hacer esto?

Sus ojos se encontraron con los míos de repente… se sintió real. No estaba fingiendo esto, la intensidad que sentía. Y arréstenme si él no estaba sintiendo esta intensidad por mí. El efectivo acto de damisela herida potenció el romance. Estaba pasando. Tiempo del beso. Santo cielo.

Una ola de calor se coló entre los dos, la vibración de los átomos y moléculas de nuestros cuerpos transfiriendo calor. Sip, justo como una conducción de calor, Taeyong. Muy romántico.

Y entonces él pestañeó. Y el momento paso tan rápido como vino. Se enderezó y se quitó el gorro, pasando sus manos por su pelo. Un gesto que ahora reconocía como un hábito nervioso. Entonces la puerta se estrelló en el piso de abajo y la voz de mi padre hizo eco por la casa.

—¡Taeyong! ¡Estoy de vuelta!

Me levante de la cama.

—¡Appa está en casa!—chillé, empujando a JaeHyun fuera de mi habitación—¿Quieres quedarte para la cena?

Él vaciló solo lo suficiente para sentirme avergonzado. ¿Era demasiado atrevido? ¿Demasiado incapacitado para preguntarle tener una cena con mi padre y conmigo? Pero antes de que pudiera retroceder, él asintió.

—¡Claro!

Me mordí una sonrisa mientras bajábamos las escaleras.

14

PASO 14: ¡CALLA (DE UNA VEZ) A ESE CHICO CON UN BESO!

Cuando llegamos a la cocina mi papá Johnny estaba lavando sus manos en el lavabo.

—Bien, JaeHyun, tu auto necesita una nueva trasmisión. Pero, además, ay chico, un montón de otros problemas, lamento decirlo. Está muy dañado y ya es un vejestorio, ¿cierto?

JaeHyun asintió.

—Fue el carro de mi mamá antes de que comenzara a conducirlo. Y estoy cien por ciento seguro de que ella no tomaba realmente cuidado de él—Él nos miró rápidamente, medio consciente por alguna razón—Digo, ella no es irresponsable o algo así. Ella solo nunca ha estado interesada en cosas como tomar cuidado de un auto.

—Suena un poco diferente a tu padre—dije, sacando los cebollines, un poco de pechuga, tofu y huevos desde el refrigerador.

Él se recostó en el mostrador y asintió.

—Sí, ellos no pueden ser más diferentes.

Abrí la despensa para tomar tres pares de ramen.

—¿Ramen? —JaeHyun preguntó, voz llena de dudas.

—Sep, comida de los dioses—Le entregué a mi papá una olla, que él inmediatamente llenó con agua. Una vez llena, cambiamos los roles: puse la olla sobre el fuego y él tomó el tofu y los cebollines que yo había sacado antes. Una tabla de cortar estaba ya puesta sobre la encimera para él, puesta rápidamente ahí por mi mientras él había estado llenando la olla. Él comenzó a picar mientras yo rompía los huevos sobre un cuenco de metal para mezclarlos.

—Ustedes son como una maquina bien aceitada—dijo JaeHyun con admiración. Él se enderezo y se paró en el centro de la cocina, mirando inseguro y tímido–¿Puedo ayudar?

El servicial y obediente JaeHyun era un completo encanto de otro mundo. Batiendo los huevos, miré alrededor.

—Hm, creo que lo tenemos cubierto—Entonces recordé algo. Tomé un huevo cocido desde un pocillo de esos que mantenemos en el refrigerador, aún bueno y frio, y se lo entregué—Por tu futuro ojo morado—dije con una sonrisa.

Su mano alcanzó el moretón en su mejilla instintivamente y mi papá caminó hacia JaeHyun y miró con atención su cara. Entonces rio, realmente alto.

—¡Eso solo es un moretón bebé! Estarás bien, chico duro.

JaeHyun gesticuló para verse avergonzado sobre su debilidad por un segundo antes de mirar fijamente el huevo con curiosidad.

—¿Qué hago con esto?

Mi papá lo tomó y lo puso bajo el ojo de JaeHyun, luego reposicionó su mano para que su palma estuviera abierta y sosteniendo el huevo en su lugar. Entonces él rodó lentamente en el área donde él estaba herido. JaeHyun estaba muy quieto y (suponía por su tensa expresión facial) solo un poquitito extrañado.

—Remedio al estilo asiático para ayudar con un moretón—dijo mi papá con sabiduría.

Mordí mi labio para contener mi risa. Mi papá estaba derramando totalmente su acto oriental.

—Bien, Appa, creo que él tiene una idea de cómo hacerlo. Él puede probablemente tomar el control ahora.

Mi papá se encogió de hombros y caminó lejos, dejando a JaeHyun parado ahí rodando el huevo bajo su ojo embarazosamente.

—Ya que soy claramente útil, ¿puedo aprender cómo hacer esa pieza maestra entonces? —él pregunto, parándose a mi lado y poniendo sutilmente el huevo en el mostrador. La proximidad física de JaeHyun siempre liberaba algo puramente químico en mí, y retrocedí ligeramente para que eso no me haga hacer una risa tonta como un asno en presencia de mi papá. Estoy seguro de que él no lo encuentra tan inusual del todo. Un chico guapo al azar pasando el rato en nuestra casa.

—¿Por qué hiciste huevos revueltos? —él preguntó. Lindo tonto.

—No revueltos. Estos irán en el caldo al final. Se cocinarán y harán la sopa toda rica y espesa.

—Me gustan mucho los huevos, pero Taeyong tiene problemas estomacales si come muchos–Mi papá dijo servicialmente, lancé los cebollines rebanados y el tofu dentro del agua hirviendo. Cayeron en las delgadas rebanadas de pechuga justo después.

¿De verdad, Appa? Vamos a hablar sobre mis intestinos un poco más. Le di una mirada furtiva y él se encogió de hombros inocentemente.

JaeHyun sonrió.

—¿Lo supo de mala manera?

Mi papá se carcajeó y asintió con su cabeza vigorosamente.

—¡Exactamente!

Ambos rieron y yo continúe batiendo mis huevos en un frenesí.

—Ja–ja—Dije—Hey JaeHyun, ¿puedes abrir los envases de ramen, luego pasarme los tallarines?

JaeHyun desgarró los envases y me pasó los deshidratados tallarines rectangulares.

—Acostumbro comer estos crudos como un bocadillo después de la escuela—dije orgullosamente. Sentí un nudillo picar la parte de atrás de mi cabeza. Mi papá me dio una mirada, también.

—No me lo recuerdes—reí y entonces volví a enfocarme en el ramen—Entonces mira cuidadosamente, muchacho, así es como se hace nuestro super especial ramen—Dejé caer los tallarines en el agua y luego comencé a separarlos gentilmente con palillos. Mientras mi papá tomaba un frasco de kimchi desde el refrigerador.

JaeHyun nos miraba intensamente, como si estuviera actualmente fascinado por ese procedimiento completo.

– Solo usamos un poco de esos paquetes de condimento en polvo —dije, moviendo uno y luego abriéndolo y vertiendo su contenido en la olla—Guardamos los otros para después—dije mientras los extendía a un lado—El por qué esta sopa es gloriosa, viene de aquí—Mi papá inclinó el frasco de kimchi siempre tan ligeramente sobre la olla para que un poco de jugo goteara dentro de la sopa. Todo cocido deliciosamente.

—¿Quieres hacer el honor de verter los huevos dentro? —pregunté a JaeHyun

Él asintió y agarró el recipiente de metal y estaba a punto de volcarlo dentro cuando él vaciló.

—Espera, ¿es así?—Realmente se sintió muy bien estar mostrando a JaeHyun como hacer algo.

—Si, toda la cosa, vuélcala.

Tan pronto como lo hizo, comencé a mezclar los huevos alrededor con mis palillos.

—Esto está básicamente hecho; los huevos continuaran cocinándose—Mi papá ya había comenzado a sacar cubiertos y recipientes fuera a nuestra encimera de azulejos azules de nuestra cocina donde mayoritariamente comíamos nuestras comidas.

Apagué la estufa y puse la olla dentro de un salvamanteles en forma de gato.

—¡Ta–da! Así es como la gente coreana lujosa come.

JaeHyun aplaudió.

—Realmente. Épico.

Hicimos contacto visual y sonreí. No pude evitarlo. Él ya había sonreído y por un segundo olvidé que mi papá estaba a dos pulgadas de mí.

Mi papá instaló un taburete en el borde del mostrador y movió la mano hacia JaeHyun.

—¡Siéntate y come antes de que se enfrié! —Metí un plato pequeño de kimchi en el mostrador como la pieza final y nos sentamos.

—Salud —dijo JaeHyun, sosteniendo arriba sus palillos. Los choqué con los míos, mi papá nos alcanzó para unirse a nosotros.

✎ ✎ ✎

—Gracias por la cena, Señor Lee —dijo JaeHyun mientras se levantaba de atar sus zapatos. Él tendió su mano.

—No hay problema. Eres bueno lavando platos, ¡así que puedes venir todos los días! —Él río y me uní nerviosamente. Ja–ja, Appa. Ja–ja.

—Conduce con cuidado —me dijo mi papá severamente mientras salimos. Palmeé su brazo.

—Lo haré.

Él se paró en la entrada mirándonos cuando entramos en el Buick. Cuando salí al camino nos saludó con la mano, una oscura y robusta silueta contra las cálidas luces del vestíbulo.

JaeHyun le devolvió el saludo y di un pequeño bocinazo. Fue silencioso por un momento cuando conducíamos abajo por las oscuras calles, iluminadas en intervalos ordenados por imitaciones de lámparas de gas.

—Así que, ¿dónde vives? —pregunté.

—En Marisol, queda un poco al norte—él dijo, pegando su brazo fuera de la ventana, dejando sus dedos desviarse ociosamente a lo largo de las olas de brisa—Tú y tu papá… fue genial ser testigo.

La radio tocaba calladamente un el fondo, algo un poco como Johnny Cash.

—¿Qué quieres decir?—pregunté. Mis ojos se quedaron en el amplio y principal camino.

—Ese tipo de relación. La forma en que ustedes son. Nunca vi a nadie actuar así con sus padres—Él estaba adulándonos, pero ahí había algo triste colgando en las horillas de sus palabras, como si esta buena característica resaltara las malas cosas en su propia vida.

—¿Vas a ver a tu mamá a menudo?—Me aventuré cautelosamente. La música cambio a algo distintivo como Elton John.

La brisa azoto dentro del auto, levantando nuestro cabello, nuestras voces. Él asintió con su cabeza.

—Sí, ella se asusta un poco si no me ve al menos un par de veces al mes. Gasto algunos días durante las vacaciones con ella—Su voz era anhelante en lugar de molesto como la mayoría de los jóvenes podían hablar sobre sus madres. Él me dio un vistazo—Apuesto que lo encuentras extraño.

Me encojo de hombros.

—Lo entiendo. Soy hijo único, también, ¿recuerdas? No somos extraños.

Presionó su dedo índice entre su nariz y boca. Cuando él hablo, su voz venia ahogada.

—Tú eres extraño. Sé que piensas que eres normal, pero eres extraño.

Jugueteé con la radio.

—Mmm.

—Todos son extraños, creo. Si no eres incluso un poco extraño, eres verdaderamente extraño. De una mala forma. No de la buena forma.

–Uh, ¿de repente nos drogamos sin que me diera cuenta?

—¡Lo digo en serio! —La voz de JaeHyun tomó un tono jovial. Su guardia bajó, completamente serio. Me recordó de cuando él habló de su proyecto de arte. La única vez que JaeHyun había parecido despertar de su sueño de chico perezoso y genial—Sabes lo que pienso. La gente que no tiene absolutamente nada raro en ellos, son tan aburridos, son más espeluznantes que cualquier otro raro. Como, ahora, cuando te vi por primera vez, pensé que tal vez eras de esa variedad.

Nos detuvimos en una luz roja y frené bruscamente.

—Vaya, gracias.

—Dije que cuando te vi por primera vez.

Lo examiné.

—¡Ja! ¿Y ahora? ¿Después de haberme visto en mi ambiente natural te diste cuenta de que soy especial, un copo de nieve especial?

Él prácticamente rio de alegría.

—Más como, me di cuenta de que eres humano. Con un montón de trofeos hilarantes.

Estoy seguro de que quiso decir a pesar de mis trofeos. Pero cuando lo miré, él sonreía.

—Solo aumenta el atractivo.

Mi pulso se aceleró.

—¿Ah sí?

—Si. Es bueno saber que eres un poco raro. De lo contrario tú eres tan...—Me tensé, sabía lo que él iba a decir.

—Déjame adivinar. . . ¿controlador? ¿Tenso? ¿Loco?

Él me sonrió en esa malcriada forma que solo él podía salirse con la suya.

—Bien, siempre y cuando lo sepas…

—Escucha. ¿Sabes lo que hace tener el control? Lograr hacer cosas. ¿Crees que era bueno en el futbol cuando comencé? No, apestaba. Tropecé con la pelota toda la primera temporada. Pero me forcé a practicar. Mañanas de ejercicios de carrera, días golpeando la pelota contra mi cerca, noches estudiando con videos de YouTube. Hasta que un día, fui bueno. Realmente bueno.

Él sostuvo sus manos en defensa.

—Te creo, Tae. ¡Ganas en el futbol! Es solo, creo, ¿sabes que no puedes controlar todo?

Agarré mi volante.

—¿Por qué todos dicen eso? Sí se puede.

—No, no puedes. Tú de todas las personas deberías saberlo.

El auto se tambaleó hacia adelante mientras aceleraba cuando la luz se volvió verde.

—¿Qué te hace pensar eso? —Pregunté calmadamente, sabiendo exactamente lo que pensaba: Mi mamá.

Sentí su incomodidad desde mi lado del auto. Él se movió inquieto y aclaró su garganta.

—Solo pienso, mira, las cosas suceden en la vida. Solo enloquecerías tratando de controlar todo. Esa energía puede ser gastada en otras cosas…

La brisa llego a través de las ventanas abiertas enfriándome.

—¿Cómo qué? ¿Vivir la vida al máximo? —me burlé.

—Algo como eso…—Su voz se arrastró de una extraña manera. Unos segundos después, él apuntaba a la ventana—Hey, puedes detenerte ahí.

El estacionamiento de la playa en el que nos detuvimos estaba vacío.

—¿Vives cerca de aquí? —Miré alrededor a las largas casas alineadas a través de la calle de la playa.

—Si.

Puse el freno de mano y lo miré, pero su cabeza estaba volteada, mirando fijamente fuera de la ventana. Y entonces, antes de que pudiera pestañear, en un movimiento rápido e intencional. Él se quitó su cinturón de seguridad, eliminando el espacio entre nosotros, y tiró de mi cabeza hacia la suya.

Sus labios se encontraron con los míos, suaves, un poco húmedos, y cálidos. Mis ojos se abrieron como un verdadero personaje principal de los dramas coreanos. ¿Qué demonios? Mi mente estaba registrando que estaba pasando, pero mi corazón estaba enloquecido, corriendo en círculos. PRIMER BESO, una alarma estaba proclamando. MADRE DE LOS DRAGONES, ESTE ES MI PRIMER BESO REAL. ¿Lo estoy haciendo bien? Dios mío, ¿Se supone que habrá mi boca ahora? Espera, cierra tus ojos primero, tú maldito raro. Bien, ojos cerrados. Ahora espera, ¿debo respirar? Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah.

Pero cuando todo se detuvo y el mundo se apagó. Las olas fueron silenciadas y el auto a nuestro alrededor desapareció. Mi caótico mundo interior solo se congeló. Y JaeHyun y yo estávamos solos, suspendidos en el espacio. Mis labios se separaron y sus dedos quemaron la parte trasera de mi cuello. Todo lo que existía era esa mano y la mezcla de nuestras respiraciones.

Por mi vida, no puedo decirte que tan largo fue el beso, pero luego terminó tan abruptamente como comenzó. La mano dejó mi cuello, dejándolo helado. Toqué mis labios con mis dedos y miré hacia arriba. Nuestros ojos aturdidos se miraron. JaeHyun miró perplejo por un segundo, ceño fruncido, ojos estrechos.

Entonces se recostó en el asiento con una sonrisa, su cabeza aún vuelta hacia mí.

—Algunas veces es bueno que te sorprendan, ¿verdad?

Luché para encontrar palabras que coincidieran con el zumbido y el temblor de mi cuerpo. Todo simultáneamente frenético y lánguido. Antes de que pensara en una respuesta, él puso mi mano en su rodilla y saco una pluma de su bolsillo. Poniendo la tapa en su boca, él garabateó algo en la suave piel en el interior de mi muñeca. Su número de teléfono.

Estuve mudo todo el tiempo y en realidad no tuve la oportunidad de hablar porque lo siguiente que hizo después de darme cero tiempo para pensar: él se deslizó fuera del carro, agachándose para asomar su cabeza dentro, y decir:

—Gracias por la cena.

Y entonces se había ido, caminando por la calle.

Había pasado. JaeHyun y yo nos besamos.

Y entonces comencé a reír y no podía parar, cubriendo mi boca con mis manos. Porque… ¿adivina qué, JaeHyun? Sorpresa o no, todo esto iba acorde al plan.

15

PASO 15: ENAMÓRATE TIERNA Y PROFUNDAMENTE, TANTO QUE DÉ VERGÜENZA AJENA.

Al día siguiente, me senté en el primer escalón y miré mi teléfono. Escribí la palabra: Hola.

De alguna manera, no se veía bien y sin esfuerzo. No, ese era el texto equivalente de quedarse mirando a alguien. Lo borré.

¿Puedo verte?

Dios mío, demasiado serio.

¿Quieres ir a hacer graffiti juntos?

Jajaja.

Sobre ese proyecto de arte. . .

Oh, cállate.

¿Te gusto?

¿Por qué no me tiro un pozo para morir, una muerte lenta y dolorosa?

Me gustas.

Me tiro a un pozo de cabeza para una muerte lenta con dos piernas rotas.

Después de un primer beso imprevisto, ¿qué haría una protagonista del drama K? Quería relajarme y sentir que había logrado algo, pero recordé a Song-Yi de My Love from Another Star, y cómo después de su primer beso con su interés amoroso alienígena, la evitó como una plaga. (Bueno, claro, él podía morir por el contacto físico. Pero, aun así).

Era un sábado, así que no tenía ninguna razón para toparme con JaeHyun. Y no estaba seguro de sí podría sobrevivir el fin de semana sin saber qué diablos estaba pensando. ¿Le gusto? ¿Sentía lástima por mí? ¿Fue sólo lujuria? Me sonrojé al pensarlo.

Comencé a enviar un mensaje de texto a Lucas y Yuta para recibir sus consejos sabios y magistrales, pero me di cuenta de que la conversación solo se convertiría en un montón de chistes y opiniones. Le conté todo a mis mejores amigos, pero el beso con JaeHyun era un poco demasiado fresco y especial para compartir con ellos.

Eché un vistazo a mi lista de pasos de K drama, que estaba a mi lado sobre el escalón de la entrada. Oh, maravillosos, maravillosos pasos de K drama. Tú que me has traído mi primer beso. Mmm, los siguientes pasos después del beso eran todas las cosas felices y maravillosas por seguir.

Así que necesitaba asegurarme de que sucediera. Sólo hazlo, Tae. Enderecé mi espalda y le envié un mensaje de texto a JaeHyun:

Ey, ¿qué estás haciendo ahora?

Pulsé enviar. Luego metí la lista en el bolsillo de mis pantalones cortos y me levanté para jugar un balón de fútbol en mi patio trasero. No iba a quedarme sentado a esperar un mensaje de un chico.

Estaba balanceando la pelota en mi rodilla cuando sentí la vibración en mi bolsillo. La pelota cayó sobre la hierba. Era un texto de JaeHyun:

Trabajando en mi proyecto de arte. ¿Quieres acompañarme?

Mi corazón se catapultó en mis costillas y en mi garganta. ¿Debería esperar un poco...?

Claro...¿Qué estás pintando hoy? 😊

✎ ✎ ✎

Creo que es totalmente genial si tu papá te lleva a una cita. Cuando tienes diecisiete.

—¡Adiós!—Cerré la puerta de un portazo y me despedí con una gran sonrisa colgate para que Johnny simplemente se alejara. En su lugar, el coche permaneció inactivo mientras me observaba.

Miré a mi alrededor, pero no pude ver a JaeHyun, solo un grupo de turistas.

—¡Si, JaeHyun se encuentra conmigo en la misión!—Le dije a mi papá alegremente, para que no me viera saludar a JaeHyun y que no fuera testigo de cualquier vergonzosa manera de saludarnos después del beso.

—Está bien, diviértete. ¡Te recojo a las seis!

Con eso se fue, saludándome por la ventana. Entrecierro los ojos ante el Buick, preguntándome si su buena actitud era solo una actuación y estaba secretamente asustado de que su precioso hijo saliera con un chico. O tal vez mi falta general de novios hizo que mi padre confiara en mí de manera vergonzosa.

Caminé hasta la Misión de San Juan Capistrano, un hermoso complejo de estilo español construido en el siglo XVIII, completo con ruinas de una capilla y una plaza de exuberantes jardines. Una vez que llegué a la piscina llena de lirios, saqué mi teléfono para enviarle un mensaje a JaeHyun.

—Hey.

Alzo la vista, sonriendo ante el sonido de esa voz.

—Hola.

Cuando me paré tan cerca de él, pude oler su colonia, quedé extrañamente halagado. Vestía solo un playera Polo y pantalones. Sin embargo, las Vans negras de alta costura y el gorro todavía forman parte de su costumbre. (Y una mochila llena de pintura en aerosol, por supuesto). También, de cerca, noté una o dos espinillas en la línea de la mandíbula de su rostro, por lo demás impecable. Y extrañamente, esos dos granitos me relajaron. Como si estuvieran diciendo. "Oye, nosotros tampoco somos perfectos." También noté, con alivio, que su moretón de ayer casi se había desvanecido.

Pensé que habría un momento tímido e incómodo, o tal vez actuaría como si nada hubiera pasado y que volveríamos a ser amigos, pero esos temores se desvanecieron instantáneamente cuando tomó mi mano.

—¿Listo?—él preguntó.

¡Ah!

Aquí está la cosa. Un beso es lo máximo a que se llega, lo entiendo. En los K dramas toman mil millones de episodios para llegar a él, y se repite una y otra vez desde cincuenta ángulos diferentes. Y el beso es tan casto y boquiabierto que es casi cómico para su audiencia occidental típica acostumbrada a los besos con la boca abierta seguidos de jadeos y toqueteos. (Pero los K dramas también entienden la importancia de la dulzura del momento. Y toda la anticipación: el cortejo. En todos los episodios crean una tensión agonizante tan tensa que cuando sus labios se encuentran, te estás muriendo). Como sea.

El beso de la noche anterior se sintió así. Pero fue tan repentino, porque a pesar de todos mis planes, no había previsto que llegara en ese momento. Así que después de una noche de agonía por lo que significaba ese beso (si a JaeHyun le gustaba o si simplemente estaba atrapado en algún momento), tomarle las manos ahora mismo creaba la misma adrenalina. Cogerse las manos también es algo que no haces en el calor del momento, es algo que haces mientras razonas, a propósito. Para hacer una declaración pública acerca de su relación a los demás.

Comenzamos a avanzar entre la multitud y dije:

—Entonces, ¿eh, supongo que no estamos llendo a pintar lo de la misión real?

Su silencio me hizo congelar medio paso.

—¿¡JaeHyun?!—grité. Me apretó la mano.

—Eres demasiado inocente a veces. ¿Qué clase de monstruo crees que soy?

—Bueno, tú sí pintarrajeas la propiedad pública.

—Entonces, ¿sería alguien mitad monstruo?

—Sí, mitad monstruo.

Mi sonrisa casi rompió mi cara. Me llevó más lejos de la misión y me dirigió hacia la pintoresca estación de tren de San Juan Capistrano hasta que llegamos a una puerta cubierta de una brillante enredadera fucsia. De repente me sentí un poco nervioso.

—JaeHyun, ¿qué pasa si nos atrapan? ¿No estás a prueba?

—No te preocupes, este lugar está totalmente escondido—Como en el momento justo, abrió un débil pestillo y se deslizó por la puerta, llevándome con él.

Sentí y escuché un profundo retumbar desde algún lugar no muy lejano, y agarré la mano de JaeHyun. O debería decir, intenté. Nuestras manos estaban bastante sudorosas en este punto, para ser honesto.

—¡Oigo un tren!

JaeHyun ladeó la cabeza.

—Tienes razón. Vayamos por aquí—dijo mientras me dirigía hacia las vías. Tiré su mano hacia atrás y me quedé inmóvil.

—¡JaeHyun!

Él me miró, genuinamente sorprendido.

—¿Qué?

—No puedes. . . ¡No puedes simplemente cruzar las vías!

—¿Por qué no?

Había una lista de razones. Antes de que pudiera responder, JaeHyun soltó mi mano y saltó sobre los carriles en dos segundos. El ruido se hizo más fuerte cuando se paró en el otro lado, haciéndome señas para que lo cruzara.

Al carajo.

Corrí y salté ágilmente sobre las vías, aterrizando en el otro lado, justo en los brazos extendidos de JaeHyun. Los envolvió a mi alrededor con más fuerza y me ajusté contra su pecho como si fuera la cosa más natural del mundo

—Hola—Su voz era tranquila, pero pude sentir la sonrisa de hoyuelos antes de verla. Miré hacia arriba.

—Hola. Para ser alguien debilucho, seguro que no te importa ponerte en peligro.

El tren pasó volando, nuestros cabellos revolotearon con el aire, azotando nuestras caras. La tierra vibraba bajo nuestros pies, y esta vez me alcé sobre mis pies y puse mis labios contra los suyos. Suave y un poco vacilante. Y me devolvió el beso con suavidad, con un poco de presión al final.

Y cuando el tren finalmente nos pasó, nos quedamos con un montón de silencio. Apoyó su frente contra la mía y juré que no podía sentir mis pies. ¿Tenía pies?

—Siiii, me gustas—exhaló.

Escuché las palabras, pero no pude registrarlas.

—¿Mmm? —Mi voz era anormalmente fuerte.

—Taeyong. Lindo nerd. Me gustas.

Lo empujé lejos, riendo.

—Muy romántico.

Pero no pude dejar de sonreír y mi mano cubrió mi boca para esconderme. Tiró de las correas de su mochila con impaciencia.

—¿Eso es todo?

—¿Qué cosa?

Me miró fijamente.

Oh.

—De todos modos, ¿dónde está el graffiti sobre el que haremos otro graffiti?—Más silencio mientras caminaba delante de él, fingiendo estar absorto en encontrar el lugar—¿Está, como, en una pared o quizás algún equipo viejo del ferrocarril ...?—Dejo que mi voz se apague. Iba a exprimir esto por todo lo que valía.

Entonces sentí que algo me golpeaba la espalda. Algo blando, pero aun un poco pesado. Me di vuelta para ver a JaeHyun de pie en el mismo lugar, empuñando un aguacate podrido. Sus pies estaban rodeados de ellos, todos blandos y asquerosos después de días bajo el sol.

Mi boca se abrió para hablar, pero la cerré rápidamente. Déjalo sufrir. Me di vuelta, y al instante sentí otro golpe, en mi trasero esta vez. Grité.

—¡Asqueroso! ¡Va a manchar mi ropa!

Agarró otro del suelo y retiró su brazo hacia atrás como para tirarlo. Grité y salí del camino. Comenzó a perseguirme, el aguacate me golpeaba ocasionalmente en el brazo o en la espalda. Corrí a un matorral de enredaderas y robles a salvo de las vías del tren.

Estaba escondido allí, conteniendo la respiración, tratando de acostumbrar mis ojos a la oscuridad cuando sentí que las manos me agarraban por detrás.

—Dije que me gustabas—Su voz estaba apagada, sus labios sobre mi cabello. Sacudí mi cabeza, sintiendo la parte superior de él frotarse contra mi cara.

—Tú también me gustas.

Y eso fue todo. Esas simples palabras terminaron unas semanas muy complicadas. Los pasos de K drama funcionaron. El alivio nervioso descargó la presión.

La amortiguada voz de JaeHyun rompió mis pensamientos.

—Realmente me resistí a esto, ya sabes. Cuando tuve que mudarme aquí, todo lo que quería hacer era terminar con los próximos meses y tener cero conexiones con cualquiera aquí. Especialmente tener un novio—dijo, y sentí su sonrisa contra mi cabello.

Me di vuelta y miré los contornos sombríos de su rostro.

—¿Novio?

Y aunque estaba oscuro, pude ver su expresión feliz vacilar por un segundo.

—Oh, ¿tú no... tú no puedes salir con nadie? O...

Mentalmente grité en un megáfono tan grande que el sonido retumbó en el espacio, llegó a Plutón ida y vuelta. Respondí con un elocuente:

—Yo... no... quiero decir...

¿Cómo revelarle a este chico sexy que nunca había tenido un novio? El Sr. Darcy de la Escuela Montessori.

Y luego pensé en lo atractivo que era cuando las heroínas del K drama no tenían experiencia en el amor, como Hang-Ah de The King 2 Hearts. Cómo enloqueció al príncipe descubrir que esta fuerte y ardiente dama soldado era tan inocente.

Tragué saliva.

—Para ser honesto, nunca he salido con nadie antes.

Y ahí estaba. La verdad en toda su crudeza humillante. Esperé a que cayera un poco su mandíbula, algo de incredulidad, o tal vez un resoplido de burla. Pero él solo se mordió el labio inferior y me miró de esa manera inescrutable.

—¿Soy tu primer novio?—me preguntó

Yo no podría. . . ¿novio? ¡Irreal!

—Sí—respondí simplemente.

—¿Qué hay de Lucas?

OhDiosMío. Mantuve una cara seria.

—No, eso no fue nada importante.

—Entonces... ¿soy tu primer novio?

—Sí.

Me besó la cabeza.

—Nerd.


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