ɪʙɪᴀᴛᴄʟ (3) ✎ ᴊᴀᴇʏᴏɴɢ
- mellifluous_AR

- 13 ago 2022
- 1 Min. de lectura
Capítulos
Capítulos 9-15:
16
PASO 16: ESCOGE TU PROPIA BALADA ROMÁNTICA PARA PONERLA UNA Y OTRA VEZ.
Esa noche, JaeHyun y yo no dormimos.
Porque estábamos hablando.
Por teléfono.
Di una mirada al reloj. Eran las 4:34 am. Mi edredón retorcido alrededor de mis piernas mientras me escondía más dentro de mi cama. Posicioné mi cabeza para que mi teléfono no se enterrara en mi mejilla tanto.
—¿Qué estás haciendo ahora?
Me reí nerviosamente.
—Umm, quizá la misma cosa que estaba haciendo la última vez que preguntaste.
—No lo sé, podrías haber empezado un plan de plantación de árboles en toda la ciudad en esos quince minutos.
Su voz estaba rasposa del otro lado de la línea.
—Cierto. ¿Qué estás haciendo tú?
Escuche un sonido apagado en el otro extremo.
—Yo... me moví al suelo.
—¿Por qué?
—Mi cama se puso caliente.
Imágenes de un JaeHyun acalorado en su cama era suficiente para deshacerme de mis sabanas enteramente.
—A mi papá le gusta dormir en el suelo algunas veces—dije.
—Por alguna razón no me sorprende.
Sonreí.
—No es por el excentricismo. Él creció durmiendo en el suelo. Muchos coreanos todavía lo hacen, no porque no puedan comprarse camas o algo, sino porque lo encuentran más cómodo.
—Apuesto a que mi mamá amaría eso. Ella hace esa cosa que se llama grounding. ¿Has oído de eso?
Me acosté sobre mi espalda.
—Um, sé lo que significa en física, pero dudo que sea lo que hace tu mamá.
—¿Qué significa en física?
—Bueno, es la forma de remover exceso de carga de un objeto transfiriendo electrones entre éste y otro objeto de un gran tamaño... —Podía escucharlo roncando, o pretendiendo hacerlo—¡Oye! Levántate, amigo.
Hizo un sonido falso de sorprenderse, como si estuviera siendo despertado.
—Oh, uh, ¿qué estabas diciendo?
—Como sea, ¿qué significa según tu mamá?
Más sonidos arrastrados de su parte.
—Es algo increíble. En una manera en la que tú, claro, te burlarás. Es esta idea de que deberías caminar descalzo afuera algunas veces al día, para literalmente tocar la tierra. La gente cree que hay beneficios al hacerlo.
—Oh por favor, dime los beneficios.
—Puedo prácticamente sentir tu júbilo a través del teléfono. Como sea, el mayor beneficio es que la energía eléctrica de las plantas va hacía el suelo y directamente a tu cuerpo—hizo una pausa—¿entiendes? Así que todos esos beneficios médicos vienen de tener la buena y natural energía de la tierra dentro de tu cuerpo.
Trate de mantener mi voz estable.
—Bien, ¿cómo cuáles?
—Mejora el flujo sanguíneo. Y te ayuda con la fatiga, insomnio, inflamación. Y, um, podría eliminar la diabetes.
Mi cuerpo entero empezó a temblar de risa mientras me tapaba la boca con una mano. Él pudo sentirlo.
—¿Aún estás ahí? ¿O estas escribiéndoles a todos los periódicos médicos sobre esto?
—Estoy aquí. Wow. Eliminar cargas. Aprendes algo nuevo cada día.
—Estoy seguro de que piensas que mi mamá es una completa loca.
Encogí los hombros, aunque no podía verme.
—No lo sé. Ella suena interesante.
Un ruido que sonó sospechosamente como un bostezo se escuchó.
—Mm, lo es. Hemos pasado por mucho juntos. Comparada con otras mamás, estoy seguro que puede parecer algo rara. Pero siempre hemos sido nosotros contra el mundo—pausó por un segundo y escuche su respiración—Aunque a veces siento que somos equitativamente parentales el uno con el otro. Como si yo cuidara de ella tanto como ella lo hace conmigo. ¿Eso la hace ver mal?
Bajé mi voz, aunque no hubiera manera en el infierno que mi papá estuviera despierto.
—No, te entiendo. Quiero decir, obviamente mi papá está a cargo y ha hecho todo por mí. Pero me gusta pensar que yo también lo he cuidado durante estos años.
—Lo haces. Quiero decir, todo lo que haces es para tu papá—definitivamente él bostezó esta vez. Yo también bostecé. Mis ojos cerrándose.
—¿Qué quieres decir?
—Lo que dije. Eres como un pequeño helicóptero cuidándolo. ¿Existen los hijos helicópteros?
Apenas entendí lo que él me dijo y murmuré.
—¿De qué estás hablando, tú rarito? Creo que estamos...delirando.
—Tú lo estas, yo no. Estoy tan despierto como—un gran bostezo—como un café.
—¿Despierto como café?
—Sí, me escuchaste.
Me empecé a carcajear cuando escuché una puerta abrirse en el pasillo. Me congelé.
—Uh-oh, mi papá está despierto. Creo que me tengo que ir realmente.
—Nooo... finge dormir.
Los pasos pesados de mi papá se dirigían a mi puerta, luego se detuvieron. Metí mi teléfono debajo de mi almohada en un movimiento rápido. La puerta se abrió justo cuando cerré los ojos. La luz brillante del pasillo envió halos difusos a través de mis parpados y no moví ni un músculo hasta que escuché la puerta cerrarse de nuevo. Cuando estaba seguro que mi papá estaba de vuelta en su recamara, saque mi teléfono.
—¿JaeHyun?—susurré. Sin respuesta—¿JaeHyun?
Unos segundos de silencio pasaron y luego lo escuche una respiración lenta. Rítmica. Sonreí y susurré.
—Dulces sueños —antes de dormir con la respiración de JaeHyun.
✎ ✎ ✎
Dio un paso atrás y admiré la obra de JaeHyun.
Era tarde al día siguiente y estábamos de vuelta en el tren seguido por la misión, de alguna forma de pie después de un par de horas de sueño. JaeHyun no había sido capaz de terminar antes de que mi papá viniera a recogerme ayer así que accedí a acompañarlo hoy también. Su "lienzo" era una pared de una pequeña choza que de alguna manera encontró en una de sus búsquedas por buenos grafitis. Yo estaba escondido por dónde pasaban los trenes por un matorral de robles y eucaliptos. El otro lado de la choza daba a un gran campo abierto, parte de una reserva natural. El sol del atardecer transformo las puntas del césped en oro, la temperatura bajo de repente, y el aire tomo una leve esencia metálica.
Cuando llegamos por primera vez a la pared ayer, era una obra de arte de grafiti antiguo. Era como si cada grafitero del condado de Orange hubiera venido en algún punto a visitar esta choza. Capas y capas de colores: palabras, pequeños animales, símbolos. Todos juntos y empaquetados en este pequeño espacio.
Así que cuando JaeHyun derramó pintura disolvente en la pared, casi me da un paro cardiaco. Pero mantuve mi boca cerrada, sentándome atrás y observándolo hacer su trabajo. El grafiti empezó a manchar y gotear, creando una masa de colores arremolinándose.
Luego tomó una lata de pintura negra y empezó a cubrir la pared con grandes franjas de negro- dejando el medio visible en una forma circular suave. Dejó pedazos y piezas alrededor del círculo también, así ese color parecía como figuras difuminadas. Eventualmente tomó pintura dorada y plateada y puso puntos en el negro con pequeños salpicaduras y puntitos.
Y cuando todo estaba terminado, estaba observando el universo. Cuando lo dije, él me corrigió:
—Nébula.
Levanté una ceja.
—Muy específico, niño artista.
—Esto es algo en lo que no puedes ganarme, cerebrito.
—¿Qué?
—El espacio.
—Como, ¿todo el espacio?
—Sí, todo lo que está fuera de este pequeño, e insignificante planeta, Todo eso —dijo, apuntando al cielo. Con sus ojos mirando arriba, la cara de JaeHyun tomó una expresión muy lejana que reconocí que la había visto en mi papá cuando estaba hablando de su K drama favorito—El espacio es...
—¿La frontera final?
Él me miró con una sonrisa enorme.
—Sí. Vive largo y prospera.
—¿Alguna vez quisiste ser un astronauta cuando eras pequeño?
La más rápida de las respuestas.
—Sí.
Imaginé un pequeño JaeHyun mirando al espacio y casi muero de tanta preciosura.
—¿Por qué te rendiste en eso?
Una leve duda, luego el me jaló para otro gran abrazo.
—Descubrí que tenía que ser bueno en matemáticas—Mm, matemáticas. Brazos. El aroma a jabón de JaeHyun. Levante la mirada hacía él.
—Así que, espera. . . ¿cuándo debes aplicar para tu beca? ¿Supongo que este grafiti estará dentro?
JaeHyun asintió, manteniendo sus brazos unidos atrás de mi espalda.
—Bueno, la fecha límite para la beca era en noviembre, pero me las arreglé para incluir el grafitti. Después de que Mark y yo rompiéramos terminé muchas pinturas. Así que esos lograron aplicar.
—¿Cuál es la beca? Parece que mucho depende de esto.
Soltándome, JaeHyun dio un paso atrás y observo fijamente el muro nébula.
—Hay mucho dependiendo de esto. Es una grande, la más grande beca de artes en el país, de hecho. Pagará la mitad de mi matrícula básicamente, por el resto puedo pedir préstamos.
Mi barbilla cayó.
—Espera, ¿Qué? ¿La mitad de tu matrícula?
—Sí, si mantengo mis calificaciones altas todos los años. Algún anónimo donador súper rico lo hace.
—Eso es muchísimo—dije—hay algunas grandes para científicos, por supuesto, pero ellos son apoyados por grandes compañías farmacéuticas y, tipo, fabricantes de armas.
JaeHyun se río.
—Bueno, hay dinero en el arte también, sabes—dijo.
—Caray, ¡supongo!—Todavía estaba haciendo cuentas, sabiendo que tanto las escuelas de artes privadas cuestan, mientras JaeHyun estaba tomando foto del mural.
—Lo que es loco es que el anuncio se estará haciendo el día del espectáculo en la galería. Cosa cósmica, ¿no?—preguntó, alejando su teléfono.
Ayudé a guardar los suplementos.
—Wow, totalmente. ¿Estás nervioso?
Se colocó su mochila de nuevo con una sonrisa.
—¿Tú que piensas?
Palpitaciones.
—La obtendrás —dije firmemente—Créeme.
Alcanzó mi mano.
—Gracias, gran destino. Ahora vamos a tomar el tren.
Nos subimos al siguiente tren a San Diego, unas paradas al sur, donde podíamos asistir a un concierto. El tren se fue hacia adelante y tuve que agarrarme de la manga de JaeHyun para no caerme.
Miró hacía mí.
—¿Estás bien?
La preocupación de novio me hizo sonrojar, y tomé su mano mientras caminábamos a través del tren en busca de asientos.
Cuando lo encontramos, un silencio cómodo cayó entre nosotros.
Observé fuera de la ventana, viendo el océano y grandes hierbas acercándose a nosotros. De repente me di cuenta de lo que íbamos a pasar. Le di un codazo a JaeHyun.
—Oye, chico Graffitti, ve hacía la ventana.
—Chico Grafiti—murmuró debajo de su respiración, pero él volteó su cuello hacía donde yo estaba para ver de todos modos. Estábamos pasando por un gran muro, pero después de unos segundos, apunte con mi dedo hacía la ventana y sonreí.
—Mira, los tres capullos.
Pintado en una fila de tapas de colectores de agua pluviales estaban la colorida y levemente grotesca cara de gatos, cada uno con una sonrisa colmilluda: una tenía unos lentes deportivos, otro un lunar gigante, el otro tenía sus ojos cerrados con rencor. Suspiré felizmente y los vi hasta que perdieron forma en la distancia.
Cuando finalmente me di vuelta para ver la reacción de JaeHyun. Lo encontré con los codos en sus rodillas, viéndome con burlona maravilla. Mi sonrisa se deslizó fuera de mi cara.
—¿Qué? —pregunté.
—Creo que yo debería ser el que haga las preguntas. ¿Por qué rayos estabas tan emocionado?¿Esos gatos?
—¡Sí! Cambian cada tanto tiempo, pero han estado ahí desde siempre. ¿No son asombrosos?
Trató de que no saliera su sonrisa burlona.
—Sí... tan inquietante y ordenado.
Me recliné en mi silla y traté de evadir su mirada.
—Como sea, son una institución. Cuando era pequeño, siempre esperaba para verlos cuando manejaba hacía San Diego en la 5—Asentí mientras miraba a la ventana al tráfico de la carretera corriendo al lado del camino.
JaeHyun todavía me estaba sonriendo.
—Eso es dulce—Y luego abruptamente cambie de tema porque no sabía cómo hablar de eso.
—¿Así que cuál es el asunto con Mark?
Él se sorprendió y yo me morí el labio, arrepintiéndome por lo grosero que había salido eso. Dio golpecitos con su pulgar en mi palma antes de tomarla.
—Yo estaba... realmente enamorado. Él era mi primer novio real y hacíamos un buen equipo en todo. Nos acercamos por nuestras familias desastrosas. Era algo obvio que el arte es nuestra salida para nuestras vidas familiares mediocres—dijo secamente.
Enamorado. Primer novio. Hmph. Una inesperada ola de celos cayó en mí, pero apreté su mano para motivarlo a seguir hablando.
—Pero él también estaba... lleno de caos. Al principio, estaba tan enamorado que realmente no lo noté, ¿sabes? Pero podía ver pequeñas pistas aquí y allá. Era muy bueno para manipular gente, salirse con la suya poniendo el acto del chico rico dañado, o solo agitando las pestañas.
Manipulandor. ¿Cómo seguir un montón de pasos para conseguir a un chico como tú? Mi respiración se detuvo por un segundo, y un aire gélido bajo desde mi cabeza a los pies. Pero no. Mark era diferente... le hizo daño a JaeHyun. Mi cosa de los K dramas era sólo para llevarme a su nivel. Así yo y JaeHyun tendríamos una oportunidad. Y había funcionado. Deslice el miedo fuera de mí y continúe escuchando a JaeHyun.
—Y al final, yo era solo uno de los muchos idiotas que cayeron por su acto. Sólo estaba usándome, sabía que yo aceptaría la culpa por él si lo hubieran descubierto. Y sin mencionar, que le di mucha atención en línea, también.
Pateé su pie jugueteando.
—De acuerdo con Lucas, eres famoso en Tumblr.
Él no lucía apenado.
—Sí. No sé cómo paso eso. Como sea, una vez que fui arrestado, me di cuenta de todo. La venda que tenía en los ojos se cayó. Él sólo era el pequeño mentiroso oportunista. Y bueno, sí, no he tenido una buena opinión de las personas desde entonces.
Otra vez, sacudí esa sensación de culpabilidad fuera de mí.
—Eso es algo duro, poner a todas las personas en una misma canasta solo por la falsedad de un chico.
Se inclinó hacia mí, su boca a centímetros de la mía.
—No todos los chicos, supongo.
—Bien—susurré, luego caí en mi silla.
Observé fuera de la ventana, la hierba volando, una raya de mar azul siempre presente a su lado. Me di cuenta que era el momento perfecto para el movimiento de los clásicos k dramas en donde te duermes en los hombros de tu interés amoroso. Me acordé de un protagonista de un K drama, JinGu de Nueve niños más, cuando él toma el autobús a su casa con su crush y a propósito mueve su cabeza al hombro de él cuando se queda dormida. Unos minutos pasaron y tomé un respiro profundo y me di a la tarea de poner mi cabeza en el hombro de JaeHyun.
En algún punto, me acomodé levemente en mi asiento y puse mis mejillas en sus hombros, haciendo que mi cabello se deslizará a mi cara y hacía su brazo. Pero luego mi cabello me picaba la nariz de alguna forma.
Está bien, solo mueve tu mano hacía tu cara, como si estuvieras desmayado y no te dieras cuenta de lo que tu cuerpo hace, luego casualmente mueve ese estúpido pedazo de cabello fuera de tu nariz... y mientras mi mano se levantó de mi regazo hacia el largo camino a mi nariz, otra mano toco mi cara.
Rozó mi mechón de cabello que estaba entre mis ojos y el puente de mi nariz, luego puso todo mi cabello junto y gentilmente lo empujo fuera de mi cara, cortos dedos acariciando a través de mis mejillas.
Cambia el tren por un tren subterráneo de Seúl. Y mientras el tren silbaba a través de una de las estaciones en el corazón de la ciudad, la cámara capto dos figuras en la ventana. Un chico dormido en los hombros de su amante. Él lo está observando con emociones encontradas en su cara: ternura, irritación, compasión y finalmente sumisión.
Hice un balbuceo de dormido, moviéndome más cerca, y puse mi pierna derecha en mi asiento así mi cuerpo entero estaba enroscado a su lado. Y sentí la respiración de JaeHyun acoplarse con la mía mientras nos deslizábamos por toda la costa en el tren.
17
PASO 17: QUE LOS MUNDOS COLISIONEN PARA PARA QUE HAYA UN POCO DE DISTENSIÓN CÓSMICA.
La siguiente semana fue muy confusa. La única cosa en la que estaba completamente enfocado era mi tiempo con JaeHyun. JaeHyun esto y JaeHyun aquello. Estaba en modo Bella Swan, modo obsesionado con mi chico.
¿Y sabes qué? Era un lugar placentero. ¿Pienso que nuestra vida debería estar alrededor de un chico? No. PERO. Y aquí hay un gran PERO: cuando has pasado casi dieciocho años en este planeta preguntándote quién iba a ser ese primer novio, y luego bendita sea aquí está, es algo raramente maravilloso.
Algunas cosas maravillosas:
•Hay una persona que piensa que mi forma de regar las plantas por color en mi jardín es fascinante. Y esa persona no es mi papá.
•A pesar de ver mis poros de cerca, JaeHyun todavía me mira y murmura con maravilla “tan bonito”.
•Tener a alguien que te ayude a cargar cosas pesadas a pesar de que técnicamente él no es tan fuerte como tú.
•Escuchar música y de repente entender el significado de los sentimientos en todas las canciones.
•Compartir todas tus cosas favoritas con alguien nuevo, y que todo eso que has amado desde siempre tome otra nueva, fresca y asombrosa perspectiva.
•Todo me recuerda a él: ramen, lápices, camisas, hielo, mi casa, el Buick, mi cama, trenes, las mañanas, el océano, respirar.
•Encontrándote encajando perfectamente en el espacio negativo del cuerpo de alguien más.
•Sentirse como el centro de la vida de alguien, que ese alguien está esperando que despiertes para escribirte buenos días y mandarte un gif divertido de un gato.
Y eso solo es la punta del iceberg, estoy seguro.
En la noche del sábado, nerviosamente le mande un mensaje:
¿Ya te has ido?
En unos segundos:
Yéndome ahora. Mantén tus pantalones puestos. O no.
Me reí. Había muuuuchas risas pasando recientemente, déjame decirte. Estaba nervioso porque íbamos a ir a una fogata con mis amigos. Y a pesar de estar juntos por una semana, esto era nuestra gran “aparición en público” juntos como una pareja. Habíamos sido vistos tomándonos de las manos juntos y besuqueándonos en la escuela, pero de una forma rara sentía que íbamos a “revelarnos” en este evento. Sería la primera vez que saldríamos juntos con mis amigos. Todos estaban ocupados y yo había estado básicamente escapándome con JaeHyun en el almuerzo, solo, en cualquier oportunidad.
Para ser honesto, estaba nervioso por la Gran Reunión. Mis mejores amigos… Dios los amo, pero ellos podían ser un dúo desagradable y criticón. Lucas llamó a JaeHyun el Niñito Artista y me molestaba sin parar con él. Yuta, bueno, él sólo odiaba a todos hasta que ya no lo hacía. Ellos estaban emocionados por mí cuando supieron del beso y los siguientes momentos dulces, pero un poco cuidadosos, también, como si no pudieran creer que en serio lo había hecho. No podía culparlos. Además, tenía que recordarles mil millones que no lo llamaran accidentalmente Jong Suk.
Fui hacia la cocina, dónde mi papá estaba limpiando el refrigerador. Su cabeza y su cuerpo superior apenas eran visibles mientras se quejaba cuando movía cosas vistiendo un par de guantes rosas.
—¿Cuántas sobras más traerás a casa y nunca las comerás? —Demandó mientras tiraba una caja llena de papas fritas mohosas a mí.
Atrapándolas hábilmente, las tiré a la bolsa de basura que Johnny tenía en sus pies.
—Si tuviéramos un perro, podríamos dárselas a él.
—¡No perros!
Suspiré y fui a la despensa para quitar el polvo de la canasta de picnic que manteníamos ahí. Después de que tres de mis peces murieran consecutivamente, teníamos una política estricta de no mascotas en nuestra casa. Pero los meses pasados he estado molestando a papá para que tengamos un perro, lo que él encuentra confuso, estoy seguro. Pero odio saber que después de que me vaya a la universidad, mi papa estará solo.
—Un perro sería bueno para perseguir a Señor —lo engatusé.
Señor era el gato del vecino y el némesis de papá. Constantemente se hacía del baño en las camas de verduras y dejando ratones muertos en nuestra puerta. La expresión en la cara de mi padre indicaba que definitivamente estaba pesándolo por el momento.
Se enderezó y empujó un mechón fuera de sus ojos con su brazo.
—¿Repíteme a dónde irás?
Empecé a llenar la canasta con comida diversa de fogata, hotdogs, bombones, galletas Graham, chocolate, y algunos pepinillos para que alcanzara.
—La playa, por una fogata.
—¿Cuál playa?
—Vista Dunes —respondí obedientemente—Estaremos ahí con Yuta y Lucas y montones de otros chicos de la escuela. Llama a la policía si no estoy en la casa a medianoche.
—¿Tan tarde? —gimió cómicamente mientras vaciaba una leche cuajada en el lavabo.
—Sip —chirrié, poniendo algunas servilletas en la canasta.
Abrió los cajones de productos en el refrigerador e inspeccionó el contenido tentativamente.
—Bien —respondió amablemente—¿JaeHyun estará manejando el auto de su papá?
El auto de JaeHyun todavía estaba siendo trabajado por papá. Aparentemente, había muchas cosas mal con éste y tenía las sospechas que papá estaba prolongando los arreglos como un proyecto. Amaba los Honda Civics de esa área.
—Sip —Mi teléfono vibró justo en ese momento—Es él, debo correr, Appa —corrí y golpeé su trasero con la canasta— ¡No enloquezcas enfiestándote con todos los electrodomésticos de la cocina esta noche!
Murmuró algo acerca de mí siendo un mocoso y continuó moviendo productos vencidos a la bolsa de basura.
Corrí afuera para ver un pequeño BMW estacionado en mi entrada. La ventana del conductor bajo y la cabeza de JaeHyun salió para gritar.
—¿Qué onda, nene, quieres un aventón?
—Eres desagradablemente bueno en eso—Me subí al pequeño asiento de pasajero, poniendo la canasta entre mis pies.
Él inmediatamente se inclinó y me besó. Mi piel se electrificó, cada parte de mí alerta y vivo.
—Hola —dije, incapaz de quitar la sonrisa de mi cara. Él sonrío de vuelta.
—Hola. Quiero decir.
Manejamos con EXO escuchándose y no sentimos la necesidad de hablar. ¿Pero constantemente nos agarramos de las manos? Sí.
Llegamos al estacionamiento de la playa, el cual estaba brillantemente genial y lleno de autos. La oscura costa estaba llena de puntos con brillantes fogatas. Parecía como si la escuela de NCT estuviera empaquetada en la playa.
—¿Listo para oficialmente iniciar en el libertinaje de la escuela de NCT? —pregunté con un raro movimiento de baile que incluía los codos como marioneta.
Levanto las manos y meneo sus dedos.
—No puedo esperar, cerebrito.
Yuta y Lucas estaban parados debajo de la luz del estacionamiento esperándonos, manos llenas de bolsas de supermercado, madera, y sabanas. Ninguna señal de WinWin hasta ahora, justo como lo dijo, Yuta había roto con él. Lucas hizo un sonido porno mientras nos acercábamos. Rodé los ojos.
—Sólo para que lo sepas, Lucas es el peor.
—¿Es por eso que pasaste siete minutos en el cielo con él? —JaeHyun preguntó en una suave y molesta voz.
Me mordí el labio para detener una risa. Mi instinto era calmarlo y sacudir mi cabeza diciendo,
¡Asqueroso! Pero ser completamente honesto con él hacía toda esta noche sospechosa. En vez de eso, encogí los hombros.
—Estamos en ese raro punto de nuestra relación. Eres el único.
Sus labios se movieron.
—¿Estas siendo sarcástico?
Abracé su brazo.
—Sí y no.
Y luego ahí estábamos, JaeHyun y yo delante de Yuta y Lucas. Aclaré mi garganta.
—Hola chicos. Um, él es JaeHyun. Quiero decir, ustedes ya se habían conocido, pero quiero decir… — sólo dejé de hablar y encogí los hombros.
JaeHyun alzó una mano.
—Hola.
Lucas alzó su barbilla en respuesta.
—Qué onda, bro. Así que tú y Taeyong, ¿eh?—Vi los ojos de JaeHyun volverse nerviosos otra vez. Yuta codeó a Lucas.
—No seas tonto—Luego él sonrío con esa sonrisa de miedo a JaeHyun—¿Así que cuales son tus intenciones con nuestro querido Taeyong?
Empecé a ahogarme con nada y JaeHyun tomó mi mano, muy casualmente, muy genial, y dijo.
—Ser pareja para toda la vida.
Lucas lucía horrorizado, pero Yuta estalló en risas.
—Bien, genial. ¿Listos para ir a una fogata gigante?
Caminamos hacía la playa y encontramos un pozo, el cuál llenamos con madera, luego lo prendimos. Había empezado a desempacar mi canasta cuando noté a Ten y Jungwoo.
—¡Qué demonios, mira quien está aquí! —susurré a JaeHyun. Él miró y les hizo una señal con la mano.
—Los invite. ¿Está bien?
¡Qué!
—Claro… digo, puedes hacer lo que quieras. ¿Pero por qué no me dijiste?
Me miró con una sonrisa de cordero.
—Para ser honesto, no quería estar sólo rodeado de tus amigos. Yuta me da miedo—Estaba a punto de discutir, pero entonces vi a Yuta brutamente tomando a Lucas por no haber ensartado correctamente su salchicha, y me di cuenta que tenía razón.
Ten y Jungwoo se acercaron y por un momento estábamos todos parados mirándonos los unos a los otros.
—Hola chicos —dije finalmente sacudiendo mis manos.
Jungwoo dijo Hola con entusiasmo, pero Ten se quedó atrás un poco. No habíamos hablado desde el incidente en el armario de suministros. Anuncié que haría un poco de S’Mores. Yuta había tomado lo que había traído y empezado a caminar a las fogatas designadas para hacer S’Mores un poco más alejados, así que troté para alcanzarlo, brochetas en la mano.
Pusimos malvaviscos y mantuvimos las brochetas sobre el fuego, Yuta me dio un codazo suave, tirando un poco de malvavisco derretido sobre la arena.
—Oye, así que lo hiciste.
—¿Hm? —Mantuve mi mirada en el malvavisco que no se encendía como siempre le pasaba a Yuta.
—Digo, puedo decir que lo que tienen JaeHyun y tú es real. Tienes a tu novio.
No pude detenerme de sonreír como un idiota.
—Lo logré.
—Así que ahora harás todo por ti mismo, ¿cierto?
—¿Qué quieres decir?
—Lo que quiero decir es, ya no necesitas los pasos de los k drama, ¿cierto? ¡Está hecho! —Pude sentir alivio en sus tonos apagados.
Demonios. Mi malvavisco se incendió y lo sople rápidamente.
—No lo sé. Digo, sí, tengo al chico. Pero apenas. ¡Apenas empezamos a salir! Y no lo sé. Saber que tengo esos pasos esperando por mí, cuando quiera, me hacen sentir con confianza.
—¿Pero qué posibles pasos necesitas tomar ahora? ¿No has llegado básicamente a tu final feliz?
Dándole mi brocheta a Yuta, furtivamente saque mi cartera de mi bolsillo trasero y desdoble la lista.
—Supongo que tienes razón. Pero no la puedo abandonar aún—La idea de dejar completamente los pasos de k drama me desconcertaba completamente, y sentía que estaba cayendo en picada desde el cielo sin nada que me detuviera.
Yuta tomó la lista y la rápidamente la desdoblo.
—Tae, el resto de esta cosa es, como, terrible. Malentendidos y traiciones. No vas a planear que las cosas vayan mal, también, ¿cierto?
A pesar de que estábamos lejos de JaeHyun y todos los demás, mantuve mi voz baja.
—¡No, claro que no! Esos otros pasos eran solo parte de la fórmula que encontré en los dramas que quería documentar. Pero no lo sé…
De repente Yuta sostenía la lista sobre la fogata.
—Vamos a deshacernos de esto, de una vez por todas.
Mi corazón saltó fuera de mi pecho hasta mi garganta. Ahogué un grito.
—¡Yuta! ¡No!
La lista colgaba sobre las flamas y Yuta me miró fijamente.
—¿Por qué? Se acabó. ¿Para que la necesitas?
Antes de que pudiera responder, mi cuerpo se movió. Empujé a Yuta lejos del fuego y le quité la lista de su mano. Alivio me llenaba cuando la sostuve cerca de mi pecho. Luego puse la lista de vuelta en mi cartera y le di una mirada a Yuta.
—¡Que rayos, Yu! Esta es mi lista, yo decido cuando tirarla.
Sacudió su cabeza y mostró sus manos rindiéndose.
—Está bien, está bien. Claramente estas endemoniadamente atado a esa cosa. Pero no digas que no te lo dije.
Terminamos de hacer nuestros S’mores en silencio y luego caminamos hacia nuestro grupo. Le pase a JaeHyun sus S’mores y los aceptó con una reverencia. Yuta se sentó al lado de Lucas, quien estaba comiendo un hot dog. Con la lista de vuelta en mi cartera, mi ritmo cardiaco volvió a la normalidad.
Lucas se golpeó los labios, limpiándose un poco de mostaza de las comisuras de su boca.
—Así que JaeHyun, ¿puedes comer buena carne rostizada en la playa de dónde vienes?—Ten se río, lo que hizo que mis cejas se alzaran. Di una mirada a Jungwoo, quien estaba viendo a Lucas con ojos de corazón de Sailor Moon. Oh, Dios.
Notando que me tomó 0.5 segundos comerme mi s’more, JaeHyun cuidadosamente rompió el suyo a la mitad y me dio una pieza a mí.
—No. Tristemente, comemos nuestras carnes veganas.
Todos se rieron y pude sentir a JaeHyun relajarse a mi lado. Dio una mirada a todos.
—¿Cuánto tiempo han conocido a Taeyong?
—Desde siempre—Yuta arrastró las palabras.
—Realmente, ¿en serio? —JaeHyun preguntó pacientemente.
—En serio. Nos conocemos desde segundo año.
Lucas intervino.
—Y yo la conozco desde sexto grado. Tiempo atrás cuando él insistía en vestir pantalones cortos.
—¡Já! ¡Los derrotó a todos! Yo lo conozco desde preescolar.
Todos se voltearon para ver a Ten.
—¿En serio? —Lucas preguntó, mirándolo con curiosidad. Él le dio una mirada maliciosa.
—¿Taeyong no ha mencionado la escuela coreana?
—¿Qué es eso, una escuela para aprender cómo hacer kimchi? —Lucas se rio solo. Pateé arena sobre Lucas.
—Sí. Kimchi. Hicimos montón de eso. En el preescolar.
Ten encogió los hombros, sin perturbarse. Miró a Lucas.
—Tuvimos que aprender como leer, escribir y hablar propiamente coreano. Los sábados. Como sea, um, recientemente nos dimos cuenta que nos conocíamos desde esos días—Tomó un trago de cerveza y telepáticamente le envíe un gracias por no ir a los elementos más dramáticos de la historia.
JaeHyun abrió mi Squirt para mí. Totalmente no necesario, pero era uno de esos pequeños gestos de novio que amaba revelar. En la escuela él insistía en cargar mis libros, también, a pesar de que podía decir que se arrepentía cuando mis libros gigantes de física estaban ahí.
Yuta aventó una servilleta sucia al fuego.
—Yong y yo nos conocimos, como, de una horrible forma.
Gemí.
—Ugh, Yu, ¡no lo hagas!
JaeHyun dio un vistazo entre nosotros.
—¿Qué? ¡Dime!
Enterré mi cara en el chaleco inflado que vestía JaeHyun.
—Noooooo.
Lucas se burló.
—Yo le diré, entonces.
Yuta se aclaró la garganta.
—No, yo le contaré la historia ya que yo fui el que salvó el día —Se puso en una posición cómoda, reclinándose como un rey Egipcio rodeada de sus esclavos—Bueno, un día en segundo grado, el papá de Taeyong le puso un jugo. Y él se lo tomó justo al final del desayuno, como en cinco segundos, acurrucada en una esquina succionando ese pequeño bote con tanta avidez. Como un Gnomo.
Estallé en risas.
—¡Cállate, Yu!
—No, en serio, era, como, perturbante cuanto necesitabas beber ese jugo. Como sea, unas horas más tarde estábamos en clase, la escuela estaba a punto de acabar, y él seguía retorciéndose a mi lado. Y solo para que lo sepas, no éramos amigos todavía, estaba saliendo con los chicos geniales en el receso y a Taeyong le gustaba mandar a todos en la pequeña cocina.
Retorcí mi nariz.
—Todos eran un desastre siempre ahí y ponían cosas en lugares equivocados.
Yuta volteó los ojos.
—Caso cerrado. Como sea, así que él estaba sentado ahí, poniéndose todo inquieto. Y noté esta inquietud porque él siempre era obediente y perfecto. Y es cuando me di cuenta de que él se quedó completamente quieto. Y sus ojos se volvieron grandes. Y entonces… vi algo derramarse.
JaeHyun gimió.
—Oh, no.
—Sip. Él se estaba haciendo pipi en los pantalones.
Ten, Jungwoo, y Lucas estallaron en risas. Resoplé.
—No es tan gracioso, ¡chicos!
Ten casi se ahoga.
—Sí, lo es.
Jungwoo limpió una lágrima en su mejilla.
—Lo siento, Taeyong, pero…
—Hombre, ¡te hiciste pipi en los pantalones!—Lucas aulló—podemos reírnos.
Yuta calló a todos.
—Sí, él se hizo pipi, un charco entero debajo de su silla. Y él no dijo ni una palabra. Estaba tan asqueado y a punto de levantar mi mano para decirle —La gran sonrisa de Yuta desapareció un poco cuando me volteo a ver—cuando vi una lágrima gigante caer en su rostro. Me di cuenta que era algo que no quería que la maestra supiera. ¿Pero cómo podías ocultar eso?
Entonces lo interrumpo.
—Así que Yuta hizo algo como alguien de siete años que define al Yuta que hoy conocemos y amamos. Mientras la maestra estaba ocupada en el armario de suplementos, me empujo fuera de mi asiento, limpio mi pipi con su suéter, luego me dio sus pantalones para que los cambiara por los que estaban húmedos, vistiendo solo su ropa interior y metiéndose en grandes problemas —Todos empezaron a reír —Él creó una distracción más grande que robar mis pantalones llenos de pipi.
Ten aplaudió lentamente.
—Wow, eso es verdadera amistad.
Yuta encogió los hombros.
—Bueno, seamos honestos, caminar por ahí en ropa interior no fue gran sacrificio. Sacudí la cabeza.
—Si lo fue, no intentes ser humilde ahora—dije—fue el principio de una hermosa y disfuncional amistad —sonreí y vi a JaeHyun, esperando que amara la historia, pero tenía una extraña expresión en su cara.
—Oye, iré a meter el pie al mar —dijo, parándose y quitándose arena de los pantalones.
—¿Ahora? —pregunté, sorprendido por este repentino cambio de humor.
—Sí, volveré enseguida—Y se fue trotando antes de que alguno pudiera unírsele.
—Um, regresaré, también—dije.
Cuando lo alcancé en la costa, él solo estaba parado, una figura obscura en una playa obscura. Las olas se agitaban en sus pies, los cuales todavía estaban con zapatos.
—¿Qué está mal? —pregunté, sintiendo mi corazón latir nerviosamente. ¿Hice o dije algo? He estado tan confiado, lo sabía… había bajado mi guardia.
Cuando él no respondió enseguida, nerviosamente metí mi mano en el bolsillo de mi suéter.
—¿Estás bien?
Su espalda todavía hacia mí, bajo su cabeza y pateó arena.
—Estoy bien. Lo siento, es solo que… —se detuvo, silencioso.
Toque su hombro levemente. Él la alcanzó y tomo mi mano, volteándose al mismo tiempo. Él me miro justo a los ojos y dijo, simplemente.
—Esa historia fue triste.
Mi ceja se hizo un surco y sonreí un poco.
—¿La del pipi? ¿Qué quieres decir? Es vergonzosa, cierto, ¡pero también graciosa!
Él sacudió la cabeza.
—No. Eso paso en segundo grado, ¿cierto? ¿Fue después de que tu mamá murió?
Todavía estaba confundido.
—Mm, sí, creo que sí. ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?
Él dudo antes de hablar.
—Lo siento, no quise convertir esto en algo grande. Sé cómo te sientes al hablar de eso. Es solo que… es triste porque tu mamá murió —Soltó mi mano y volteo su cara, enterrando sus palmas en sus ojos—Lo siento tanto por ese niño. No pienso que sea gracioso que él se haya hecho pipi. Pienso que es triste.
Estaba sorprendido.
Porque estaba viendo a JaeHyun como realmente era. En todo mi enamoramiento, en mi obsesión, en toda mi intriga… no sabía que esta persona había estado en frente de mí todo este tiempo. No solo el genial artista rebelde JaeHyun. Pero el lindo, y profundamente empático JaeHyun. El JaeHyun que vio una historia sobre un pequeño niño haciéndose pipi en los pantalones en segundo grado como una tragedia más que una comedia.
Y fue en ese momento que supe, seguro, que quería ser novio de esta persona. Y finalmente entendí lo que significaba esa palabra. Era algo más allá de tomarse las manos y robarse besos. Era compartirse a ti mismo con alguien que lo merecía. El peso de eso casi me quitó la respiración.
Al instante pensé en uno de mis k dramas favoritos: En Healer, YoungShin descubre el misterioso secreto de Healer, y lo encuentra enfermo y emocionalmente destruido. Cuando él la empuja, ella tomó sus brazos y lo abraza, y él se rompe.
Así que envuelvo mis brazos alrededor de él y descanso mis mejillas en su pecho. Nos paramos ahí por un largo momento, nuestra respiración y pensamientos mezclados.
—Tienes razón. Fue triste —dije en su camisa.
—Tienes permitido decir que la muerte de tu mamá es triste, ¿sabes?
Esas simples palabras, ese pequeño permiso, abrieron algo en mí, porque era la primera vez que alguien lo había dicho. No pude responder porque mi garganta se cerró. Así que lo abrace más fuerte, brazos fuertemente aferrados para atraer su persona más cerca de mí.
—Bien —dije en una voz suave.
—Aún puedes apreciar a tu papá y estar triste por tu mamá.
Mi visión se empaño mientras asentía.
✎ ✎ ✎
Cuando llegue a casa esa noche, eche un vistazo al cuarto de papá, viendo una pequeña luz desde el pasillo hasta su cama. Solo me pare ahí por un momento, viéndolo dormir, dejando todo el espacio de un lado de la cama después de diez años durmiendo solo. De repente uno de sus ojos se abrió.
—¿Uh? Taeyong, ¿Eres tú?
—Sí, siento haberte despertado —susurré— ¡Vuelve a dormir!
—¿Todo está bien?
—Sí. Todo bien—Cerré su puerta con un gentil sonido—Cómo siempre lo ha estado.
Cuando estaba en mi cuarto, tomé la libreta de k drama de mi mesa de noche. En este punto, estaba llena de las notas de todo lo que había pasado. Todos mis planes y los resultados, llenados diligentemente. Tomé la lista de mi cartera y aplané todas sus arrugas.
—Bueno, lista, has sido buena conmigo. Nunca te olvidaré, pero es tiempo de que te vayas—Ya que no pude destruirla, era tiempo de dejarla ir. Puse las páginas de vuelta a la libreta, cerrándola, y poniéndola en mi mesita de noche.
Un corazón garabateado salió de las páginas y floto en el aire, sus alas dibujadas volaron, y sentí mi pecho más ligero mientras me deslizaba a dormir.
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S’Mores: Un s'more es un postre tradicional de Estados Unidos y Canadá, que se consume habitualmente en fogatas nocturnas como las de los exploradores y que consiste en un malvavisco tostado y una capa de chocolate entre dos trozos de galleta Graham.
18
PASO 18: CONOCE A SU FAMILIA Y GÁNATELOS.
Vi los videos de Bob Ross hasta que mis ojos sangraron, pero aun así no podía pintar un árbol de sicomoro que no se viera como una pieza de brócoli.
Fueron horas antes que el programa de caridad de la fundación Parques del Estado de California, donde todos los clubs de arte de niños podrían finalmente mostrar nuestro trabajo. Y en mi muy anti– moda–Taeyong, había terminado mi pintura en el tan último minuto. Añadí una gota de pintura purpura a una de mis ramas. Cuando tuve que mostrarlo a JaeHyun unos días atrás, él me había explicado, con extrema paciencia, que podías ver inesperados colores en todo, si tu solo cambiabas tus percepciones literales del mundo a tu alrededor. Infortunadamente, estaba muy acostumbrado a ver las cosas en términos literales. En física, la ley de gravedad no variaba basada en la hora del día como los colores de una hoja lo hacían.
Cuando la alarma de mi teléfono estalló, ¡Programa de Arte! brilló en la pantalla. Apunté un mini ventilador en la pintura para ayudarla a acelerar el proceso de secado, entonces corrí al piso de arriba y mirando nerviosamente mi elección de vestimenta. No solo era el programa de Arte esta noche, sino era sobre conocer al papá de JaeHyun y a su padrastro. Después de salir por algunas semanas, había insistido en conocerlos, no solo porque era la cosa apropiada para hacer, sino porque quería conocerlos. Estaba tan curioso sobre ese misterioso idiota papá a quien JaeHyun odiaba.
Mi papá estaba trabajando hasta el programa, entonces tenía la casa para mi antes de que JaeHyun me recogiera. Puse a Beyoncé, y treinta minutos después de ondularme el cabello y afeitarme, estaba parado fuera esperando por él. El BMW de su papá tiró a la vista y saludé, suavizando hacia abajo la camisa negra estampada con flores que estaba vistiendo (con Keds rojas para evitar estar demasiado cargado) mientras sostenía mi pintura en la otra mano.
—Bonito—dijo JaeHyun una vez que tuve mi pintura a salvo situada en el asiento de atrás, inclinado para besarme y dejar de lado una hebra de pelo rizado.
Aún no me acostumbraba al esplendor de novio, me sonrojé.
—Gracias. No estaba seguro de qué vestir.
JaeHyun se apuntó a él mismo. Vistiendo una camisa azul y jeans negros.
—El código de vestimenta es elegante.
—Claramente —dije, riendo y tirando de su gorro. Él alcanzó mi mano, entonces la retuvo mientras conducíamos. Dejamos caer la pintura en la galería de Renjun, entonces nos dirigimos hacia el papá de JaeHyun.
En un punto, pasamos al estacionamiento donde nosotros tuvimos nuestro primer beso (la visión de eso hizo que mis dedos y los dedos de mis pies hormiguearan); entonces condujimos arriba al arenoso camino en una colina hasta que entramos en un camino privado.
—Woaaaa —respiré mientras la casa entraba a la vista.
Era ridícula, pero hermosa. La arquitectura era tanto española como estilo ranchero. Enormes ventanas, algunos con vidríales intricados, madera oscura recortada, y un alboroto de buganvilla rosa fuerte esparcida sobre las paredes y sobre los muchos balcones. Antiguos robles y jóvenes arboles de olivos acorralaban el inmueble y varias plantas carnosas y desiertas salpicaban el paisaje, creando un verdadero sentimiento de la antigua California. Me recordaba a la casa que el papá poseía en la película original Juego de Gemelas. Soñaba con vivir en una mansión de estilo ranchero desde que la había visto. Tú sabes, ese viejo sueño.
—Hogar, dulce hogar —JaeHyun murmuró, estacionando el auto casualmente cerca de uno de los robles.
Apreté su mano.
—Es realmente hermosa —dije casi en modo de disculpa. Él se encogió de hombros.
—No tengo nada contra la casa. Sino a quien pertenece.
Caminamos arriba hacia la puerta y me preparé para conocer al idiota-más-grande-de-la-vida: Papá Jung. Entonces las altas puertas dobles de madera se abrieron.
—¡Taeyong! ¡Estoy tan contento de finalmente conocerte, querido!
El hombre que me recibió no era quien esperaba. En lugar del baboso que vestía un polo rosa que había imaginado, fui recibido por. . .bien, un tipo nerd sexy.
Alto, más alto que JaeHyun incluso, él usaba pantaloncillos, grueso cabello marrón, desordenado y desaliñado en una forma infantil como su hijo. Él llevaba anteojos enmarcados negros en un rostro con una fantástica estructura huesuda. Nariz derecha, mandíbula fuerte, pómulos pronunciados. Con una estructura robusta, como un corredor de larga distancia, y exudaba una verdadera energía cinética, su papá me envolvió en un cálido abrazo y atrapé un olor de sándalo en la fresca camiseta blanca que él vestía con pantalones vaqueros.
Antes de que pudiera recuperarme, un minúsculo hombre agarrando dos labradores color chocolate que ladraban, me saludó a la distancia:
—¡Hola, Taeyong!
Incluso mientras sostenía a aquellas dos bestias felices acorraladas, él estaba elegante con su derecho y rubio pelo corto, pantalones apretados, y una camisola gris de seda.
Una vez que los perros se calmaron él subió a la puerta.
—No avergüences a JaeHyun, ya—Él dijo al Papá Jung con un exagerado rodar de ojos. Él diminuto hombre me lanzó una gran sonrisa y me extendió una mano con manicura perfecta, haciendo que sus gruesos brazaletes tintinar juntos.
—Soy Haechan. ¡Es muy bueno conocerte finalmente! Estos dos monstros de aquí son Hansel y Gretel—Haechan de www.dailyhaechan.com. La reconocí de inmediato de su blog de moda que JaeHyun me había mostrado para burlarse de él.
—¡Vamos, entren! Tendremos un pequeña charla y bebidas aquí y entonces podemos conducir hacia el programa juntos —dijo Papá Jung—Y, por cierto, por favor siéntete libre de llamarme Taeil.
Solo había estado asintiendo con mi cabeza en silencio la escena entera y finalmente salí de eso.
—¡Es un placer conocerlo también! Gracias por invitarme —le tendí una planta carnívora en una maceta pequeña que había recortado de mi patio ese día.
Ambos me sonrieron cálidamente en respuesta, y Taeil tomó la planta de mí.
—¡Gracias, Taeyong! ¡Qué gran adición para nuestro pequeño jardín desierto! Esperemos mantener a este chico vivo.
¿Cortesía impecable? Listo.
Caminamos dentro de la casa, JaeHyun aun sosteniendo mi mano, y su agarre se hizo casi imperceptiblemente más apretado. No podía imaginar por qué, su papá era simpático como el infierno hasta ahora. Pasamos por el vestíbulo gigante de azulejos, completa con una araña de asta rústica que era más grande que mi habitación, y mi mandíbula cayó cuando entramos completamente en la casa.
Era tanto rustico como palaciego. Enormes ventanas y puertas francesas con vista al océano y a la puesta de sol. Velas iluminaban en todas partes, y tapices de colores y suaves alfombras de piel de animal acentuaban el cuero marrón de los muebles. Era lujoso y acogedor y quería vivir aquí por siempre.
—¡Wow, que increíble casa! —exclamé.
—¡Gracias! —exclamo Haechan igual de entusiasta—Deberías haber visto el lugar antes de que nos casáramos. Un verdadero piso de soltero.
¿De verdad? ¿Me imagino cómo un piso de soltero podría haber sido esta hermosa casa?
—Quieres decir, antes de que te mudaras —dijo JaeHyun seco—Te casaste como dos años después de que te mudaras—Le lance una mirada aguda, pero Haechan no pestañeo, y Taeil le disparó una mirada de advertencia mientras nos servía bebidas desde el bar detrás del comedor.
—Si, eso es lo que quise decir—Él contrarrestó fácilmente.
Apreté la mano de JaeHyun gentilmente, tratando de comunicarme con él sin palabras: relájate. El pareció relajarse ligeramente, pero no podría decirlo por su sepulcral expresión.
Taeil me entregó una copa fría como el hielo llena con una brillante bebida roja.
—Solo una Shirley Temple, no te preocupes—Él le lanzo a JaeHyun una lata de cerveza de raíz. — Tu favorita, ¿cierto? —Incluso yo sabía que a JaeHyun no le gustaba la cerveza de raíz y había sido su novio por un mes. Desee que no dijera nada malo. En lugar de eso, él mantuvo una expresión en blanco y metió la lata en un costado de la mesa.
—Tuve que googlearte porque JaeHyun te mantenía tan misterioso—dijo Haechan, enrollándose en el sofá con una copa de vino blanco—Muy impresionante, tus padres deben estar orgullosos de ti.
Hm, padres. Parecía que JaeHyun realmente no hablaba mucho de mí con estas personas. Tomé un sorbo de mi Shirley Temple.
—Gracias, pero somos solo mi papá y yo. Mi madre falleció.
Haechan y Taeil perecían heridos. La boca de Taeil se abrió y cerró antes de decir.
—Siento tanto escuchar eso, Taeyong. No sabíamos...—él se desvaneció, dándole a JaeHyun una miranda que era en partes iguales, frustrado y decepcionado. Yo, de todas formas, no estaba sorprendido de que JaeHyun nunca les hubiese mencionado eso a ellos. Estaba sorprendido de que ellos supieran de que yo existía.
—Debe ser un gran padre —dijo Haechan con una cálida sonrisa.
—Lo es—dijo JaeHyun—Él está arreglando mi auto, tú sabes. Él es mecánico.
—Oh, ¿de verdad? ¿Dónde está su tienda? —preguntó Taeil.
—Bajo el camino Baker, cerca de nuestra escuela —dije. Y continuamos hablando fácilmente sobre mi papá, la escuela, y un centenar de otros temas, hasta de nuestras bebidas se acabaron. Haechan y Taeil eran curiosos, sobre todo. Los deportes que jugaba, qué quería estudiar en Standford, de qué parte de Corea eran mis padres.
—Entonces, Taeyong. ¿Qué te hace querer ser doctor? – pregunto Taeil cuando rellenaba mi Shirley Temple.
—Gracias —dije, hablando de la bebida—Siempre había querido ser doctor porque mi mamá era una también. Una neurocirujana.
—¡Wow! ¡Dama impresionante! —dijo Taeil, tomando un sorbo de su propio coctel.
—Si, definitivamente —dije con una risa.
—Pero a Taeyong le encanta toda la biología que hay detrás de convertirse en doctor, también. ¿Cierto, Taeyong? —JaeHyun preguntó con un codazo suave.
Moví el hielo en mi bebida con mi pajita.
–Tú lo sabes.
—Más allá de la ciencia estúpida—JaeHyun dijo con una sonrisa orgullosa.
—Supongo que también me gusta la idea de, no sé, literalmente salvar vidas —dije—Sé que suena muy simple, y no sé, estructurado. Pero soy una persona impaciente, ¿sabes? Me gusta ver los resultados directamente de las cosas que hago, y aunque admiro a los héroes anónimos, nunca podría estar contento con el, eh, juego largo, ¿sabes? No estoy seguro de si tiene sentido...
Taeil había estado asintiendo con su cabeza desde el segundo en el que comencé a hablar.
—Taeyong, tiene sentido completamente. Es lo que me condujo a la ingeniería y después a especializarme en equipo médico. Una impaciencia juvenil para promulgar un cambio.
—¡Exactamente! JaeHyun me dijo que habías patentado el... bueno, él no recordaba exactamente el nombre, ¿pero es la máquina de RCP?
—Eh, nop. El auto resucitador externo.
Chasqueé mis dedos.
—¡Conozco eso! ¡Supuse primero eso! ¿Cierto, JaeHyun?
JaeHyun estaba tratando realmente duro de aparentar que toda esta conversación no estaba pasando.
Pero lo estaba, y quería que su papá supiera que él había estado hablándome sobre él.
—De todas formas, si, JaeHyun me contó sobre eso y estaba super emocionado.
Taeil irradió y JaeHyun se retorció. Aclaré mi garganta.
—¿Puedo tener un recorrido por la casa?
Cuidé las sobras de mi Shirley Temple mientras hacía el recorrido de Taeil y Haechan. Salimos para el programa un poco después, tomando un auto juntos. El programa había sido convertido en alguna galería de lujo del centro. Llegamos un poco temprano, pero eventualmente la gente comenzó a entrar, incluyendo a Yuta y Lucas. Presenté a todos y fue confortable y fácil y un poco encantador.
En cierto punto, JaeHyun me arrastró aparte mientras todos charlaban.
—¿Recuerdas que los becarios van a ser notificados esta noche? Por correo.
Jadeé.
—Oh Dios mío, ¿cómo pude olvidarlo?
Meneó sus cejas.
—He estado distrayéndote.
Rei.
—Lo has hecho. De acuerdo, bien, ¿Sabes a qué hora?
—A media noche.
—Rayos, ¿tan dramático? —dije con un rodar de ojos. Que me recordó—Oye, ¿tu mamá va a poder llegar al programa esta noche? —pregunté tratando de mantenerlo ligero, pero sintiéndome inquieto. La idea de ella apareciendo con Taeil y Haechan alrededor me ponía nervioso.
JaeHyun sacudió su cabeza.
—No, ella está viajando por trabajo.
—Oh, que mal. Hubiera sido grandioso conocerla —dije con una muy brillante sonrisa. Solo entonces escuché la voz de Lucas fuertemente preguntando:
—¿Cómo se convierte uno en un bloguero de moda?
Gemí.
—Vamos a rescatarlos.
Antes de que pudiéramos, vi a Ten caminado con dos personas que asumí eran sus padres. Mientras no estaba seguro de si éramos amigos exactamente, Ten y yo definitivamente habíamos reducido la hostilidad entre nosotros. Sabía que él salía con JaeHyun a veces y solo trataba de que no me molestara. Tanto como no coqueteara con él, eso estaba bien.
Inesperadamente, los padres de Ten hicieron una línea recta hacia mí, llenándome de miedo.
Oh Dios, padres coreanos. Tendría que ser todo coreano y. . .
—¡Taeyong! Dios mío, ¡mírate! ¡estas tan grande ahora! —la madre de Ten dijo en voz alta mientras ponía su hermoso chal cachemir sobre sus hombros.
Hice mi incómoda reverencia coreana y los saludé, doblando ligeramente la cintura y diciendo:
—Annyonghaseyo—En un apresurado murmuro a la moda.
El papá de Ten me dio una incómoda palmada de papá coreana en el brazo.
—Guau, ¡amable y alto!
Reí nerviosamente.
—¡No tan alto como Ten sin embargo!
Ellos dos lanzaron sus cabezas atrás y rieron como si hubiera dicho las palabras más divertidas del mundo. Siempre.
—Él es muy alto—dijo su madre con un rápida y desaprobatoria mirada a Ten, quien estaba encorvándose y prácticamente escondiéndose. Ah, la astuta evasión coreana de halagar a sus propios hijos haciéndolos pasar por una crítica en cambio.
—¡Ten dice que iras a Standford para convertirte en doctor! —Su papá bramó. Escondí mi vergüenza con una risa nerviosa.
—Bueno, no aún, ja–ja. Digo, tengo que ser aceptado primero.
Su mamá movió su mano.
—Oh, lo serás. Ten siempre fanfarronea sobre lo inteligente que eres.
Ten casi se derrite en una pila de cabello y piel.
—Omma. No, no lo hago—Él me fulminó con la mirada—Ni siquiera pienses por un instante que mis seniles padres están diciendo la verdad.
Su mamá clavó un nudillo en el brazo de Ten e hizo un sonido que parecía un tsk.
Mientras yo disfrutaba mirar a Ten ser educado por su madre, me di cuenta de mi papá solo entonces. Caminando en la galería vistiendo un chaleco verde oscuro apresuradamente tirado sobre su grasienta polera y caqui. ¡Sólo lo mejor por su hijo!
Rápidamente me excusé y corrí hasta él.
—¡Hola Appa!
Sonrió e inmediatamente escaneo la galería.
—Hola, Taeyong. ¿Dónde está el tuyo?
—Escondido en una oscura esquina en algún lugar—Señalé al final de la galería, mi pintura la última antes del pasillo de los baños. Adecuado.
—Vamos a verla juntos —dijo, tirándome hacia allá.
—De acuerdo, pero primero, ¿quieres conocer al papá de JaeHyun y a su padrastro? —pregunté con un poco de inquietud. Sabía que todos ellos podrían probablemente llevarse bien, no quería que nada incómodo pasara. No podía quitar el persistente sentimiento que todo esto podría descifrar el más mínimo tirón, el más pequeño mal manejo.
—¿Ellos están aquí? —él preguntó, mirando alrededor. Entonces él vio a JaeHyun y movió su brazo en el aire. Muy alto, y con un muy expansivo movimiento de ondulación.
Caminamos hasta ellos y me di cuenta de que Lucas y Yuta ya se habían dispersado. Le sonreí a todos.
—Taeil, Haechan, este es mi papá.
—¡Hola, papá! ¿Tiene papá un nombre? —pregunto Taeil con una sonrisa cordial mientras extendía la mano para agitar la de mi papá.
Mi papá rio.
—No, para Taeyong mi nombre es solo Maquina de Comida.
Todos los adultos estallaron en bulliciosas risas. ¿De dónde había sacado papá este extraño humor de TV? Empujé a mi papá ligeramente.
—Ja-ja.
—Mi nombre es Johnny, ¡pero puedes solo llamarme John! —él dijo en la voz más animada, que el usaba cuando él conocía a gente quien no podía pronunciar su nombre.
—Un placer conocerte, ¡John! Amamos a tu hijo. Taeyong es solo lo mejor —dijo Taeil con un guiño en mi dirección—¡JaeHyun es afortunado de que incluso se tome la molestia!
Tantos chistes de papá. Hice una cara a JaeHyun y rodó sus ojos en respuesta.
Todos caminamos alrededor de la galería para revisar los trabajos de arte. Algunos eran buenos, como el de Ten. El suyo era esa oscura (sorpresa) abstracta pintura llena de gotas de pintura y formas sombrías. Si, podía imaginármelo en alguna sala de una persona rica.
Y entonces ahí estaba mi pintura.
—¡Ta-da! —dije—Miren, ¡la superioridad de habilidades en pintura rudimentaria!
JaeHyun suspiró.
—Aquí vamos otra vez con el acto de desprecio hacia si mismo—Él miró alrededor a nuestros padres—¡Él es bueno! Solo necesita más práctica.
Asentí.
—Si, definitivamente no puedo esperar para tener más práctica. Pero tuve un montón de ayuda de JaeHyun, gracias a Dios. O estarían mirando a un muy brillante borrón de verde en un palo café.
Mi papá lo miro de cerca.
—Si, ¡es bastante bueno, Taeyong! Nunca había visto tu pintura antes, ¡muy buen trabajo!
Y entonces nos movimos a la pieza de JaeHyun, la cual tenía su propia pequeña habitación en la galería. Los Beach Boys estallaban en la oscuridad, cuatro paredes todas iluminadas por imágenes proyectadas. Imágenes de grafiti que JaeHyun había pintado. Pero proyectadas de una forma en que las paredes actualmente parecían pintadas. Con la soñadora música flotando en el fondo, las fotos cambiaban cada algunos segundos para que coincidieran con ciertos ritmos. Había una pequeña placa por la entrada para explicar el concepto de su proyecto.
—Wow—Haechan se maravilló mientras giraba alrededor lentamente—Esto es impresionante.
Taeil estaba en silencio, tomándolo todo por dentro. Y entonces miró a JaeHyun.
—¿Es enteramente tuyo?
Oh, mierda.
JaeHyun se encogió de hombros.
—Un poco. Todas estas cosas ya existían, solo lo arreglé.
La mandíbula de Taeil se apretó.
—Primero tu arresto. Entonces el incidente en el zoológico, la cual podía haberse convertido en un arresto del guardia de seguridad hubiera sido un policía. ¿No has aprendido nada? Estas en libertad condicional, ¿cómo puedes ser tan despreocupado?
Algo cambió en la cara de JaeHyun, convirtiendo en una máscara imperturbable que no había visto desde los primeros días de JaeHyun. Una máscara de fastidio, o preservación propia.
Me metí.
—Em, Taeil, pienso que no es realmente importante eso. Como él dijo, el grafiti estaba ya ahí, toda la idea es que el trasformó el vandalismo en arte.
Mi papá me disparó una penetrante mirada, que significaba No Te Involucres. Taeil se había tranquilizado por un segundo, antes de que su cara se relajara.
—Si, supongo que entiendo el concepto—Y podía ver en su controlada expresión que él estaba tratando realmente duro de no enfadarse—No tiene que gustarme como llegaste ahí...
—¡No tienes que tener una opinión! —JaeHyun explotó. Taeil se volvió rojo y vi a Haechan congelarse. Y lo entendí, la dinámica de la vida hogareña de JaeHyun. De puntitas al rededor del Señor Adolescente Gruñón hasta que uno de ellos explotara. Incluso si las cosas habían conseguido mejorar entre ellos, su historia seria siempre burbujeante bajo la superficie, solo buscando razones para explotar.
—JaeHyun—Taeil susurró furiosamente—Este no es el momento.
—¡No hay momento, Papá! ¿Cuándo quieres hablar? ¿En casa? Nosotros no hablamos.
La cara de Haechan palideció cuando él me miró y le lancé una impotente miranda de vuelta.
—¿Es siempre mi culpa? ¿Cuándo voy a parar de tener que pagar por este divorcio? He estado tratando por cinco años, ¡JaeHyun! —La voz de Taeil retumbó en las paredes, mezclándose con Brian Wilson cantando "No te preocupes, bebe", y la escena completa era solo surrealista.
—¡Ese es el problema, piensas que solo puedes arreglar todo con dinero! Lanzando la pensión alimenticia. Bien, eso es todo —dijo JaeHyun, usando una baja y rota voz para impresionar.
Taeil lanzó sus brazos arriba en el aire.
—¿Me estas tomando el pelo? ¿Es tenerte mudándote solo tirar dinero para ti? ¡Es tu mamá quien quiso mantenerte lejos todo este tiempo!
Uh-oh. JaeHyun pasó sus dedos a través de su cabello y rio duramente. Mi papá lentamente hizo su camino hacia mí.
—Tal vez deberíamos ir afuera —me dijo en voz baja. Pero no podía irme ahora. Taeil estaba en silencio y JaeHyun siguió.
—Y tu solo me tuviste mudándome contigo porque querías controlarme.
—No, no, en eso te equivocas—La voz de Taeil volvió al volumen normal—Si, cuando fuiste arrestado, me pregunté si necesitabas más supervisión. Pero era. . .solo una excusa. Había estado buscando una oportunidad para convencer a tu madre para que te dejara vivir conmigo, y el arresto fue la única cosa que finalmente lo hizo.
JaeHyun hizo un grosero ruido, algo entre un bufido y una risa. Taeil lo ignoró y continuó.
—¿Crees que pienso que necesitas más disciplina? Si. ¿Es un poco tarde? Tal vez. Pero aún quiero intentar y llegar a conocerte antes de que te vayas a la universidad. Sé que nunca tendré una oportunidad de verte de cualquier forma real después de eso—La voz de Taeil se rompió—No quiero perder todas esas grandes cosas.
JaeHyun aún miraba abajo al suelo, manos metidas en sus bolsillos, mientras mi corazón se salía, resistía al instinto de ir y estar con él.
—JaeHyun, solo quiero decir que. . . estas bien—Taeil movió un brazo a las paredes que lo rodeaban—Debía preocuparme por esto porque te esmeraste en esto. Y es genial, estoy tan impresionado. Y estoy tan satisfecho de que tuve la oportunidad de compartir este momento. Ese es el por qué quería que te mudaras aquí. Así podía llegar a conocerte mejor. ¿Y todo esto? Me hace entenderte un poco más. Y estoy orgulloso.
Sostuve mi respiración. JaeHyun continuaba mirando al suelo.
—Incluso si tú, tal vez, rompes la ley—El juguetón tono en la voz de Taeil parecía golpear algo abajo, entonces, JaeHyun finalmente levanto la mirada. Él no sonreía exactamente, pero él no se veía furioso ya.
—Gracias.
Y justo en el clavo "Good Vibrations" vino por los altavoces y un grupo de gente entró y comenzó a charlar ruidosamente con oohs y ahhs. Mi papá caminó hacia Taeil y Haechan, y JaeHyun se dirigió hacia mí.
Lo golpeé con mi hombro. Él me miró tímidamente y golpeó mi hombro de vuelta.
—Hola.
Él sonrió, un pequeño rayo de luz del sol brilló entre las nubes.
—Hola. Perdón por eso.
Después de alanzar mis ojos alrededor para estar seguro de que mi papá no estaba mirando, lo besé en la mejilla.
—No te disculpes. Perdón porque todos estábamos parados aquí estando incómodos como el infierno.
Él rio y jaló un mechón de mi cabello.
—¿Entonces? ¿Qué piensas de la pieza?
Miré alrededor con una expresión en blanco.
—Está bien, supongo.
—¿Ah sí?
—Si. Podría usar un poco más. . . No sé, púrpura.
—Definitivamente.
—Si, no es un árbol sicomoro.
Él besó mi oreja.
—No, definitivamente no es un árbol.
✎ ✎ ✎
Mire al reloj.
Tae, no expreses tu ansiedad en el futuro de JaeHyun.
Tick–tock. Quería que mis globos oculares movieran el reloj para que la andrajosa copia de Beowulf que estaba intentando leer. Me senté atrás más adentro en mis almohadas y cavé mis dedos de los pies en mi colcha. Solo lee. JaeHyun te mandará un mensaje tan pronto como él lo sepa.
11:42.
11:43.
11:45.
Mi teléfono vibró. Ni siquiera necesitaba agarrarlo desde que ya lo había apoyado en la parte superior de mis rodillas, detrás de mi libro. Lancé el libro en la cama y leí el mensaje de JaeHyun: Estoy afuera.
Me revolví hasta mi ventana y empujé la cortina a un lado para ver a JaeHyun en el camino, sentado en la parte superior del capo del BMW.
Mi papá ya estaba durmiendo, entonces pasé de puntitas su puerta, entonces corrí abajo por las escaleras, agarrando una manta del sofá para tirar a través de mis hombros. Gentilmente cerré la puerta frontal detrás de mí y caminé descalzo con mi manta.
Fui a través de mi lista de linda heroína de drama coreano: Cabello alborotado: bien. Maquillaje limpiado: listo. Dientes recién cepillados, aliento muy fresco, todo en orden. Desearía tener un gigante par de lentes para finalizar el aspecto.
JaeHyun estaba mirando su teléfono cuando me acerqué a él.
—¿Qué haces aquí? —susurré.
—Quería estar contigo cuando me entere—Él susurró de vuelta—Espera, ¿por qué estamos susurrando?
Brinqué en el capo a su lado y él se desplazaba para hacer espacio.
—No sep. Siento como estos vecinos ven y escuchan todo. Estas casas, tienen ojos—Miré alrededor a todas las casas con sus luces apagadas, la calle inquietamente vacía, silenciosa, y cubierta por una capa de niebla marina, el océano iluminado por la ocasional farola.
Él tiró de la esquina de mi manta y tiro el final sobre sus hombros, acercándome a él.
—Bien, los vecinos realmente tendrán algo de que hablar sobre cuando no consiga la beca y me encienda en fuego en medio de ese callejón sin salida.
—Ja-ja. Ni siquiera bromees sobre eso. Atraerás las malas vibras.
—¡Tú y tus supersticiones!
Mire a mi alrededor.
—¡Y aquí no hay madera para golpear! —Toqué debajo de mí y pellizqué mi trasero. Vi la expresión de JaeHyun—¿Qué? Se supone que pellizques tu trasero cuando no hay madera alrededor.
—¿Algún chico pervertido te enseñó eso? —preguntó con una enorme sonrisa, sus ojos se arrugaban de esa forma que hacían cada vez que a él le hacía gracia alguna nueva faceta bizarra de mi carácter.
Bufé.
—No, fue mi amigo Amy Monroe en sexto grado, muchas gracias.
—Creo que Amy Monroe estaba molestándote.
—Bien, aún tenía desastres sucediendo después de pellizcar mi trasero, así que. . .
—Debe funcionar. Ciencia–Él sacudió su cabeza sagazmente. Reí y golpeé su rodilla con la mía.
Entonces ambos hicimos silencio por mientras, solo dejando nuestra respiración salir en soplos en el enfriado aire nocturno. Ambos estábamos plenamente conscientes de los minutos pasando.
Y entonces. Un pequeño toque en su teléfono, y entonces en el mío. Él me miró. Me encogí de hombros.
—Puse una alarma también.
Él sonrió por un segundo, entonces miró nerviosamente abajo a su teléfono.
—Mm.
También miré abajo a su teléfono, entonces arriba a él.
—¿Bien? ¡JaeHyun! ¡Revisa tu correo!
Él parpadeó, mano inmóvil, sosteniendo su teléfono.
—Wow, así que. Todo depende de. Esto. Tipo, ese próximo momento determinara los siguientes cuatro años de mi vida. ¿No es esto tan demente si piensas sobre eso?
Lo que era demente era que él no estaba revisando su maldito correo en ese mismo segundo.
Quería ser paciente.
—Si, pero, digo, ¡eso por lo que todos nosotros hemos estado esperando! Ese sobre, esa aceptación. Cada chico pasa a través de eso, JaeHyun. Estará bien sin importar lo que pase.
JaeHyun asintió.
—Si. Si, de acuerdo. Digo, obviamente sabía que todo podía reducirse a esto. Pero ahora que estoy actualmente enfrentándome con el momento, se siente realmente extraño. Surrealista.
Me resistí a arrebatarle el teléfono de sus manos.
—Está bien, en el peor escenario: no tendrás la beca. Aún puedes aplicar por alguna otra beca en la onceava hora o ¿puedes intentar hablar con tu papá sobre eso?
—¿Ah? —Él hizo una cara—Sabes qué pienso. Después del programa de esta noche, creo que él debería haber cambiado de parecer sobre la escuela de arte.
—Wow, ¿en serio?
Él se encogió de hombros.
—Si, pero aun quiero esta beca. Para probarme a mí mismo. Significa mucho.
Asentí.
—Lo entiendo, creo—Entonces miré a su teléfono—Muy bien, por favor revisa tu correo antes de que me haga pis en mis pantalones.
Él se alejó de mí y aplasté su brazo. Él tomo una profunda respiración y me miró, todo era grandes ojos e incerteza. Exprimí su brazo y sonreí, tratando de exudar confianza. Y alcancé las profundidades de mi cerebro, intentando influenciar el resultado que quería. Concentrándome en lo que quería.
Con un golpe rápido su teléfono se desbloqueó, y miré como él pulsaba en el ícono de la bandeja de entrada en el fondo de la pantalla. Apareció y allí en lo más alto estaba un correo desde el Comité de Becas de California Fine. Él me dio un vistazo y mantuvimos nuestras miradas por un segundo antes de pulsarlo.
En el mismo último segundo, aparté mis ojos. A pesar de estar aquí, ese era un momento privado para JaeHyun. Y, además, realmente pensaba que me iba a hacer pis en mis pantalones. Miré a mi calle, un gato manchado de color melocotón y blanco paso rápido entre algunos arbustos. Ese era Señor, siempre merodeando en la noche y metiéndose en arañazos con los mapaches en el barrio. Y déjame decirte, los mapaches aquí son crueles. Señor debe ser como un gato ninja para. . .
—Tae.
Mi ensoñación basada en gatos se disipó en vapor sobre mi cabeza.
—¿Sí?
Su cabeza se inclinó y no podía ver su rostro, solo la parte superior de su gorro gris.
—La tengo.
—Espera. ¿Qué? —No podía registrarlo sin estar viendo su expresión.
Él me miró con una enorme sonrisa, la sonrisa más grande de hoyuelos enormes que nunca he visto en esa prefecta cara que tiene.
—La tengo.
Cubrí mi boca con mis manos y grité/chillé dentro de ellas, dando patadas con mis piernas en el aire. Él comenzó a reír y lancé mis brazos a su alrededor, la manta calló de nuestros hombros en el capo del auto.
—¡Ahh! —Salté del auto y comencé a saltar arriba y abajo—Lo sabía, lo sabía.
Él aún estaba riendo cuando agarré sus manos y lo empujé fuera del auto para que se uniera a mí en mis brincos de celebración. Y luego, ambos agarramos las manos del otro, saltando arriba y abajo en medio de mi calle a media noche.
Entonces de repente ya no saltábamos más, solo un montón de besos. Él me levantó sobre el capo del auto y puso sus manos en mi cabello mientras rodeaba mis piernas alrededor de su cintura. Cuando pensé que nosotros estábamos seriamente haciendo encender el BMW en fuego, él me alejó y apoyó su frente en la mía.
—Wow —respiró.
—Mm-hm —dije mientras parpadeaba, mis ojos ajustándose a las farolas detrás de la cabeza de JaeHyun. Tomé profundas respiraciones—Así que. . . RISD. Rhode Island. Costa Este.
Él asintió.
—S-i-i-i-i. Stanford. Costa Oeste.
—Podríamos ser, como, raperos rivales.
—Si, boinas contra jarros—Él replicó con una blanca risa de su propio chiste.
Nos quedamos en silencio por un segundo, dando a nuestras palpitaciones tiempo para volver a sus normalmente programas programados y entonces me atrajo hacia él otra vez e inclinó su frente contra la mía.
—Es bueno que nosotros siempre tendremos FaceTime desnudos.
—Ja-ja, en tus sueños —dije chocando su frente ligeramente—Bien, solo debemos planear visitas para vernos cada mes o, ¿algo así? Digo, será costoso, pero planeo trabajar y tal vez tu papá te hará volar para acá. Y además podemos vernos por webcam cada noche, pero deberíamos dejar claro que no estamos obligados. . .
La mano de JaeHyun tocó mi boca.
—Taeyong, no vamos a pensar sobre esto aún.
Él apartó su mano.
—¿Aún no? ¡No es muy pronto, es casi el fin del año escolar!
—Tae, aún es febrero; tenemos meses para pensar sobre eso.
Había tanto de lo que quería decir, para planear. Pero este era un momento feliz para JaeHyun, y no quería arruinarlo. Así que tiré de su gorra.
—¿Estas finalmente listo para llevar esta gorra por necesidad? Va a hacer frio por allá—Mis dedos cepillaron su grueso cabello, maravillándome del extraño sentido de posesividad que tenía sobre esta cabeza. Como, en el mundo, este cabello era mío.
Él se encogió de hombros.
—Tú sabes, por toda mi intensidad sobre obtener esta beca, no he tenido tiempo realmente para pensar sobre todo lo que significa. Como en, moverse a través del país a donde hay. . . nieve y cosas así.
—Suena como a todo por lo que estas esperando, ¿cierto? —pregunté, mi voz más optimista y alegre de lo que actualmente me sentía.
Él recogió la manta y la pasó por nuestros hombros otra vez.
—Si. Digo, sí. Pero ahora—Su mirada se desplazó por la calle hasta llegar a mí, una pequeña sonrisa revoloteó sobre sus labios.
Mi sonrisa fue triste, rebosando con tantas incertidumbres, algo a lo que no estaba acostumbrado.
—Sé lo que piensas.
Nos sentamos ahí por un largo tiempo, nuestros traseros se enfriaron en el capo del auto, mirando la niebla elevarse lentamente de la calle. E inevitablemente hasta el cielo.
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Shirley Temple: es una bebida mixta sin alcohol elaborada tradicionalmente con Ginger Ale y un chorrito de granadina, adornada con una cereza marrasquino.
19
PASO 19: REALIZA UN SACRIFICIO EXTREMO PARA DEMOSTRAR TU AMOR.
Todavía feliz por la beca de JaeHyun una semana después, me enfrenté a mi entrevista de Stanford con intensidad pura de Lee Taeyong. Esto significó que, en los días previos a la entrevista del sábado, yo tuve que:
• Cortar mi cabello.
• Memorizar las "preguntas comunes en una entrevista" que se escuchan en www.ivyleaguearbust.com (A pesar de que Stanford no es técnicamente Ivy League).
• Practicar la pronunciación de todos los nombres relacionados con Standford.
• Blanquearme los dientes.
• Amplié mi entrenamiento para hacer plancha aeróbica cada noche. Un cuerpo sano es una mente sana, siempre lo digo (bueno, no realmente, pero se ajusta a la ocasión).
• Leí cada palabra en los folletos de Stanford en el sitio web.
• Usé mascarillas coreanas en mi cara cada noche mientras veía dramas con mi papá, lo que siempre lo enloquecía.
• Tener todos los trajes que tenía limpios.
• Descargué pistas de meditación en mi celular porque escuché que se supone que debes relajarte para esta cosa. Sin embargo, no había escuchado ninguna todavía.
Así que cuando fue el gran día, Yuta y Lucas vinieron a ver mi elección de ropa y apoyarme en el último minuto. Mi papá estaba en el trabajo, pero vendría temprano a casa para dejarme en la entrevista.
Saqué tres trajes diferentes en sus propias bolsas de ropa. Al descomprimirlos, dije:
—Bueno, entonces estoy pensando en tres estilos diferentes. Uno es un tipo de traje de pantalón sensato—Yuta hizo un ruido de náusea en el pantalón oscuro y la chaqueta. Los tiré en la cama.
—Ok. El segundo es un recatado estilo masculino—Levanté la camisa y el cárdigan de Peter Pan con pantalón. Yuta hizo una X con sus brazos mientras que Lucas asintió con la cabeza y me dio un gesto con el pulgar hacia arriba. Lo colgué como una opción, luego levanté el último conjunto—El tercero es alegre y genial. Estoy siendo respetuoso, pero no me inclino hacia atrás para impresionarte —dije mientras sostenía un suéter negro holgado y unos pantalones ajustados con estampado de pata de gallo.
Yuta silbó.
—Ese es el indicado, Taeyong.
Lucas sacudió su cabeza.
—No, este es muy. . . poco serio. Él va a ser un doctor.
—¡Qué! ¿los doctores visten como profesores de kínder de 1950? —Yuta se burló.
—Solo porque tú vistes como un extra de Mad Max no significa que todas las personas quieran hacerlo también —dijo Lucas, mirando intencionalmente a la camiseta blanca holey de Yuta y los pantalones militares desgastados llenos de parches de neón—Además, Tae, recuérdame otra vez, ¿por qué no le cuentas a JaeHyun sobre tu entrevista?
Miré algunos calcetines en mi cómoda.
—Te lo dije, no quiero robarle la atención alegre de su beca.
Levanté un par de calcetines verde menta y Yuta negó con la cabeza.
—No a los calcetines. Y no a robar la emoción de tu hombre. JaeHyun es genial, él no se sentirá de esa manera. Sólo dile; es extraño que estés siendo reservado al respecto.
—¡No estoy siendo reservado! Solo estoy muy nervioso y prefiero terminar con la entrevista y decírselo después, cuando ya no sea un caso tan estresante—La entrevista era cerca de la casa de alumnos a las cinco p.m. Y se supone que tengo que conocer a la familia de la mujer y tener una cena con ellos. Cuando ella lo sugirió, choqué los cinco conmigo mismo porque yo sé que yo arraso en las cenas.
Lucas y Yuta todavía lucían dudosos, así que cambié de tema.
—Así que Yu, ¿estás nervioso sobre la respuesta de Berkeley? —pregunté cuando finalmente me decidí por el traje de suéter negro y comencé a cambiarme. Las aceptaciones de la UC se enviarían por correo a principios de marzo, y la primera opción de Yuta fue Berkeley, por supuesto, una de las principales no declaradas. No tenía dudas de que él entraría.
Yuta se encogió de hombros.
—No estoy nervioso en realidad, aunque estoy apostando por la beca. Espero que mi ensayo lo logre.
Le guiñé un ojo.
—Tengo que contar tu próxima historia para que valga la pena—El ensayo de Yuta se basó en el momento en que él había venido con su familia hace dos años. Su abuela se había desmayado y cuando su papá se apresuró a agarrarla, se cayó de una silla y se rompió una pierna. Resulta que estuve allí por apoyo moral, pero terminé teniendo que cuidar a las partes lesionadas mientras esperábamos una ambulancia. Por suerte, todo el mundo estaba bien, relativamente. Su familia finalmente se recuperó, aunque todavía no estaban encantados con su vida amorosa activa. Sin embargo, estoy bastante segura de que eso también se aplicaría a los novios.
—¿Qué van a hacer ustedes sin mí? —Lucas preguntó. Su primera elección fue Princeton, también se presentó como "no declarado" ya que no estaba seguro de si quería ser el próximo Mark Zuckerberg o el próximo Stephen Hawking, típico de Lucas. Yuta lo tacleó en un abrazo y Lucas protestó mientras lo empujaba sobre la cama y le revolvía el pelo.
—Te haremos visitar el Norte de California tanto como sea posible —le dije, ya un poco triste por la perspectiva.
—No puedo creer que vamos a ser gente de Nor Cal, iug.
—Sí, será mejor que no empieces a decir súper o tendré que darte una súper patada en el trasero —dijo Lucas, todavía acostado en la cama, pero con la cabeza colgando del borde, cerca de mi mesa de noche. Estiró el cuello para mirar algo enterrado bajo algunos libros—Chico, ¿ese es el cuaderno de K drama? —Se dio vuelta y lo sacó.
Lo miré.
—Oh, sí, he querido tirarlo, pero estoy unido a eso. También es divertido volver a leerlo, como un estudio antropológico.
Lucas lo hojeó.
—Pusiste mucho detalle en la sección de notas—Hojeó algo más—Yo lo quemaría—dijo, mirándome. Justo en ese momento, su teléfono zumbó.
Lo miró.
—Mierda, es Ten; Yu, llegamos tarde.
—¿A dónde van chicos? —pregunté, poniendo lejos en mi armario los conjuntos rechazados.
—Nueva película de spider-man —dijo Yuta—Estoy ahí como acompañante—Agitó sus pestañas.
Y comenzó, Ten y Lucas habían estado saliendo mucho desde la fogata y el amor floreció ante nuestros ojos. O al menos, un montón de besuqueo.
Lucas me atrajo en un firme abrazo que casi me sofoca.
—Buena suerte, Tae. Mátalos.
Yuta también regreso por un abrazo y luego pellizcó mis mejillas cuando él se separó.
—¡Los tienes, Taeyong!
Los vi alejarse en Rapunzel, tocaron el claxon dos veces en despedida. Mi entrevista no fue hasta dentro de otras pocas horas así que abrí mi computadora portátil y saqué mi documento con todas mis preguntas de preparación.
Mi teléfono zumbó desde el sitio en el que estaba en mi cama. Lo tomé para ver el mensaje de JaeHyun:
¿Dónde estás?
Le envié un mensaje de texto de regreso:
¡Casa!
Él inmediatamente me llamó y su voz tembló cuando respondió.
—Tae, Estoy volviéndome loco. . . Mi mama está en algún hospital de Los Ángeles. ¿Puedes venir conmigo?
Mi frente se frunció en confusión.
—¡Oh no! ¿Ella está bien? ¿Qué paso?
—No estoy seguro, todo lo que sé es que estaba visitando Los Ángeles con algunos amigos antes que pasara. La persona que me llamó desde el hospital no me dijo. . . Solo sé que es una emergencia y mi mamá les dijo a ellos que me llamaran. Tengo que ir y saber que pasó. ¿Por favor, puedes venir conmigo?
Oh, Dios. No había ninguna oportunidad para que pudiera perder está entrevista.
—¿Qué pasa con tu papá?
—Él y Haechan están fuera en alguna parte. Además, mi mamá no querría verlo. Por favor, Tae. Estoy asustado. Te necesito—Su voz era minúscula, casi un susurro.
Apenas estaba pensando cuando respondí.
—Por supuesto, estoy listo en cualquier momento.
Dijo que me recogería de inmediato.
Miré la hora en mi teléfono. De acuerdo, tenía dos horas y media. Los Ángeles estaba a cuarenta y cinco minutos en coche si conducías rápido. Podría entrar y asegurarme de que todo estaba bien antes de tomar un taxi inmediatamente después. Yo podría hacerlo. Mis manos temblaban mientras cerraba mi laptop. Miré hacia abajo a mi traje de entrevista. Afortunadamente, no sería lo suficientemente elegante para que JaeHyun lo encontrara extraño.
Cuando JaeHyun se detuvo, me deslicé dentro del auto y al instante me atrajo en un abrazo. Le froté la espalda.
—¿Estás bien?
—No... no lo estoy. ¡Quiero saber qué es lo que está pasando! —Su voz era tosca y sus ojos enrojecidos mostrando preocupación.
—Estoy seguro que ella está bien —dije calmadamente, sin sentirla realmente—¿Quieres que conduzca yo? —Sus manos temblaban más que las mías. Sus ojos oscuros casi negros se lanzaban alrededor del auto incapaces de enfocar.
Dudó por un segundo, luego asintió imperceptiblemente. Cambiamos de asiento y JaeHyun encendió la navegación de su teléfono mientras nos dirigíamos a la autopista. Acercándose, metió un pedazo de cabello detrás de mí oreja.
—Gracias por venir Taeyong. Pensaba que iba a perderla demasiado temprano—Había un toque de vergüenza en su voz.
Alcancé su mano, como me había hecho tantas veces mientras conducía.
—Por supuesto.
Y en un momento absorbí la ansiedad de JaeHyun, también viendo pasar los minutos en el reloj del tablero. De acuerdo, en el peor de los casos, llegaría un poco tarde. Pero estaba seguro de que lo entenderían si tuviera una emergencia. Y ver a JaeHyun así de trastornado fue realmente inquietante.
No dijimos mucho durante el viaje. JaeHyun se quedó acurrucado cerca de la ventana, mirando en silencio. Incluso la música se sintió inapropiada, así que la apagué. Alrededor de media hora mi teléfono sonó en el bolsillo de mi chaqueta. Tuve que ignorarlo mientras manejaba, pero luego sonó cinco veces más.
JaeHyun miro por encima de mí.
—¿Ese es tu teléfono?
—Um, sí, pero está bien.
—¿Quieres que lo revise por ti? —Él estaba llegando dentro de mi bolsillo
—No, todo está totalmente bien, probablemente es solo Yuta hablándome sobre Spider-Man y lo caliente que es Mary Jane.
Eso hizo sonreír a JaeHyun.
—Bien.
Me reí y apreté su mano un poco más fuerte de lo que había planeado. Cuando lo apartó con un respingo, aproveché la oportunidad para sacar mi teléfono y mirar hacia abajo rápidamente mientras JaeHyun seguía mirando por la ventana.
Mi papá. Mierda.
—Tengo que usar el baño. ¿Podemos salir de aquí? —pregunté, ya saliendo de la autopista hacia una salida con una estación de servicio.
—Si, claro.
Me parqueé, luego corrí hacía el área de descanso, diciendo:
—¡Vuelvo enseguida! —Cuando entré al área de descanso, saqué mi celular para mirar el puñado de mensajes de mi papá preguntándome donde estoy. Le envié un mensaje de vuelta: JaeHyun tuvo una emergencia. Su mamá está en el hospital, tengo que llevarlo. Estaré de vuelta pronto. ¡No te preocupes!
Mi papá inmediatamente me llama. Mierda.
—Hola, Appa.
—¿JaeHyun está bien? ¿Qué paso?
—No lo sé, un hospital en Los Ángeles lo llamó, pero no le dijeron que es lo que pasaba.
—¿Los Ángeles? Pero. . . pero ¿Él no podía ir solo o con su papá? ¿Por qué te llamo cuando tienes una entrevista? —Mi papá estaba confundido, no molesto. . . aún.
Apoyé mi cabeza hacia atrás en la pared de azulejos del baño asqueroso.
—Él no sabía que la entrevista era hoy y yo no quise decirle. Él quería que fuera con él, no su padre. Y él no estaba en un buen estado para conducir. Él me necesita.
—Taeyong.
—Ya lo sé, por favor no te enojes. Además, creo que tal vez lo pueda lograr en tiempo.
Eso sonó débil, incluso para mí.
Un suspiro que nunca antes había escuchado vino del otro lado de la línea. Un suspiro de decepción.
—Esto es un gran error, Taeyong. Si JaeHyun lo supiera, él no quisiera que hicieras esto. ¿Qué pasa si llegas tarde y eso afecta tú admisión?
Mis palmas comenzaron a sudar. Él estaba en lo correcto y yo lo sabía.
—Bien, Es muy tarde ahora, ¿cierto? Ya casi llegamos y tengo que estar aquí para él—Mi voz sonaba al borde de la histeria.
Él no cedió con el tono de decepción.
—Estoy realmente. . . Esto que hiciste es una cosa muy, muy estúpida.
Las lágrimas pincharon mis ojos. El arrepentimiento me inundó y se instaló como una roca en mi pecho, pesada y revuelta. La decepción de mi papá me aplastó. Todos los días de mi vida trabajé tan duro que nunca lo escucharía en su voz. Y mi propio odio a mí mismo también fue opresivo. ¿Qué podría hacer, sin embargo? Ya se hizo, y JaeHyun estaba en el auto, esperándome y preocupado por su madre.
Mi papá estuvo callado por un segundo; luego su voz demacrada llegó a la línea.
—Tú tienes que ayudar a JaeHyun. No te preocupes de nada sobre Stanford mientras conduces. Pero llámame tan pronto como salgas, ¿bien?
Asentí con la cabeza, con lágrimas peligrosamente de caer.
—Gracias Appa.
—Te amo.
—También te amo.
Al instante en que él colgó, tomé unas rápidas y profundas respiraciones y caminé hacia el lavabo para lavar mi cara con agua. Cuando tomé una toalla de papel para secarme, el reflejo que me veía a mí era una muestra escéptica de cómo me sentía.
✎ ✎✎
Había tráfico, el mismo tráfico que siempre había en la 5. Qué podría estar pensando.
Si realmente estuviéramos en un kdrama, luego podría conducir violentamente durante la hora pico, con las ruedas chillando mientras hacía movimientos locos, sin importarme si dejaba un rastro de accidentes automovilísticos detrás de mí.
Desafortunadamente, esa era una de las cosas que no podría hacer sin importar cuan descarado fuera pedir ser una heroína del kdrama. Quería gritar.
Cuando finalmente llegamos al hospital, eran las cuatro y cuarto, dándome exactamente cuarenta y cinco minutos para volver. Lo que nunca haría, había visto todo el tráfico opuesto que me esperaba en el camino de regreso. Y cuando JaeHyun me agarró la mano en cuanto salí del auto, supe que era demasiado tarde. Stanford retrocedió en la distancia, atrapado en ese tráfico detrás de mí.
Corrimos al hall del hospital, agarrados de las manos, y la visión de kdramas entraron en mi cabeza. Porque no hay drama en el universo que no lleve al menos una escena de hospital en él. Cuando llegamos a la recepción, nos quedamos sin aliento.
—Hola, mi mamá es paciente aquí. Jennie Kim. ¿Podría decirme que le paso a ella por favor?—JaeHyun le preguntó al enfermero detrás del escritorio.
Los ojos azules del enfermero eran cálidos y nos dio una simpática sonrisa.
—Lo siento, no tengo permitido darles información sin su permiso.
—¡Qué! Ella ya dio permiso —chasqueó JaeHyun.
Podría decir que por su expresión estaba realmente enojado con este enfermero. Puse mi mano en su brazo, antes de hablar, miré la etiqueta con el nombre del enfermero.
—Hola, Benjamin. La cosa es que él recibió una llamada de alguien aquí, así que está claro que ella dio permiso o ¿cómo ellos sabían qué lo tenían qué llamar a él?
Benjamin se mostró escéptico, pero luego miró algo en la computadora presionando unas pocas teclas y dijo:
—¿Cuál es tu nombre?
—Jung JaeHyun.
—Lo siento. Ella lo incluyó como pariente más cercano y nos dio permiso para que le divulguemos información. Esperaba que fuera alguien mayor—Él leyó desde la pantalla de la computadora—De todas maneras, ella sufrió un estallido de apéndice, pero los médicos pudieron realizar la cirugía— JaeHyun exhaló un suspiro de alivio. Benjamín continuó— Sí, estará bien, pero querrás hablar con el médico. Déjame llamarlo. Puedes esperar allí— Señaló algunas sillas verdes oscuro en el área de espera.
Eso me golpeó luego: Un estallido de apéndice. Oh por Dios, ¿por eso es que perdí mi entrevista?
Intenté no desmayarme mientras caminábamos hacía la sala de espera.
JaeHyun frotó su cara con su mano.
—Un estallido de apéndice. Eso no es la gran cosa ¿correcto?
Asentí, incapaz de hablar en ese momento. Luego de unos segundos, limpie mi garganta.
—Totalmente, una condición común. Ellos probablemente han hacho un billón de esas cirugías aquí—El alivio de JaeHyun fue palpable y lo envidiaba por ello.
Mi celular vibró de nuevo. JaeHyun estaba perdido en sus pensamientos así que lo saqué.
¿Ya llegaste al hospital?
Mi papá.
Sí, recién llegué.
Su mamá tuvo un estallido de apéndice, pero va a estar bien.
Ya salió de cirugía, estamos esperando al doctor.
Hubo un largo momento en que los puntos suspensivos salieron de la burbuja de texto antes de que mi papá finalmente respondiera el mensaje de texto:
Me alegro de que esté bien.
Pero creo que te vas a perder la entrevista.
Incluso si te vas ahora.
Me tuve que sentar para responderle el mensaje; mis piernas estaban en peligro de colapso:
Lo sé, voy a llamar a la entrevistadora y decirle que tuve una emergencia.
Mi papá respondió:
No, no estás en una buena condición, quédate con JaeHyun.
Yo la voy a llamar y ver si podemos reprogramar.
Le envié la información del contacto:
Gracias Appa, voy a llamarte cuando llegue a casa.
Dile a JaeHyun que estoy pensando en él.
Bye bye.
Agarré mi teléfono y vi a un médico de mediana edad con uniforme médico que se nos acercaba. JaeHyun se levantó de su silla nerviosamente y yo también me puse de pie, para tomar su mano.
—¿Eres tú el hijo de la señora Kim? −El doctor preguntó mirando a JaeHyun. Él asintió, y yo pude escuchar como su corazón palpitaba en su mano.
Él se acercó para darle la mano a JaeHyun.
—Soy el doctor Swift. Tu mamá ha tenido una cirugía para remover un apéndice estallado y se está recuperando bien de momento ¿De acuerdo? —Él le sonrió amablemente a JaeHyun, quien se relajó visiblemente—Pero el apéndice estalló, lo cual siempre es un poco serio. Cuando eso pasa hay derrames de material infeccioso en la cavidad abdominal, así que tuvimos que ponerle algunos antibióticos pesados—Asentí, escuchando atentamente, él continúo—Ella será capaz de levantarse y moverse en alrededor de un día, luego podrá ser enviada a casa unos días después de eso.
JaeHyun me miró a mí.
—Todo eso es bueno —aclaré. Dr. Swift nos sonrió a los dos.
—Ella está débil en este momento, pero consciente, por lo que puedes entrar y verla. Sala 1004.
Estaré para discutir más detalles más adelante.
JaeHyun asintió y contestó.
—Muchas gracias Dr. Swift.
Él asintió en respuesta y caminó lejos, JaeHyun y yo nos miramos entre nosotros.
—Gracias—dijo sonriendo.
Me acerqué para tomar su mano.
—Por supuesto. Hey, ¿no crees que deberías llamar a tu papá y decirle qué está pasando?
Él frunció el ceño.
—¿Por qué? Nosotros ya estamos aquí.
—Bien, es tu mamá, ellos estuvieron casados una vez, ¿No querría él saber que esto paso?
—Dudo que le importe.
Agité mi cabeza.
—JaeHyun. . . Por supuesto que le importaría.
JaeHyun guardo silencio por unos segundos.
—Bien. Pero primero vamos a ver a mi mamá.
—Oh, ¿los dos? Yo pensé que tal vez podría solo pasar el rato fuera, darles a ustedes algo de privacidad —tartamudeé—Conocerla otro día cuando se sienta bien.
Tirando de mi a un apretado abrazo JaeHyun habló en mi cabello.
—No necesitamos privacidad. Quiero que te conozca. Salvaste el día.
Oh Dios.
—Bien, luego, umm por qué no vas a verla primero, mira si está bien para eso, llamaré a tu padre mientras haces eso. Y si tú quieres que entre luego, lo haré.
Él beso mi frente.
—Ok, tienes razón. Gracias.
—De nada —dije en su cuello.
Con eso, alcancé su mano y la apreté de nuevo. Sonrió ampliamente y se fue con un pequeño salto en su paso.
Mis manos comenzaron a temblar cuando llamé a su papá.
20
PASO 20: NO SE TE PERMITE SER FELIZ HASTA EL ÚLTIMO MINUTO POSIBLE.
La madre de JaeHyun era el paciente con una apendicetomía con más exigente.
—Ven aquí cariño así puedo ver al chico que robó a JaeHyun.
Eh, no sonaba como si estuviera bromeando. Caminé hacia la cama del hospital, sosteniendo la loción para manos que me había pedido. Había conducido a tres farmacias antes de encontrarla.
—Siento que tengamos que conocernos bajo estas circunstancias —dije sonriendo—¿Cómo se ha estado sintiendo?
Sus ojos destellaron.
—Tan bien como podría, supongo —dijo con una débil risa. Coloqué la loción completamente natural sin parabenos en la mesa junto a su cama. JaeHyun estaba sentado a los pies de la cama sosteniendo su mano.
La madre de JaeHyun era hermosa, no me sorprendió. Grueso cabello oscuro flotando sobre sus hombros, penetrantes ojos azules y una amplia (al estilo de Julia Roberts) boca. Incluso después de sufrir un órgano explotado, se veía bien.
También era algo molesta. Aparte de la extraña solicitud de loción, le había pedido a JaeHyun que le cambiara la habitación porque no le gustaba el feng shui de este. Y luego se quejó de lo horribles que eran las sábanas del hospital. Probablemente lleno de productos químicos (más que por la baja cantidad de hilos).
—Así que JaeHyun me ha dicho todo sobre ti, Taeyong. ¿Cómo puede ser alguien tan perfecto?
Cada palabra que salía de la boca de esta mujer era un cumplido. Miré a JaeHyun, pero él estaba sonriendo y totalmente ajeno. Su tono era agradable pero sus ojos eran duros y apreciables.
Yo no sabía cómo responder.
—Ah, bien, estoy seguro que él ha estado demasiado halagador.
JaeHyun rodó sus ojos.
—Bien, Tae. Mamá, Taeyong se graduará con las mejores calificaciones y se irá a Stanford—Mi corazón se contrajo—¿Quién hubiera adivinado que me enamoraría de tal nerd?
Los ojos de su madre me escrutaron más cuidadosamente que nunca.
—¿Qué hace tu papá de nuevo? ¿Plomería? —Aunque ya no estaba siguiendo los pasos, reuní fuerzas de mi catálogo mental de K drama. Pensé en Ji-Eun de Full House, y en cómo adorablemente cantó una canción para la familia tensa de Young-Jae y logró romper el hielo y enamorarse de sí misma. Solo sufre, no dejes que despeje tus plumas, Tae.
Sonreí, risueño y siempre agradable.
—Nop, él es un mecánico.
—Qué adorable —La voz de Jennie no indicaba nada, pero comenzó a preocuparse por sus mantas otra vez y JaeHyun se levantó para ajustarlas. Heroína angelical de k drama o no, todavía quería darle un puñetazo en la cara.
Un bajo toque en la puerta interrumpió mis pensamientos, era Taeil. Prácticamente corrí hacia él con alivio. Le di un abrazo y le susurré.
—Gracias a Dios que estás aquí.
Taeil me susurró de vuelta.
—Te oigo, hermana.
—¿Taeil? —La voz de Jennie era cortante—¿Qué demonios estás haciendo aquí?
Se acercó a ella y colocó un ramo de peonías rosa en la mesita de noche.
—Me alegra ver que tu espíritu aún no ha sido pisoteado, Jenn—dijo secamente. Ella frunció el ceño y miró a JaeHyun.
—¿Tú lo llamaste?
JaeHyun me miró nerviosamente.
—Si, Taeyong pensó que sería una buena idea decirle que pasó, pero no sabía que vendría—Le dio una sonrisa a su padre, una pequeña, pero yo la mire y Taeil también.
Jennie comenzó a quejarse y Taeil se quitó las gafas y se frotó los ojos.
Me encogí e hice contacto visual con JaeHyun, quien estaba flotando protectoramente sobre su madre.
Traté de comunicarme telepáticamente: Salgamos de aquí. Él me siguió la corriente.
—Iremos a buscar algo de comida para que puedan comenzar a gritar o lo que sea —dijo, caminando hacia la puerta conmigo.
Salí corriendo de allí con JaeHyun pisándome los talones. Una vez que estábamos fuera del alcance del oído, JaeHyun dejó escapar un gran suspiro, como si hubiera estado conteniendo la respiración.
—Sé que es bueno que venga papá, pero... son tan molestos cuando están juntos.
No podía imaginar cómo sería tener dos padres que se odian entre ellos tan descaradamente.
—Lo siento, yo tampoco sabía que él iba a aparecer. Otra cosa estresante para agregar a la pila de estrés.
Él paso su brazo sobre mis hombros.
—No, estoy realmente agradecido que viniera y estoy agradecido que tú estés aquí —dijo él, unos segundos después agrego algo más—Los hospitales son lo peor.
—Déjame adivinar, ¿tú piensas que puedes contagiarte de lo que sea aquí? —bromeé, cuanto más conocía a JaeHyun, más se revelaban sus sutiles neurosis.
Su nariz se arrugó.
—Bien, si, a decir verdad ¿esto luce como una erupción para ti? —Se levantó la manga con un rostro serio, mostrándome un parche de piel normal que recientemente se ha rasguñado.
Alejé sus brazos.
—Sal de aquí, eres como la peor pesadilla de todo médico.
—Yo supuse que tendré que acostumbrarme a los hospitales ya que algún día mi novio será un doctor.
Normalmente me hubiera emocionado escuchar eso: la planificación anticipada que implicaba la oración. Pero en cambio sentí que mi garganta se cerraba. Stanford se cernía sobre mí y con cada segundo que pasaba, la gravedad de lo que había hecho pesaba más en mis hombros. Tal vez no pueda tener mi entrevista de Stanford. Dieciocho años de trabajo ininterrumpido. No solo yo, sino mi papá también. Mi papá que me trajo comida a la medianoche cuando estaba trabajando toda la noche, me llevó a todas mis clases de SAT, reparó mis tenis cuando los dedos de los pies explotaron.
Necesito mantener mi mente fuera de Standford. Así que decidí comprobar territorio.
—Así que... tu mamá...
Llegamos al ascensor y JaeHyun me miró cauteloso, presionando el botón abajo.
—Lo sé, es molesta.
Casi tropecé con las puertas cerradas del ascensor.
—¡Qué! Pero quiero decir, eres muy cercano a ella.
Se encogió de hombros.
—Yo nunca dije que era perfecta, pero es mi madre y soy amable con ella.
Aunque quería decir un millón de cosas, como ¡Ella no merece tu lealtad! Mantuve la boca cerrada, porque todos tenían su propia dinámica familiar privada. ¿Quién era yo para juzgar?
Cuando llegamos a la cafetería, mi teléfono zumbó con un mensaje de mi papá:
Me puse en contacto con la entrevistadora.
Me dijo que llamara a la admisión de Stanford el lunes por la mañana.
✎ ✎✎
Me desperté el lunes por la mañana chillando. Con agua fría cayendo por mi cara.
—¡Buenos días!
—¡Appa! —grite, usando mis sábanas para secar el agua de mi cara.
Johnny estaba a los pies de mi cama con una botella de spray que usaba para rociar nuestras plantas.
—¿Qué? Son apenas las siete am. Necesitas estar preparado para llamar a Stanford justo cuando su oficina abra a las ocho y media.
—¡Falta una hora y media, Appa!
—¿Qué? ¿No te gustaría estar preparado?
Touché, Appa estaba en lo correcto, pero no apreciaré el tono.
Cuando mi papa llamo al entrevistador el sábado, dijo que teníamos que revisar con Stanford para ver si podríamos reprogramar. A pesar del temor que había estado flotando sobre mí desde que mi padre me dijo eso, yo estaba optimista de que todo funcionaría. Me había pasado el resto del fin de semana limpiando la casa para distraerme. Las canaletas estaban oficialmente listas para una lluvia torrencial y las herramientas de mi papá ahora estaban organizadas por tamaño, color y aplicación.
—Déjame saber cómo va—Mi papá dijo con severidad. Bueno, tan severamente como se puede, mientras usas una camiseta de Mickey Mouse y pantalones cortos de baloncesto. Salió de mi habitación con esa nota siniestra.
A las ocho y media estaba en mi primer período, cálculo. Cuando mi teléfono vibró con la alarma, ya lo tenía preparado, levante mi mano durante la clase de Mr. Farfadi sobre derivados.
—¿Puedo usar el baño?
Él asintió y yo agarré mi celular y salí apresuradamente de clases con una rápida mirada a Yuta, quien me miró con curiosidad, JaeHyun me había llevado a la escuela, así que todavía no le había contado sobre la entrevista.
Salí al patio, el día nublado y frío. Mi teléfono ya estaba configurado para el número de admisiones y marqué en automático mientras caminaba por el sendero de grava entre las hierbas moradas y verdes (Festuca, hierbas nativas y tolerantes a la sequía que había convencido a la escuela para que las sembrara cuando volvieron a ajardinarlas el año pasado).
La línea sonó y un operador respondió. Después de algunas transferencias, finalmente pude hablar por teléfono con la persona indicada.
—Hola, Mr. Lipman. Es Lee Taeyong. Tenía una entrevista con Sandra Muñoz el sábado, pero tuve una urgencia, no pude llegar y necesito reprogramar. La señorita Muñoz me dijo que lo contactara a usted—Mantuve mi voz animada cuando puse mi teléfono contra mi hombro y puse mis manos en mis caderas, manteniendo la postura que me hizo sentir como el Capitán América. Leí una vez que te hacía parecer confiado incluso si no te sentías así.
—Ah sí, Señor Lee. ¿Está todo bien? La señorita Muñoz nos envió un correo diciendo que habías tenido una emergencia.
—Sí, gracias. La madre de mi novio tuvo una cirugía de emergencia y tuve que acompañarlo a Los Ángeles—Mierda, mi novio se escapó antes de que pudiera detenerme, viniendo de la boca de una adolescente, esa palabra sonaba tan débil, tan condenatoria. Hubo un momento de silencio y me apresuré a llenarlo—Está bien ahora y yo estaría feliz de reprogramar la entrevista.
De nuevo un espacio de silencio.
—Siento decir esto señor Lee, no podemos reprogramar.
Mi corazón se detuvo, solo se detuvo.
—Cómo usted sabrá, damos las entrevistas a lo largo de un mes y obtuviste uno de los últimos espacios, de hecho fue el último día que tuvimos entrevistas en todas partes. Lo siento.
Sacudí mi cabeza, con el celular atrapado en mi oreja.
—Pero, ¡puedo hacerla hoy! Ella vive quince minutos lejos, estoy seguro que si solo la llamamos...
—Señor Lee, el tiempo pasó, de nuevo, me disculpo, pero usted sabe que las entrevistas no son obligatorias.
Ya no podía entender las palabras que venían de mi teléfono. Me derretí de la pose del Capitán América y me deslicé sobre la grava.
—¿Señor Lee?
Luché por hablar.
—Um... pero ¿esto va a afectar mí aplicación?
Otro espacio de silencio.
—Bueno eso no significa que estés descalificado para la consideración—El señor Lipman dijo de manera optimista.
Me reí, un ruido áspero y aterrador.
—Bueno, ¡qué alivio! —Toda cortesía se había ido después de saber que probablemente había reducido puntos de mi solicitud a Stanford.
La voz del señor Lipman cambió de un tono de falsa simpatía a uno brusco.
—No estoy seguro de qué consejo puedo ofrecer más allá de este punto.
—¿Puedo hablar con su supervisor? —Me obligué a mí mismo a mantener mi voz en calma.
—No creo que eso haga alguna diferencia —dijo él, su voz era rígida.
—Por favor, transfiérame con su supervisor.
—Bien—Y escuché como la llamada fue transferida a otra línea, timbrando. Paro eventualmente llegó a la contestadora. Mierda. Dejé un mensaje recortado y urgente y colgué el teléfono.
Estaba mirando en silencio hacia el patio cubierto de hierba cuando las nubes retumbaron ruidosamente. Levanté la vista y una gota de lluvia cayó sobre mi cara. Y el peso de la humedad y la decepción llenaron mis pulmones.
21
PASO 21: TIEMPO DE TRAICIÓN: UNO DE USTEDES (NO REALMENTE) TRAICIONARÁ AL OTRO.
Es una sensación divertida cuando tu futuro entero es borrado en segundos. Es como un espacio: un agujero lleno de nada. Después de la negación y la voluntad de luchar, no hay. . . nada, porque al final, todo esto es un agujero negro donde se supone que tu futuro debería de estar.
—¿No crees que estás sobreactuando? —Yuta preguntó unos días después mientras meditaba en su auto mientras nos dirigíamos a la escuela.
Le lancé una mirada horrible, casi tan potente como la de Yuta.
—¿Sobre actuando? Si no entro en Stanford, estoy seriamente jodido y todo es mi culpa.
—Ahí está, Lee Taeyong, eso es lo que yo llamaría una reacción exagerada. ¿Por qué demonios estarías jodido? Entrarás en todas las universidades con total seguridad y serás un doctor, pase lo que pase.
—¡Porque siempre ha sido Stanford, Yu!
Yuta detuvo el auto dramáticamente y nos detuvimos mientras paraba a Rapunzel en el parque. Se volvió hacia mí con una expresión seria muy poco parecido a Yuta.
—Taeyong. Esa es la cosa. ¿Por qué es tan importante para ti ir a Stanford? Sé que tu madre fue ahí, pero no solo por eso... —Yuta se calló, sin saber cómo decir lo que quería decir.
—¿Qué? ¿No importa? −demandé−¿No es una razón lo suficientemente buena?
Yuta se encogió de hombros, su cara se puso roja.
—Si, digo, no por ser una total perra sobre ello, pero ¿ir a Stanford va a regresar a tu mamá?
Me estremecí. Yuta tenía razón. No traería de vuelta a mi mamá. Me apoyé en mi asiento y miré hacia el techo.
—No, no lo hará. Pero Yu, ese no es el punto. Quiero que mi papá sepa que puedo ser la mejor, como lo fue mi mamá. Stanford es. . .
Yuta también se recostó en su asiento.
—Simbólico —terminó él por mí.
—Si, Simbólico.
—Del buen trabajo de tu papá criándote.
Asentí.
—Taeyong, todos saben que tu papá hizo un trabajo increíble criándote. Él lo sabe—Su voz era suave. La simpatía de mi mejor amigo me rompió algo y sentí que las lágrimas pinchaban mis ojos.
—Yo solo... quiero que él siempre esté orgulloso. Para no preocuparse nunca.
Él se rió amablemente.
—Tae, los padres se van a preocupar no importa qué. No siempre puedes protegerlo, no importa cuán perfecto trates de ser.
Me las arreglé para reír.
—No, claro que no. Al principio, definitivamente se sintió decepcionado, pero luego instantáneamente trató de animarme, diciendo que no era un gran problema y que todavía tenía una buena oportunidad. Luego vimos una serie de drama completa.
Yuta puso el auto de nuevo en camino.
—¡Ves! No estés preocupado. Ahora, con Appa cubierto, ¿cuándo finalmente vas a contarle a JaeHyun sobre todo esto? —preguntó.
JaeHyun. Lo había evitado los últimos días, usando un montón de cosas del consejo estudiantil como excusa. No quería que me viera tan mal y todavía no estaba listo para hablarle de Stanford. Sabía que se sentiría culpable y simplemente no quería traer otra gran cantidad de emociones a mi vida. Y no quería que se sintiera culpable por mi propia decisión estúpida.
—No estoy seguro, pronto, creo.
Me lanzó una mirada poco convencido cuando entramos en el estacionamiento de la escuela.
—Pronto, seguro —dijo con firmeza. Cuando llegué a mi casillero, ahí estaba él. Apoyándose contra él como un novio de los años cincuenta.
—Hey, extraño—dijo con una sonrisa.
Le di un abrazo antes de decir en tono de disculpa.
—Lo sé, ha sido muy poco tiempo últimamente. Lo siento.
Dio un paso atrás cuando abrí mi casillero y se encogió de hombros.
—No hay problema. ¿Puedes pasar el rato esta noche?
Mi instinto era evitarlo, pero sabía que Yuta tenía razón. Tendría que decirle pronto.
—¡Claro! —Agarré mis libros y cerré el casillero justo cuando sonaba la campana—Tengo una reunión del Club de Francés en el almuerzo y el fútbol después de la escuela, ¿así que nos veremos esta noche?
Me dio un beso en la frente.
—Exacto, señorito.
✎ ✎✎
Pero cuando JaeHyun me envió un mensaje de texto esa noche, estaba en modo perezoso. Mi padre salía a cenar con amigos, así que estaba solo en casa, recostado en el sofá viendo "Kill me, Heal me" y había perdido toda motivación para hacer algo.
Su mensaje decía:
¿Nos vemos en Boba Palace?
Llevaba leggings, el viejo jersey de la liga de baloncesto de mi padre y mi cabello muy rizado. Listo para el público no estaba. Y por primera vez desde que empezamos a salir, simplemente no tenía ganas de poner mi mejor imagen. O sonriendo y soportándolo. O cualquiera que sea la medida que se ajuste. Solo quería revolcarme.
Así que le respondí:
Lo siento JaeHyun. . .
No estoy seguro de si me siento con ganas de ver
a la mitad de la población esta noche :(
¿Estás bien?
La culpa me comió. Pero honestamente sentí que, por primera vez en mucho tiempo... simplemente no quería hacer nada.
Estoy bien, lo siento.
Sólo estoy sintiéndome un poco meh.
Y tan pronto como envié ese texto, lo lamenté. Mierda. ¿Quién quería salir con Debbie Downer?
Él respondió:
Lo siento :( ¿Necesitas algo?
No podría ocultar mi tristeza a su alrededor si venía, así que le envié un mensaje que supe que lo mantendría alejado:
Ya estoy tomando una tonelada de Pepto,
creo que tengo un problema estomacal,
probablemente lo mejor si no vienes. 😖
Como lo anticipé, hubo una larga pausa antes de la respuesta de JaeHyun:
Eek, ok, siéntete mejor T.
Te extraño xoxo.
Me sentí aliviado pero también decepcionado conmigo mismo. Ay. Simplemente no estaba listo para decirle. Mi padre envió un mensaje de texto poco después para decir que estaría un poco más tiempo fuera con sus amigos, por lo que tenía toda una noche de pura tontería.
En mi cuarto. Miré con tristeza a mi sudadera y camiseta de Stanford, luego las tiré en una bolsa de basura para donar a Goodwill. Todos mis folletos de Stanford fueron a la papelera de reciclaje.
Y comí el jarro entero de pepinillos.
En el medio del último episodio de "Kill me, Heal me", el timbre sonó. Me levanté. ¿Quién demonios era? Decidí ignorarlo hasta que me miré y me sentí como una mierda de todos modos.
Pero sonó otra vez, y luego un golpeteó tentativo. Ugh. Me levanté del sofá y me asomé por la mirilla. ¡Ah!
¡Era JaeHyun! Nooo.
¿Por qué está aquí? No tenía tiempo para cambiar mi ropa, ordenar mi cabello, mi cara... yo totalmente. Con un suspiro gigante abrí la puerta.
JaeHyun levantó un racimo de plátanos y un cartón gigante de yogur.
—¡El remedio del malestar estomacal de JaeHyun al rescate! A pesar de mi molestia, no pude evitar reírme.
—¿Bananas y yogurt?
Él levanto sus cejas.
—Bananas paran ya sabes tú qué. Y de acuerdo a desagradables búsquedas en Google. Descubrí que el yogurt ayuda a repoblar las bacterias intestinales.
Bacterias intestinales.
Y así, me golpeó: podría ser yo mismo con JaeHyun.
JaeHyun, quien podía sentir que me sentía mal y necesitaba estar con alguien, JaeHyun que vino cuando estaba enfermo. JaeHyun, que odiaba estar cerca de personas enfermas. JaeHyun, a quien le importaba.
Semanas y meses de ansiedad fundiéndose, capa por capa. A él realmente le gusto. Realmente lo logré.
Llevando esta revelación como una llave revoloteando en mi pecho, prácticamente floté en el aire mientras lo seguía a la cocina. Vi como él recogió el yogur en un tazón y cortó los plátanos en rodajas. Se negó a dejarme ayudar, haciéndome sentarme en el mostrador.
—¿Tienes algo de miel? —preguntó mientras deslizaba los plátanos en el tazón de yogur.
Traté de actuar normal y no solo como una persona que ha tenido una ruptura emocional de épicas proporciones.
—Sip.
Hice un movimiento para agarrarlo del armario. Pero JaeHyun elevó su mano.
—No-oh. El paciente necesita descansar, solo dime donde está.
Permaneciendo perfectamente, todavía cómicamente dije con los labios apenas moviéndose.
—Ese armario superior a tu derecha.
Él tomo la botella plástica de miel y exprimió una cucharada saludable en el tazón. Abrí mis ojos.
—Wow, eso es mucha miel, Dr. Jung.
—Dulce para mi dulzura —dijo en una voz aguda. Reí e iba a tocar la taza cuando él me lo pasó haciendo un gesto teatral con sus manos. Se sentó en el banco opuesto. Levanté una cucharada del yogur hacia él.
—¿No quieres sentarte a mi lado y compartir? —bromeé. Él se retorció.
—Um, eres mi novio, pero ya sabes, no sé qué tan romántico pueda ser pasar la noche en el inodoro juntos.
Sacudí mi cabeza.
—¿Quién sabía que terminaría saliendo con un germofóbico así?
Su respuesta fue recostarse, la imagen de comodidad, y sonreír con su sonrisa arrogante. Como siempre fue el caso, no pude evitar sonreír también, la respuesta de mi cuerpo cuando me miraba así. Después de esta merienda, le contaría sobre Stanford. Una vez más, el alivio se apoderó de mí, y me sentí cada vez más ligera a medida que pasaba cada minuto.
Después de terminar el yogurt (Me abstuve de decirle que la mayoría del yogurt no tenía suficientes unidades de bacterias para ayudar a repoblar microbios). Me deslicé del mostrador y comencé a lavar los platos. JaeHyun se acercó y tomó el grifo desmontable.
—¡No! Estoy aquí para atender todas tus necesidades, señorito.
Esto se estaba tornando ridículo. ¡No estaba enfermo de todas maneras!
—JaeHyun, déjame hacer eso, has sido muy dulce y todo, el novio perfecto en realidad.
Él se rió.
—Oh, el novio perfecto.
Le quité el grifo.
—¡Sí, un título prestigioso! Ahora déjame...
De repente, el grifo se volcó en mis manos y roció agua sobre JaeHyun. Lo dejé y me tapé la boca con las manos, ahogando mi carcajada.
Él levanto la mirada lentamente, mirándome fijamente mientras su cabello goteaba.
—Estás completamente muerto—Agarró el grifo, giró la palanca al máximo y me roció. Grité y corrí al otro lado de la cocina.
—¡Estoy enfermo!
Un momento de vacilación antes que un chorro de agua golpeara mi trasero.
—Oh mi dios —grité antes de correr hacia él para una revancha justa. Dejó caer la llave en el fregadero y salió corriendo de la cocina riéndose.
—¡Incluso enfermo soy más rápido que tú! —grité, siguiéndolo hacia arriba por las escaleras. Huyó a mi habitación y cerró la puerta. Agité el pomo, pero él había puesto llave.
—¡JaeHyun!
Me gritó desde el otro lado de la puerta.
—¡No se te permite entrar hasta que llames tregua!
—¡¿Tregua?! Te rocié por accidente una vez y tú me rociaste ¡tres veces! ¡Sí juegas algún deporte tú sabrías lo antideportivo que es esto!
Silencio. Golpeé la puerta.
—¿Qué es lo que estás haciendo ahí?
Escuché el distintivo sonido de un cuerpo cayendo en mi cama.
—Solo poniéndome cómodo —dijo de vuelta.
Mi cama no estaba hecha y toda mi ropa de cama probablemente necesitaba una lavada.
—¡JaeHyun! Vamos, déjame entrar.
—A su debido tiempo, novio—dijo. Entonces lo oí caminar por la habitación—Primero, voy a mirar tu ropa interior. He tenido curiosidad desde el primer día que dejaste caer tus pantalones en frente mío.
—¡Qué! ¡Eso fue un accidente!
—Seeegurooo—Escuché algunos ruidos, como si estuviera revisando papeles o libros. Eep. Esperaba que no hubiera descubierto el libro de recuerdos del árbol. O nunca escucharía el final de eso.
—Si estás mirando el álbum de recortes del árbol, ¡espero que tengas cuidado de no dejar caer las hojas prensadas! —Esperé una respuesta inteligente, pero no escuché nada—¿JaeHyun?
En vez de eso escuché más ruidos de papel.
—¿Qué es un K drama?
¿Qué? Luego cada parte de mi cuerpo se congeló. Cada cabello, cada órgano, cada centímetro de piel. Volví a mover el picaporte.
—¡JaeHyun, déjame entrar!
—Espera, ¿son esas telenovelas coreanas que tu papá mira todo el tiempo? ¿Has estado estudiando eso también? Tae, tu nivel de nerd no tiene límites.
No no no. Seguí moviendo la perilla, como si realmente pudiera abrir la puerta.
—Lo digo en serio, JaeHyun, por favor, déjame entrar. ¡Deja de leer eso, es privado!
Él no respondió y cuando paso un minuto de silencio, me sentía a morir y de repente la puerta se abrió de golpe y tropecé hacia delante.
Cuando levanté la vista, JaeHyun sostenía los pasos del K drama en sus manos, mirándome con una expresión que me dejó sin aliento.
Alcancé el cuaderno, pero él rápidamente lo movió fuera de mi alcance. Para sostenerlo en su cara para leerlo en voz alta.
—Llevar a Lucas a la fiesta de Osaki Shotaro y darle celos a Jong Suk. . .
Estaba leyendo mis notas garabateadas para el paso 8: Queda atrapado en un típico triágnulo amoroso. Su voz tembló mientras continuaba leyendo.
—Pedirle a Jong Suk que me lleve a casa, causando un pequeño accidente de auto.
—JaeHyun...
Se quedó allí mirando las notas en lo que parecía una eternidad, en silencio.
—Déjame adivinar. Yo soy Jong Suk.
Trague aire.
—¡No! Digo si pero...
Comenzó a caminar por la habitación, pero siguió leyendo, lanzando diminutas dagas en mi corazón con cada palabra.
—Demuestra que eres diferente de todas las demás personas, en todo el mundo. Nota al margen: Tú eres la única persona que puede probar que sus concepciones aburridas de las relaciones y el amor son todas erróneas, que tú eres de corazón y alma pura, es la excepción a la regla de que todas las personas son criaturas odiosas y poco confiables.
Un resoplido burlón, luego siguió caminando, leyendo y murmurando. Cuando terminó, volvió a mirarme.
—¿Quién eres tú?
—JaeHyun, por favor para de leer eso, es estúpido, eso ya no importa más...
Él paró su paso y agitó las notas violentamente.
—Oh, no, importa, importa mucho, tú planeaste todo esto—Su voz era temblorosa. Su postura era hundida, todas las huellas de su habitual arrogancia desaparecieron, y la vista de él tan derrotado, tan deshecho, me paralizó de culpa.
Sacudí mi cabeza.
—No, espera, no lo entiendes, eso fue porque me gustabas...
Y entonces, todo cambió. Pasó de andar agitado hasta quedarse completamente quieto.
—¿Así que seguiste estos pasos para conseguir un novio? ¿Esto es lo que realmente hiciste?
Seguí agitando mi cabeza, sin poder hacer nada más con mi cuerpo.
—No, no, no un novio, a ti; JaeHyun esto fue por ti.
El sonido áspero y burlón que hizo fue como una bofetada. No fue su risa sarcástica, la que hizo con todo su cuerpo, la que hizo cuando copié mis menús en el restaurante local de sushi o cuando lo cambié de estacionamiento porque estábamos a una pulgada del bordillo rojo. No, esta fue una risa diferente.
—¿Esto fue por mí? Wow, todo eso suena tan malditamente familiar.
Mark.
Oh Dios, me estaba comparando con Mark.
—¡No! No JaeHyun, por favor, escúchame, ¡Sé que esto parece una locura!
JaeHyun me señaló.
—¿Parece una locura? Taeyong, esto es ir más allá. Sabía que tenías que ir por la borda, pero siempre pensé que eras inofensivo, tierno; incluso no manipulador como algunos tramposos... como Mark—Sus ojos ardieron, el reconocimiento hizo clic—Eres justo como él.
Me dolía el pecho, me dolía la cara. Todo duele. Se enderezó, controlándose a sí mismo con una precisión que me asustó más que a él elevando la voz o gritando. Y cuando habló, su voz volvió a ser tranquila, medida.
—Excepto que, en realidad, no eres solo como él, ¿verdad? Eres peor—Mis ojos se llenaron de lágrimas y contuve un sollozo.
Me vio llorar con esa familiar e impasible expresión que había visto en él cuando habló con su padre. Luego se volvió lentamente hacia el estante de mi habitación.
—¿Sabes por qué eres peor? Porque contigo, solo era otro trofeo en ese estante, otro logro para marcar tu lista. Nada de esto era real.
Intenté ahogar palabras entre sollozos.
—No, JaeHyun. Lo que sentí por ti, lo que todavía siento por ti, es real. ¡Por favor créeme!
—Eres un mentiroso, todos a mi alrededor son mentirosos, mi papá, el que engaña; Mi ex novio, el manipulador; y tú... tú eres lo mismo—Él tiró el libro al suelo.
Y ese fue mi momento, el momento que necesitaba para explicarlo todo. Excepto que no pude. Estaba paralizado en mi propia pesadilla. Todo, JaeHyun, Stanford; se desvanecía ante mis propios ojos.
Me acerqué a él y agarré su manga.
—JaeHyun, por favor. . .
Me empujó lejos.
—No.
Luego salió por la puerta. Bajando las escaleras fuera de mi casa.
Y me quedé allí parado. Con el corazón roto por la mitad, las piezas puestas a mis pies.


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